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Subastas

Así le fue al arte cubano en las subastas de marzo

Aunque las jerarquías de estas ventas no están necesariamente ligadas a la calidad estética de la obra, son un importante termómetro de la dirección del mercado.

La Habana
'Protocolo' de Yoan Capote.
'Protocolo' de Yoan Capote. Yoan Capote

No ha empezado mal el año para el arte cubano en las subastas. Aunque hay que insistir que las jerarquías de estas ventas súbitas no están necesariamente ligadas a la calidad estética de la obra, son un importante termómetro de la dirección del mercado, por el momento.

La casa Christie's, líder en estas entregas, cerró el 14 de marzo la puja de una colección bastante amplia de piezas cubanas. De ellas salieron bien paradas, al igual que el año pasado, obras de Yoan Capote, Roberto Fabelo, Tania Bruguera, Belkis Ayón, Rafael Soriano y, por supuesto, clásicos como Wilfredo Lam o Víctor Manuel.

La venta más impresionante correspondió a la pieza "Loaf" de Carlos Alfonzo, que se esperaba estuviera en el rango de los 30.000 a 40.000 dólares y llegó a los 119.700.

Roberto Fabelo sigue en racha ascendente: su importante obra "Pequeño teatro", propuesta entre los  18.000 a 22.000 dólares terminó en 35.000. Semejante destino tuvieron la escultura "Protocolo" de Yoan Capote (cuyo límite máximo era 20.000 y llegó a los 44.000 dólares); Tania Bruguera (de 15.000 a 32.760 por la pieza "El peso de la culpa"); y Belkis Ayón, con una importante pieza llamada "Sin título", que fue de los 20.000 a los 27.000.

Autores como Manuel Mendive se mantuvieron en el rango esperado (37.000 dólares por una de las piezas) y varias piezas de Wifredo Lam tuvieron diverso destino: algunas vendidas a menor precio de lo estimando, algunas no vendidas, pero la intitulada "Nu assis, II", que se esperaba que se vendiera a no más de 45.000 llegó a los 81.000 dólares. Sorprendentemente ni Mariano, Portocarrero o Landaluze  tuvieron suerte esta vez, así de veleidoso puede ser el mercado.

Por su parte, la casa Sotheby's bajo el lema de "Contemporary Discovery" puso a consideración del público una colección que incluía clásicos y contemporáneos cubanos.  Entre ellos destacó la venta de la pintora Loló Soldevilla, artista abstraccionista del grupo de los Diez Pintores Concretos en La Habana. Su obra no aparece mucho en las ventas públicas, de ahí que el dibujo presentado "S/T (Mobile)" (1967) despertara el interés del coleccionista, llegando a un precio de precio de 40.640 dólares.

A ella le siguió Pedro Pablo Oliva —otro autor no demasiado frecuente en las subastas— con un dibujo de 2001 llamado "El silencio de Teresita", que llegó a los 15.240 dólares.

El grupo The Merger (Mario Miguel González & Luis Niels Moleiro & Alain Pino) también sobrepasó el límite esperado con un dibujo que se cerró con 16.510 dólares.

Otros autores afortunados fueron Fabelo, con un dibujo de 1994 y José Bedia. La obra de Los Carpinteros, aunque despertó interés en los días previos al evento,  no logró venderse.

En general no ha sido un mal comienzo para este 2023. Veremos qué nos deparan las siguientes citas en las ventas de obras de arte.

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3 comentarios

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Profile picture for user Ana J. Faya

Con todo respeto para la obra "Protocolo", me quedo con mi mesita y sillas compradas en una humilde tienda de muebles de madera en la ciudad donde vivo. No será "arte", pero no me dan la sensación de que me van a electrocutar o de que voy a emprender un viaje interplanetario en la nave de Flash Gordon.

Tristemente hoy en día se cumple lo que decía Andy Warhol: Art is anything you can get away with.
(En esta cita, yo pondría Art entre comillas).

Profile picture for user Amadeus

Estos artículos sobre el arte cubano en las subastas recuerdan los que apuntan sobre los movimientos de la bolsa en Wall Street. Para alegría de los artistas vivos o aquellos que tienen una obra de uno en particular, estos reportes nos recuerdan en lo banal que se ha convertido el arte: en una mercancía con valor de cambio.

Ya no se comenta la obra en sí, su artesanía, factura o el trasfondo psicológico o social, sino lo que vale o puede valer en un mercado donde para lucrar se especula y se manipulan a través de personajes que tiene dinero, pero no entienden de arte; snobs y nuevos ricos.

Hoy en día lo importante es convencer (o enredar) a alguien para que invierta en una obra, que si tiene dinero suficiente, esa obra, por ejemplo un plátano colgado en la pared (Art Basel in Miami) podrá convertirse en tema de un artículo sobre el arte cubano en las subasta.