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Artes Plásticas

Los pintores cubanos Tomás Sánchez y Roberto Fabelo consiguen récords de venta en subasta londinense

Para Sánchez, la venta de su obra es 'un logro para el arte cubano, los artistas cubanos y su prestigio'.

Londres
Obra de Tomás Sánchez 'Llegada del caminante a la laguna'.
Obra de Tomás Sánchez 'Llegada del caminante a la laguna'.

Los pintores cubanos Tomás Sánchez (1948) y Roberto Fabelo (1950) obtuvieron sumas que constituyen récords personales de venta por las obras Llegada del caminante a la laguna y Perrerío, respectivamente, en una subasta de la casa Christie's, en Londres, que remató más de 27,7 millones de dólares gracias a un lote de arte latinoamericano en el que destacaron piezas del colombiano Fernando Botero (1932) y del mexicano Diego Rivera (1886-1957), publica Rialta.  

El cuadro de Sánchez –procedente de la neoyorquina Marlborough Gallery– se vendió por 1,8 millones de dólares.

Sobre la obra del paisajista fotorrealista cubano, el crítico de arte Edward Sullivan afirmó que "Tomás Sánchez se ha dedicado a una constante reinvestigación sobre el significado del paisaje como forma mayor de expresión artística", en un ensayo citado por Christie's.

"Este género puede haber sido agotado y vaciado de todo significado, más allá del kitsch estereotipado, Sánchez lo revalúa con un nuevo conjunto de significantes que, una vez decodificados por el espectador, revelan una profundidad de implicación y un vocabulario de símbolos que puede entenderse como nada menos que subversivo dentro de los parámetros del arte contemporáneo".

El artista cubano radicado en Costa Rica se mostró honrado por la noticia, en una publicación en su página oficial de Facebook.

"Para el Estudio Tomás Sánchez, la noticia que hemos recibido hoy es un honor y un desafío", escribió Sánchez.

El artista, nacido en Aguada de Pasajeros, Cienfuegos, consideró la venta de Llegada del caminante a la laguna (1999; óleo sobre lienzo, 200 x 252.3 cm), "un logro para el arte cubano, los artistas cubanos y su prestigio, con su extraordinaria calidad y arduo trabajo".

A finales de 2014, su cuadro Meditador y laguna escondida en el bosque había alcanzado los 653.000 dólares en una puja organizada en Nueva York por la casa Sotheby's.

Asimismo, el tríptico de Fabelo Perrerío (2018; óleo sobre lienzo, 204 x 474 cm) se vendió por 579.600 dólares. De esta forma, el Premio Nacional de Artes Plásticas de 2004 superó la máxima cifra por la que había vendido una obra suya: 399.000 dólares por Viaje al jardín fantástico (2016), subastada también en Christie's.

Las de Sánchez y Fabelo no fueron las únicas obras cubanas subastadas en Christie's el último viernes. También se vendieron cuatro composiciones de Wifredo Lam, Pomme Zombie (756.000 dólares), y tres sin título de 1965 (214.200), 1972 (60.480) y 1974 (63.000); dos de Mario Carreño, Diálogo rojo y negro (189.000) y Eva tropical (138.600); Trío en Do Menor (138.600), de Cundo Bermúdez; Ile Nigbe (47.880), de Manuel Mendive, y una pieza sin título (32.760) de Agustín Fernández.  

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4 comentarios

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Pertenecen los dos a una excepcional promoción de la Escuela Nacional de Arte, que tuvo profesores tan talentosos como Antonia Eiris y Servando Cabrera Moreno; junto a profesores rusos y checos muy profesionales en dibujo y diseño. Quizás fue la mejor promoción de la ENA. Tuve el placer de ser allí su profesor de Literatura, cuando yo todavía cursaba la licenciatura en Letras. Hermosos recuerdos.

La obra de Fabelo vendida en esa subasta es de lo peor que he visto suyo. No me ofrece nada que me interese, especialmente en lo visual, y si lo visual no me gana, no me importa el supuesto significado. Claro, para gustos hay colores, pero ni loco pago tal cantidad por tal cosa, aunque me fuera posible hacerlo sin titubear. No tengo duda que hay artistas superiores que no son nombres "de marca" y venden por mucho menos, si es que venden. Pero, la promoción ayuda, y Fabelo la tiene.

Profile picture for user Ana J. Faya

¡Felicidades a Sánchez! Su obra lo merece. Ese cuadro de "Llegada del caminante a la laguna" es impresionante. Se me ocurre que ese cuadro es como la caída del cubano en un hoyo negro después de atravesar su historia, o la laguna como el espejismo del 59, tenebrosa. En fin, que una obra de arte como esa mueve la subjetividad del espectador. Un cuadro impactante.
Por su parte, la creatividad de Fabelo pareciera infinita. Lástima que sus obras le sirvan al régimen para hacer regalitos allende los mares, y su silencio ante esa dictadura embarre su talento. Ojalá su visión sobre los actuales dirigentes cubanos sea lo que plasmó en "Perrerío". Porque es brutal. Hay que ver el cuadro en el sitio de Christie's.

Ninguno de los dos llega al nivel de la obra de pintores cuyas carreras, que tanto prometían en los años 50, fueron gravemente afectadas por tener que exiliarse. Sánchez resulta agradable, suave y decorativo, o sea, placentero, pero es mucho detallito y mucha hojita delineada. El otro, uno de los firmantes de la infame carta pública del 2003 apoyando la Primavera Negra y las ejecuciones sumarias de tres cubanos por intentar huir de Aquella Mierda, me resulta artificial y aburrido con su decadencia calculada y estilo de ilustrador a lo Boris Vallejo, pero bastante más pretencioso.