Con escasa repercusión finalizó este domingo en La Habana la primera edición del festival San Remo Music Awards, un certamen que estuvo marcado por la cancelación de las figuras internacionales prometidas por la primera dama Lis Cuesta y el músico Jorge Luis Robaina, sus organizadores cubanos.
Tras meses en los que se habló más de las polémicas asociadas al festival que a su oferta cultural, el certamen musical terminó con el primer premio para el Dúo Iris, de La Habana, seguido por el cantante Alejandro Padrón, de Mayabeque, y un tercer puesto compartido por los también habaneros Saeed Mohamed y Dailys Álvarez, informó el diario estatal Granma.
Pese a la cancelación de los principales artistas invitados en protesta contra la represión en la Isla, como fue el caso de los españoles Andy y Lucas y Alex Ubago y el mexicano Kalimba, las autoridades cubanas siguieron adelante con un evento del que se desmarcó hasta el italiano Festival di Sanremo.
También artistas cubanos como Raúl Paz y la rapera Telmary renunciaron a participar en el evento tras la salida de los extranjeros, pero otros como Buena Fé, Tony Ávila, Adrián Berazaín, David Torrens, Toques del Río, Karamba, Pedrito Calvo, Tania Pantoja, Mariachi Habana, Waldo Mendoza, Elito Revé y su Charangón, la Charanga Latina, El Niño y La Verdad, Pupy y los que Son Son, Mayito Rivera y Osdalgia Lesme sí participaron.
Para sustituir a los artistas invitados que renunciaron a participar los organizadores del festival convocaron a los italianos Ricardo Cocciante, Gatto Panceri, Sonia Mazza, Rossella Zitiello, Sara Scognamiglio, la española Pilar Boyero y el mexicano Samuel Casteli.
El evento incluyó un programa de conciertos, una feria internacional de negocios, desfile de moda, una cita gastronómica y cuatro noches de concurso musical en el Teatro Nacional.
La mala popularidad del festival fue tal que la propia Lis Cuesta dedició dejar de aparecer en las conferencias de prensa meses antes del comienzo, aunque volvió a mostrarse al inicio del evento tras publicar una foto suya en la Feria de Negocios, a lo que los usuarios contestaron con una oleada de críticas.
Por el momento las autoridades cubanas no han confirmado si pretenden organizar más ediciones del polémico festival, propiedad del controvertido empresario italiano Nicola Convertino.
Un show de circo de barrio tenía mas caché que la mierda de San Remo.
Y pensar que Cuba, con su brillante historia musical antes del establecimiento de Aquella Mierda, haya llegado a importar figuritas italianas de pacotilla para un "festival" de truco que da franca pena.