El estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) canceló la exhibición de varias películas extranjeras de animación cuya restauración corrió a cargo del realizador Miguel Coyula, en abierta represalia a la publicación por el cineasta independiente de segmentos del audio de la Asamblea de Cineastas Cubanos del pasado 23 de junio, que los funcionarios presentes prohibieron grabar.
En una denuncia hecha por el realizador de películas muy destacadas del cine cubano contemporáneo como Memorias del desarrollo (2010), Nadie (2017) y Corazón azul (2020), todas censuradas en la Isla, este lamentó que ahora la prohibición "ni siquiera es a mi obra. Ese trabajo yo lo hice por amor al arte, pero como siempre, el que se jode es el pueblo".
Coyula contó a DIARIO DE CUBA que "las proyecciones iba a ser en el cine Acapulco", pero las películas fueron retiradas de la programación de verano "porque yo había trabajado en ellas. ¡El colmo de la ridiculez!"
Los largos cancelados son clásicos de culto de la animación internacional estrenados en Cuba durante la década de 1980, y que son muy queridos por numerosos cinéfilos de la Isla. Se trata de los animes japoneses El pájaro de fuego, Voltus V, Yaltus, Tecnopolicía en acción y Cyborg 009, así como El último unicornio, una coproducción de EEUU y Japón.
La labor de Coyula consistió en adquirir en el extranjero nuevas ediciones de esos filmes y su posterior remasterización en alta definición, así como la sincronización de las bandas sonoras con las voces dobladas por destacados actores cubanos. Esas bandas sonoras fueron, paradójicamente, producidas por el ICAIC y dirigidas por importantes realizadores del cine institucional, entre ellos Fernando Pérez y Manuel Pérez.
El programa fílmico había sido agendado para el capitalino cine Acapulco el próximo domingo 16 de julio, jornada en que se celebra el Día de los Niños en Cuba, que tradicionalmente incluye actividades especiales para ellos en instituciones del Estado.
De acuerdo con el anuncio del proyecto "¿Infancia? ¡Presente!", que promueve esos ciclos de filmes en salas de Cuba, el único largo del programa que no fue cancelado es la producción animada japonesa El castillo de los falsificadores, cuya restauración fue responsabilidad de otro realizador.
"Este ciclo se exhibe todos los veranos desde 2018", cuando se programó la muy popular Voltus V en el propio cine Acapulco, apuntó Coyula, quien explicó que a lo largo de los años y una vez concluido el trabajo de restauración que emprende en su tiempo libre, el grupo de películas salvadas se ha ido enriqueciendo.
De manera que la decisión intempestiva del ICAIC no puede interpretarse sino como una vendetta contra el realizador independiente.
Las autoridades culturales cubanas han expandido cada vez más su acción censora al ámbito de la cancelación de los creadores de obras incómodas. El cine de Coyula no se exhibe públicamente en Cuba desde hace casi diez años, pero en el pasado Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana la película Vicenta B, de Carlos Lechuga, también fue vetada por el ICAIC como castigo a su realizador.
Asimismo, una campaña de desprestigio contra Juan "Pin" Vilar, realizador del documental La Habana de Fito, se extendió entre voceros del régimen cubano tras su exhibición en la televisión nacional en junio último sin el consentimiento del director.
Ello provocó la reacción de los creadores audiovisuales cubanos, que se organizaron en la Asamblea de Cineastas y exigieron explicaciones a las autoridades, mientras demandan el fin de la censura.
El fin de la censura sólo vendrá con el fin de la dictadura, que no podrá ser pacífico debido a la actitud sanguinaria y prepotente de la junta militar encabezada por Alejandro Castro Espín. El narizon mediocre es sólo un títere de tramoya de la "china" en retiro aparente.Con reunioncitas y bembeteo no se tumba a los verdeolivos.Ahora con el neocoloniasmo ruso quizás hay esperanza que los gringos nos ayuden...