El escritor Leonardo Padura cree que sus novelas son "de los documentos más radicales que se pueden haber escrito" sobre una Cuba hoy convulsa cuyos problemas "deben resolverse entre los cubanos", informó la agencia española EFE.
"Creo que mis novelas escritas y muchas de ellas publicadas en Cuba, como El hombre que amaba a los perros, Herejes o La novela de mi vida, son de los documentos más radicales que se pueden haber escrito y dicho sobre este país. Y eso a mí me da mucha tranquilidad", dijo el premio Princesa de Asturias de las Letras (2015).
En su casa del barrio habanero de Mantilla, tres semanas después de que miles de personas salieran a las calles del país a protestar por la escasez y pedir libertades el pasado 11 de julio, Padura dijo que espera que la polarización extrema que vive la Isla "se pueda resolver entre cubanos", incluyendo al exilio.
"Con cierta frecuencia recibo ataques de un extremo y de otro, porque trato de ser justo y de hablar de verdades sobre las que existe un cierto consenso", se quejó Padura, a menudo criticado por su silencio. "Ya se sabe que la verdad no es absoluta, lo que es absoluto es la mentira. Y yo en ninguno de mis textos, ni en mis novelas ni trabajos periodísticos, necesito de la mentira para hablar de Cuba. Cuando alguien quiere criticar a Cuba no tiene que exagerar, solamente tiene que decir la verdad", se defendió.
"Estoy muy tranquilo conmigo mismo. No puedo satisfacer todas las posiciones, no quiero ponerme en ningún extremo, le tengo mucho miedo a los fundamentalismos y a los extremos porque parten de que su razón es la única razón posible, y creo que siempre hay más de una razón y se debe dialogar entre estas razones", justificó.
Padura dijo que las protestas lo sorprendieron viendo la Eurocopa. "De pronto cortan la transmisión y viene la intervención del presidente (Miguel Díaz-Canel) y me entero de lo que está pasando", relató a EFE sobre el llamado al enfrentamiento entre cubanos hecho por el máximo dirigente del Partido Comunista de Cuba.
Poco después las autoridades bloquearon el acceso a internet y la información que llegaba era confusa y "muy distorsionada, muy parcial, muy agresiva en algunos casos y costaba trabajo poder ubicarse en lo que ocurría", añadió.
Su primera sensación, que describió la semana después de las manifestaciones en un texto publicado en la plataforma La Joven Cuba, "fue de que se había producido un alarido que venía desde las entrañas de una sociedad que exigía otras maneras de manejar la vida en sentido general, y ahí entra lo económico, lo social, lo político".
El retraso injustificado de las reformas económicas engendró "algo que es evidente": el crecimiento de las desigualdades y la pobreza.
Padura mencionó asentamientos paupérrimos de La Habana en los que "te das cuenta de que ese no es el país por el que hemos trabajado, por el que hemos soñado, por el que se han hecho tantos sacrificios. Hay que buscarle soluciones a esas personas".
Las manifestaciones, a su juicio, canalizaron el hartazgo de esperar una prosperidad que nunca llega y evidenciaron la incomunicación entre el poder y el sentir de la ciudadanía. "Tanto, que creo que los sorprendió esa manifestación porque no fue que en una cola empezaran a gritar algo, es que hubo en muchas partes del país gente que salió a pedir cosas, a pedir libertad por ejemplo, y es muy serio cuando la gente grita pidiendo libertad".
Dijo estar preocupado por que ese sentir "no sea entendido y procesado de la mejor manera, porque hay un magma social en el que están estas intolerancias y extremos de los que hablábamos al principio que pueden ser los que se impongan y sería lo peor".
"Las respuestas violentas no son para nada la cura que está necesitando este país, que no es el mismo que era hasta hace 15 días. Es un país diferente y hay que manejarlo de una manera diferente", añadió.
Consideró que lo ocurrido ya se estaba gestando, como demuestra la concentración de jóvenes creadores el pasado 27 de noviembre ante el Ministerio de Cultura en La Habana. "Allí se habló de la necesidad de un diálogo que al final quedó en unas pocas palabras y muy pocas soluciones, y cuando la gente pide libertad de expresión, de pensamiento, de opinión, está pidiendo algo que le pertenece, algo que creo que no se les puede negar en ningún sistema ni ningún país".
Sobre todos esos jóvenes que protestaron el 11 de julio, Padura dijo que la alternativa "menos deseable" es que sean marginados o "incluso hasta encarcelados por su posición social o política" y que por el prolongado "desangramiento" que sufre la Isla muchos —entre ellos los más preparados— acaben marchándose.
