El Observatorio de Derechos Culturales (ODC) criticó la exclusión de artistas, creadores y activistas cubanos que no responden a los intereses del régimen, de los intercambios culturales que se realizan entre instituciones y representantes de Cuba y Estados Unidos dentro de programas como People to People.
La ONG, integrada por investigadores de varios países, también denunció que quienes asisten a esos encuentros en representación de las instituciones de la Isla son comisarios e intelectuales complacientes del régimen cubano.
En una nota de prensa publicada este 6 de marzo, el ODC recordó que desde febrero pasado han tenido lugar una serie de visitas de artistas estadounidenses a Cuba, "en colaboración entre la Embajada de Estados Unidos, y dependencias del Gobierno cubano tales como el Ministerio de Cultura de Cuba, la Oficina del Historiador de la Ciudad y el Instituto Cubano de la Música, entre otros organismos institucionales".
"Con la asistencia de programas como People to People, los invitados estadounidenses han presentado espectáculos, visitado instituciones y sostenido encuentros con la sociedad civil oficial", indicó el ODC. "Uno de estos eventos fue presidido por la cineasta estadounidense Dawn Porter, a través del programa de intercambio American Film Showcase, mediante el cual presentó en la Fundación Ludwig de Cuba su documental John Lewis: Good Trouble. En otras visitas, intercambió con realizadores y críticos, entre otros miembros de organismos estatales", añadió.
El ODC también se refirió a la presentación de la cantautora estadounidense Tonya Boyd-Cannon junto a artistas locales en el Teatro Martí de La Habana, seguida de conciertos en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes y en la Fábrica de Arte.
"Ambos eventos formaron parte de las celebraciones del Mes de la Historia Afroamericana que este año el país norteamericano compartió con Cuba. Boyd-Cannon también se reunió con representantes del Instituto Superior de Arte y la Escuela Nacional de Música, donde sostuvo conversaciones sobre el sistema de enseñanza artística, las iniciativas contra el racismo y la discriminación, y la necesidad de inclusión social", reseñó el observatorio.
Remarcó la ausencia en esos intercambios de "artistas, creadores y activistas cubanos fuera del canon oficial" y opinó que con esas visitas de artistas y representantes de instituciones estadounidenses el Gobierno cubano busca "legitimar su poder".
"Los asistentes a estas colaboraciones no son representantes de una genuina sociedad civil y cultural, diversa, autónoma o plural, sino artistas, comisarios e intelectuales complacientes con el régimen", acotó el ODC, que también llamó la atención sobre la contradicción que existe entre la concreción de estas iniciativas y las denuncias del régimen cubano de que las políticas de EEUU las limitan.
Además, recordó que se realizan pese a "las denuncias de artistas y activistas residentes en la Isla sobre las violaciones de derechos humanos, quienes desde hace tiempo exigen espacios de discusión y creación donde se debatan públicamente temas de interés cultural y nacional".
El ODC condenó "la construcción artificial de falsos protagonismos, integrados en una sociedad civil oficialista, lo que ha sido una estrategia al uso por el Gobierno cubano para invisibilizar iniciativas, colectivos y artistas cubanos independientes" y advirtió que tales encuentros "reproducen y autentifican dinámicas de represión dentro de la cultura doméstica, al tiempo que los espacios que ha ofrecido el gobierno anfitrión han sido escenarios para vulnerar sistemáticamente los derechos culturales".