A la humorista cubana Aleanis Jaúregui casi nadie la llama por su nombre, se convirtió en Cuquita la Mora desde los tiempos del programa Jura decir la verdad, en donde, según cuenta, aprendió muchísimo. "Éramos una familia, nos veíamos todos los días, ensayábamos todas las mañanas y después grabábamos una vez al mes. Hacíamos muchas giras y compartíamos juntos. Yo era la niña del grupo, entré con 19 años, y siempre me protegían", dice la actriz en entrevista con DIARIO DE CUBA.
"Yo siempre quise ser actriz, pero dramática. Ulises Toirac fue quien vio en mí ciertas cualidades para el humor y me llamó para hacer el programa. Con el paso del tiempo fui descubriendo que tenía ese don. Un buen día, después de estar siete años en televisión, empecé a hacer humor en vivo y realmente descubrí que era mi camino".
La humorista, quien vive en EEUU desde el 2019, cuenta que siempre le gustó escribir cuentos y poesías. "Escribir siempre fue mi pasión. La mayor salvación que tengo en este mundo es mi poder de creatividad", afirma la actriz, quien ha creado su propia productora, en donde produce contenido para sus redes y anuncios para diferentes empresas.
Sobre la diferencia de hacer humor en Cuba y en EEUU, señala que "en EEUU no dependes de nadie para hacer tu trabajo, en Cuba debes de pertenecer a una compañía que no te busca trabajo, pero se queda con un porciento de lo que haces, es como un parásito pegado. Aquí no tienes limites para crear; en Cuba, ni soñar hacer un chiste político".
Aunque la política nunca fue el eje central de las actuaciones de Cuquita, la actriz relata que siempre le ocurrían parodias al respecto. Sobre la situación social en la Isla, opina que "hace unos años había silencio, todo el mundo estaba acostumbrado, la gente no tenía mucha información de lo que estaba pasando. Ahora, con las redes sociales, la gente se entera un poco más de cómo es la cosa, de todo lo que hemos vivido y de quién es el culpable. Los sucesos del 11J fueron un detonante, ya después de eso es muy difícil quedar callado".
"Si estuviera en Cuba tal vez no hubiera salido para la calle, pero si iba a estar publicado todo el tiempo, reaccionando a las injusticias, sin importar las consecuencias. Hay muchos que piensan que los que estamos fuera no tenemos nada que perder, pero no es así, desgraciadamente ese sistema tiene dominio sobre ti y te censura, o no te dejan entrar, pierdes la oportunidad de ver a tu familia".
La humorista tiene una hija de 15 años y espera darle el mismo ejemplo que su madre le dio a ella. "La mayor educación es lo ven, no lo que les dices. Yo siempre veía a mi mamá corriendo y trabajando. Ella era maestra y siempre la vi luchando sin ningún resultado, pero enfocada y eso me inspiró".
Para los que les guste reír, pero no leer, la actriz publicó un libro con título Mi humor, en donde recoge diez monólogos escritos por ella, listos para ser interpretados. El libro se puede encontrar en Amazon.
Sobre su parecido con el personaje de Cuquita, la humorista dice que tienen muchas cosas en común. "Yo siempre ando con una jaba en la mano y me equivoco muchísimo con el inglés. Mi vida es una comedia desde que me levanto hasta que me acuesto, solo el que esté al lado mío puede vivir eso", dice entre risas.
