Recientemente se emitió en la televisión cubana el documental previamente censurado La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar, sin su autorización. Esto desencadenó una asamblea de cineastas para debatir este nuevo caso de violación de derechos de autor tras un episodio de censura.
"Estamos viviendo en un eterno déjà vu de los años 80. A la gente le dan golpes, los apresan y los cineastas quieren conversar, no se puede seguir repitiendo lo mismo. No entiendo por qué los cineastas en 2023 se siguen reuniendo en un cine de la institución y no en una casa. No se puede tratar de hablar con personas que tanto daño le han hecho a la cultura. Creo que hay mucha gente de buen corazón y cubanos que admiro que están trabajando para lograr un diálogo, pero eso es una medida inocente a día de hoy", opina el director de cine Carlos Lechuga en Los Puntos a las Íes.
El cineasta cubano Ian Padrón, quien estuvo de forma virtual en esa asamblea, considera que "el cine cubano no es solo la asamblea de cine cubano, son todos los cineastas y todos los especialistas que están fuera de Cuba". Padrón fue censurado durante la propia asamblea.
"Ya pasaron los tiempos de creer en la institución, de pensar que solucionarán algo, de pensar que, si te portas bien, no haces un show o reclamas tus derechos públicamente, obtendrás algún resultado. Formamos parte de un juego mucho más grande".
Ian Padrón contó en exclusiva en DIARIO DE CUBA más detalles sobre la agresión de la que fue víctima en el lobby del ICAIC hace años. El cineasta ha recopilado varios testimonios de personas que estuvieron presentes en el momento del ataque que recibió por parte de Jorge Luis Sánchez, miembro actual de la recién formada asamblea de cineastas de Cuba.
"Las autoridades han creado un sistema donde hay personas que se sienten con el poder de tomarse la justicia por sus manos. La agresión de Jorge Luis Sánchez terminó con su intento de rematarme con un extintor de hierro que agarró de la escalera. Dos mujeres allí presentes se metieron en el medio y evitaron ese final. Eso no fue una bofetada, fue mucho más que eso. Es un juego más grande que hace que algunas personas lleguen a ese nivel de ira", relata.
El cineasta José Luis Aparicio opina que "no podemos mantener internamente, entre nosotros mismos, dinámicas del mismo poder que nos machaca y acosa. Supuestamente estamos tratando de ser diferentes a ese poder. No podemos reprimirnos, cortarnos la voz. Hay que romper el ciclo. Si no vale la pena hablar con ellos, pues hablemos entre nosotros; si no te dan un espacio, te creas tu propio espacio".
"No podemos seguir esperando que nos reciban, que nos abran las puertas, ese paternalismo tiene que terminar. Nuestro espacio como cineastas nos lo tenemos que labrar nosotros mismos".
Aparicio hace hincapié en la lucha contra la macro y la microcensura. "La censura en el cine es fundacional. La primera obra artística censurada es una película. Están los grandes casos de censura, pero también los que no conocemos, la autocensura misma es un fantasma que recorre el cine cubano".
"Me parece absurdo que cineastas que se reúnan en asambleas para lograr cambios acudan a frases del documento Palabras a los intelectuales", concluye.