Padura importa muy poco, si algo, pero ilustra ciertas cosas de cierto interés antropológico. Su pinta de camaján es posiblemente insuperable y nunca deja de impresionarme, a pesar de repugnar. Lo que dice es mucho menos elocuente y revelador que lo que deja por decir, aunque no vale la pena pedirle otra cosa, pues sencillamente no puede dar lo que no tiene. Le reconozco hacer mejor papel que algunos, pero no cuesta gran trabajo bailar mejor que el Silvio, por ejemplo, que casi da lástima. Total, si Padura no representa nada para la inmensa mayoría de los cubanos, dentro y fuera de la isla, pero sobre todo dentro. O sea, habla para su público en el extranjero, el que tiene y el que busca, como una suerte de mercadeo. Bah.
Leonardo Padura se cree el Solzhenitsyn cubano, cuando no pasa de ser un Gorki de Mantilla.
Leonardo Caradura siempre nadando entre dos aguas.
Recomiendo la lectura de una entrevista a Padura publicada ayer en El Nuevo Herald. La acabo de leer en el blog de Silvio Rodríguez, quien simplemente cortó y pegó, with no comments.
Padura es mas singao que Diaz-Canel. Que mal me cae ese comunista a lo Picasso.
Padura ha esperado bastante para ponerse a tono. Me imagino que alguien que ha compartido mesa con Pablo Iglesias o Lula obedeciendo a la perfidia del oportunismo o quién sabe que otra contradicción, debió haber premeditado muy bien este número de chistera.
Los motivos y razones que han promovido las protestas en Cuba siempre han sido las mismas, no son nuevas, sino la consecuencia de un sistema totalitario del que Padura ha sido cómplice y que ahora movido por los vientos que soplan (no vaya a ser que…) ha decidido por cierta "definición necesaria".
Por otra parte soy de la opinión que ninguno de estos personeros como Padura o Susurro Rodriguez se atrevan a tanto si no hay algo más detrás que los resguarde. De todos modos creo que todo lo que contribuya a desmantelar al castrismo es válido y bienvenido, da igual si se llama Alcántara o Padura. Es la hora de los hornos…
Estimado, pienso que Padura ha sido la contradicción misma (o la cobardía misma), porque no hay coherencia entre muchas de las declaraciones que ha hecho fuera de Cuba, más el numerito con Lula, que van por un rumbo, y sus novelas que van por otro (no por gusto el régimen no le ha publicado mucho y cuando el MINCULT lo nombró escritor no sé qué cosa, allá fueron los colegas de la isla a cuestionar el Premio.) Como bien usted dice, es la hora de los hornos y por tanto me quedo con su última afirmación. Igual que he criticado a Padura cuando ha dicho tonteras, hoy lo aplaudo. Su escrito en La Joven Cuba a pocas horas del "alarido" del 11j fue muy bueno, cuando Rodríguez andaba deshojando margaritas. Todavía hoy Rodríguez anda con la bobera de la "revolución".
El día que el actual Gobierno de Cuba se caiga, mucha gente se va a llevar una sorpresa. Será como un juego de cartas o de dominó, en el que todo el mundo sacará lo que tenía escondido en su juego con el sistema. Se irán moviendo muchas fichas y cartas como un castillo que cae. Allí no es revolucionario nadie, por mucho que algunos se imaginen esto o lo otro. Salvo los que viven bien del sistema y se benefician del mismo. Padura vive de su obra y vamos que ni por asomo sé lo qué piensa, y no puedo asegurarlo. Me remito únicamente a lo que dice aquí y a su obra. El otro, ya no tiene muchas opciones ni por la edad ni por los temas que canta... Supongo que al ver la realidad de Cuba se debe estar cagando cada día en todo. Ni los hijos de los matarifes venezolanos aguantan la ruina venezolana. Todos están desperdigados y viviendo del dinero de Venezuela en las capitales más importantes del mundo. Como hacen algunos de los hijos de los altos dirigentes cubanos también, hace ya tiempo.
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√ p a d u r a
¿Radical tú Padura .... ? ¿En cual de las acepciones ...?
1. adj. Perteneciente o relativo a la raíz.
2. adj. Fundamental o esencial.
3. adj. Total o completo. Cambio radical.
4. adj. Partidario de reformas extremas. U. t. c. s.
5. adj. Extremoso, tajante, intransigente.
6. adj. Bot. Dicho de cualquier parte de una planta: Que nace inmediatamente de la raíz. Hoja, tallo radical.
7. adj. Gram. Perteneciente o relativo a las raíces (‖ de las palabras).
