Autoridades cubanas participan en la confección de un expediente multinacional para la elaboración y consumo tradicional del casabe, a fin de presentar su candidatura a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
El documento es el primero de su tipo en la región latinoamericana, dijo a la oficial Agencia Cubana de Noticias el máster en Ciencias Ángel Michel Aleaga Hung, especialista en Política del Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial.
Según el funcionario, el documento será expuesto antes del 31 de este mes de marzo en la UNESCO, con el propósito de transitar por el período de candidatura (2023-2025), en una iniciativa correspondiente a República Dominicana y a la que se sumaron Haití, Venezuela, Honduras y Cuba.
Aleaga Hung dijo que durante 2022 se promovieron acciones para avanzar en la aspiración, entre ellas reuniones virtuales y dos presenciales, una en París y otra en República Dominicana.
En esta última el equipo técnico evaluó de forma participativa cada detalle del expediente y se discutió acerca del guión del audiovisual y la selección fotográfica que lo acompañará, añadió.
Según el especialista, en el caso de Cuba, el casabe es considerado una manifestación cultural que se encuentra presente geográficamente con un fuerte componente histórico en seis provincias: Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, aunque se conoce y consume en otras localidades.
"Su proceso de elaboración y consumo tradicional tiene diversos valores patrimoniales y se halla vivo desde la práctica de hombres y mujeres portadores de una herencia aborigen que se mantiene, tanto en el campo como en ciudades", dijo.
"Esto se ha constatado con el inventario realizado desde la declaratoria de la cocina criolla cubana, sus prácticas y saberes asociados, donde se reconoce el casabe como un plato tradicional, en la resolución fechada el 18 de octubre de 2019 y en la actualización a propósito de la postulación", agregó.
En palabras del experto del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, el casabe "constituye un elemento de resistencia cultural que se ha salvaguardado generación tras generación".
Los instrumentos y artefactos que emplean los "casaberos" se diseñan de forma artesanal, con materiales que provee la propia naturaleza.
Los promotores del consumo de casabe insisten en que "es un alimento con muchas propiedades, que no afectan a la salud ni al medio ambiente, aportan a la seguridad alimentaria y al buen comer, y su producción contribuye al sustento económico de quienes lo producen".
Según el reporte de la ACN, "los portadores casaberos han manifestado sus consentimientos para presentar el expediente de candidatura para la Lista Representativa y han participado en acciones de gestión en las comunidades donde habitan".
En medio de una escasez generalizada de alimentos, la yuca no escapa a la situación y también es difícil hallarla en las tarimas de los agromercados cubanos. Pese a esta situación, este tubérculo y el casabe llevan ya algún tiempo alimentando titulares de la propaganda oficial, como soluciones a la falta de otros productos indispensable en la dieta actual del cubano.
En febrero de 2022 el teólogo brasileño Frei Betto, designado por el Gobierno cubano como su asesor para el diseño e implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, llamó a potenciar en Cuba la producción de la yuca para sustituir recursos escasos.
