El pianista y arreglista cubano Iván "Melón" Lewis acaba de ganar el Latin Grammy al Mejor Álbum de Jazz Latino con su disco Voyager. "Fueron cuatro segundos de locura porque no lo esperas (…) Ese medio segundo previo a la premiación algo me dijo que me había tocado. Ha sido una invasión de sensaciones, de alegría, un poco de rabia por todo el tiempo que llevamos los artistas sin conseguir logros, y de nostalgia porque me hubiese encantado llamar a mi papá, pero desgraciadamente se fue en enero", dice en entrevista con DIARIO DE CUBA.
El músico también asegura haberse emocionado con la victoria de "Patria y Vida" en la premiación de este año. "Fue un momento muy intenso a nivel emocional. Ese premio fue muy importante porque una ceremonia con tanta visibilidad como los Latin Grammy es un escaparate perfecto para reiterar que lo que se pretende es un cambio para mejorar la vida de las personas, no es nada más que eso", dice el artista.
"El meollo de la cuestión es mucho más simple y noble que todas las rencillas políticas que quedan. Es necesario que nuestro pueblo tenga un respiro (...) una manera de vida mejor. Todo ese deseo se sintió allí esa noche", continúa.
El amor por la música a Melón le viene de familia y confiesa que nunca ha tenido un "plan B". "Mi papá era músico, trompetista y profesor de solfeo y armonía en Pinar del Río. Yo creo que nací para esto. Siempre tengo música en la cabeza. Soy muy de grabar melodías en el teléfono en el coche y ya luego en la casa con el piano empiezo a darle forma. Más de la mitad del repertorio de los cinco discos que tengo han nacido así", cuenta Melón.
El pianista, quien ha colaborado con artistas como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, José Luis Perales, Paquito D´Rivera y Buika, comenzó su carrea profesional a los 20 años, como parte de la banda del cantante cubano Issac Delgado.
"Issac siempre se giraba cuando se acababa una canción para decirnos el título de la siguiente. Una vez se giró y lo hizo muy rápido. Alain Pérez y yo entendimos el nombre del mismo tema y empezamos a tocarlo, y no era esa la canción que quería Delgado. Empecé a tocar e Issac me miró con unos ojos tremendos. Encima era una canción que ya hacía tiempo no tocábamos. Al final tuvo que parar", dice Melón entre risas.
El músico dice tener la mejor crítica en su casa. "Mi esposa no es músico, aunque tiene una sensibilidad musical enorme y muy buen gusto por la múisca, pero no anda con tecnicismos. Ella es más de me gusta o no me gusta, y eso es necesario para mí porque yo no puedo tener esa perspectiva por mi formación, y no es fácil desligarme de eso", dice el artista, quien intenta siempre "tener en cuenta al público. No es acertado lo que pasa en algunos géneros, como el jazz, que tiende a hacer música para músicos".
A los jóvenes que estén intentando abrirse paso en el mundo de la música, Melón les aconseja que se "mantengan siempre con los oídos y los ojos abiertos. Es importante ver y analizar para construir tu criterio. Jamás te des por vencido. Aunque te pierdas en algún momento, es importante mantener la mirada en la meta a largo plazo y así, consciente o inconscientemente, estarás caminando hacia allá".
