Blanca Rosa Blanco homenajea a la emigración con su documental 'Retorno'

La actriz cubana Blanca Rosa Blanco se ha sumergido sin límites en el mundo de la dirección con el documental Retorno. "Es mi homenaje a todos los que se han sacrificado por lograr una vida diferente, a los que les ha costado mucho, incluso la vida, y a las familias que se han quedado esperando", dice la actriz en entrevista con DIARIO DE CUBA. 

Conocida por producciones como La cara oculta de la luna, Habanastation y Tras la huella, la actriz y directora sigue prefiriendo las entrevistas cara a cara, en la que puedes descubrir y sorprenderte. "Es diferente encontrarnos frente a frente. Mientras tengamos la posibilidad de encontrarnos y vernos a los ojos, mejor. Eso es lo que me pasó con Retorno. No puedo explicar lo que sucedió con la fiesta de los Indianos en La Palma, hay que vivirla para encontrar qué quieres decir".

Los Indianos es una fiesta tradicional de la isla de La Palma, en España, que recuerda a los canarios que emigraron a "Las Indias", ​concretamente a Cuba, y que a su regreso hacían ostentación de la supuesta riqueza obtenida en tierras lejanas.

"Hay que encontrarse en el escenario, que va más allá de personas disfrazadas y vestidas para un festival. Estamos hablando de una necesidad de recordar lo que fue la migración en Cuba a finales del siglo XIX y principios del XX, en esta isla (La Palma), de donde la mayor parte de los emigrantes se fueron a Cabaiguán (...) a buscar una nueva vida"

Cuando Blanca Rosa Blanco descubrió lo que sucedía en La Palma, no dudó en tirarse a la piscina de la dirección y empezó a "vincular a intelectuales y personas que pudieran aportar testimonios a partir de sus experiencias familiares".

La emigración ha tocado de cerca a la actriz, cuyo bisabuelo salió de Málaga, España, hacia Cuba, en un barco. Muchos años después, el hijo de Blanca Rosa Blanco emigró a EEUU, donde se graduó de Dirección Creativa.

"Yo vengo de una familia de emigrantes y me sentía con una deuda enorme. La fiesta es un motivo, pero detrás de eso le dedico este documental a mi bisabuelo, que salió de polizonte en un barco desde Málaga y logró llegar a Cuba en una travesía de más de 40 días, donde encontró de todo. Es lo mismo que pasa ahora, desde muchos lugares. Todo el mundo está buscando algo", dice la actriz.

"Mi bisabuelo no murió en Cuba, regresó a Málaga, necesitaba regresar. Del mismo modo en que tengo un bisabuelo que se plantó en Cuba, tengo un hijo que un día se fue. Es una persona de una generación diferente, con un punto de vista diferente. La emigración no se ve como un problema aislado a la parte espiritual, yo sigo creyendo que hay una parte espiritual muy sensible, que va más allá de las ambiciones políticas, económicas y personales. Va desde la necesidad espiritual de empezar algo sin dejar de ser quien eres". 

Blanca Rosa Blanco dice sentirse ciudadana del mundo. "Es respetable que las personas anden por el mundo. Yo me siento ciudadana de él, hay un pedazo de mí en cualquier lugar. Lo más importante es que tengan la libertad de poder elegir y que los países, todos, estén en la disposición de aprobar esa nueva forma cosmopolita de ser ciudadanos del mundo".

Retorno, que se estrenó en La Palma y todavía no se ha podido lanzar en Cuba, "es un homenaje a la emigración en todos los sentidos, de hoy y en cualquier lugar del mundo. Es mi homenaje al reconocimiento de la cultura de ida y vuelta que hay en todos los lugares, donde las personas van perdiendo su identidad, pero nunca pierden sus raíces. Yo tengo ese tema muy sensible, todos tenemos algún familiar que ha emigrado".

Aunque la dirección parece haber llegado para quedarse en la vida de Blanca Rosa Blanco, la actriz no le ha dicho adiós a la actuación, que ha sido su pasión por tantos años. 

"Trabajé sin parar durante 30 años, la pausa se estableció a partir de mi propia inquietud de dirigir. Si ahora tuviera que representar un personaje de ficción para disfrutarlo sin angustia, elegiría a una cantante de bolero... La vida sabe lo que hace", dice entre risas, sugiriendo que el canto no es lo suyo, pero que no tiene "ningún conflicto con la timidez".

"Yo tengo el síndrome del hijo del medio, estuve entre el hermano pequeño y el mayor, o sea, el ejemplo, y el que esta siguiendo los pasos. Fue a través del arte que me convertí en mi propio centro, el atrevimiento de tener mi propio espacio en la familia. Desde los cinco años empecé en la escuela unida a los matutinos, al teatro y nunca más paré".

Blanca Rosa Blanco cuenta que siempre fue desenfadada, "y eso tiene que ver con la manera en que mi mamá me crió, siempre me ponía muy poca ropa, lo cual me hacía muy feliz. Hay cosas más importantes, como la actitud ante la vida."

Por mucho tiempo, en Cuba, el rostro de la actriz parecía estar en todas partes, y detrás de esos éxitos casi siempre hay sacrificios. 

"Renuncié, sobre todo, a años de dedicarle a mi hijo, me perdí cosas. Prioricé mi carrera por encima de todo, renuncié a relaciones, al amor, al sol, a la playa, a comer un poco más, tuve que quitarle el pecho a mi hijo a los seis meses porque tenía que ir a filmar. Tenía siempre mucha urgencia, es algo que siempre he tenido en mi vida, y eso, con el tiempo, te pasa factura. Igual no tengo ningún arrepentimiento. A uno le queda la satisfacción de muchos años de trabajo, de haber podido hacer una carrera con dignidad en un lugar con pocas posibilidades de producción, y elegir personajes en el momento correcto". 

En su nueva etapa como directora Blanco dice que le encanta la parte de dirigir actores. "Es lo que más cerca tengo; sientes cuando realmente te están dando la verdad. Me encanta buscar, tocar la esencia, investigar, conocer bien al actor con el que estoy trabajando y lograr dé todo lo que me propongo, sin límites. No tengo límites. Soy más feliz sin límites".

El gusto por las nuevas tecnologías ha ido creciendo en la actriz, cuyo hijo le sirve de aliento en esta materia. "Todos los que empezamos en el mundo analógico, cuando llegamos al digital nos hemos tropezado con un montón de cosas, ha sido un tránsito difícil para mi generación. Ya no necesitamos de cámaras enormes para que las cosas salgan bien. El éxito está en acostumbrarse a las circunstancias, no quiero volver atrás a nada, ni en mi vida personal ni en la profesional".