8. adj. Gram. Dicho de un segmento morfológico: Que constituye la raíz de la palabra. U. m. c. s. m.
9. adj. Mat. Dicho de un signo (√): Que indica la operación de extraer raíces. U. t. c. s. m.
10. m. Quím. Agrupamiento de átomos que interviene como una unidad en un compuesto químico y pasa inalterado de unas combinaciones a otras.
En esta versión del despacho de EFE está omitida su declaración que es necesario un "diálogo sin injerencias extranjeras". Me llamó la atención que el señor Padura expresara esta premisa, porque es bien conocido que la comunidad internacional vería con alivio que la dictadura, al fin, comenzara a dialogar con la población y cesaran contra ella los humillantes e injustos ukases desde Palacio.
Este notable escritor lo que no entiende, como el resto de intelectuales que hacen un "acompañamiento crítico" (qué delicioso oxímoron), es que los humildes ya no aguantan más. Él, desde su cómoda poltrona y bien dotada alacena, incluido viajes de descompresión psicológica al exterior y una jugosa cuenta en dólares en el BPA, puede esperar por el diálogo toda una eternidad.
La arrogancia del gobierno ha matado toda esperanza de diálogos, negociaciones y acuerdos conciliados favorables a la sociedad civil, dejando abierta la ruta de la violencia popular.
"Y eso a mí me da mucha tranquilidad". A mi me da sospecha la verdad. Y sobre la radicalidad, ni tanto. Otro que vive de espaldas a la realidad hace rato.
A Leonardo Padura lo conocí a inicios de los 90 en la casa de un amigo común y me sorprendió las crítica dura y extrema que expresaba sobre la labor de determinados ministros cubanos y más importante aún sobre el mandato de Fidel Castro. Ya en esos tiempos no había revolución y creo estar segura de que él, Padura, al menos ese día "revolucionario" no se sentía. Después con "El hombre que amaba los perros" dejó escrita su visión sobre las utopías comunistas, a las que sepultó con el techo que le cayó arriba al protagonista. En honor a la verdad, por lo que dice en el video y lo que escribió en La Joven Cuba, su posición ante lo del 11J y el régimen es válida, como no lo es el estira y encoge de otros artistas e intelectuales en Cuba. Si DDC publica con destaque las boberías con que Silvio Rodríguez se ha apeado en estos días, bien merecen destaque estas declaraciones de Padura.
Weston, no creo que ninguno de los dos sea revolucionario, pero por el bien de ellos y sus familias, pensemos que sí. Lo que pasa es que no tienen más opción... ¿Qué van a hacer?
De acuerdo en que "no tienen opción" porque sin la aureola revolucionaria, su imagen de escritor y artista vale mucho menos; pero yo creo que el elemento afectivo es muy importante para entender la actitud de los demás. Ellos sienten por la Revolución, aunque sea una entelequia.
Creo que estas declaraciones son ponderadas y responden a una realidad: Padura aún se siente "revolucionario". Probablemente, igual que Silvio, se morirá como tal. Respeto esa decisión; pero lo mejor sería que no hiciera muchas declaraciones, porque la realidad es que Cuba está en ruinas, y los cubanos, en condiciones paupérrimas. Al final, eso es lo que queda de la Revolución de Fidel.
Al señor Padura no lo conozco estimado Weston, pero me parece comprensible que trate de salvar su capital histórico tan cercano a la revolución. De hecho, Portocarrero, Lezama y Carpentier, por sólo citar algunos con los cuales abordé el tema del compromiso político, confesaban ser hombres de izquierda en la República e igualmente se lamentaban de carecer de fuerzas para romper con la confusa entidad que asociaba patria y revolución.
Como sabemos, Lezama optó por el chiste cruel y el auto ostracismo, René por la comercialización de su obra y cero comentario político, excepto en algún carnaval en tempera donde restimonió su inconformidad. Y bueno, Alejo, al que admiro tanto, tomó el camino del franco, rampante colaboracionismo y sólo crítico en la intimidad de un círculo de amigos de mucha confianza.
Resulta curioso que las revoluciones arrastren a hombres tan talentosos, algunos geniales y que éstos casi inevitablemente terminen desencantados.
Saludos.
Amigo Fortes: Los izquierdistas honestos y sensibles tienen ideales superiores y crean obras universales. No son pragmáticos, son soñadores. Imagínese que no hubieran existido Picasso, Paul Eluard, Diego Rivera, Neruda, García Márquez, Cortázar, Arnulfo Arias, y tantos gigantes del arte y la literatura. Eso no le resta méritos a Camilo José Cela ni a Borges, desde luego. Ya en particular sobre Padura, disfruté El hombre que amaba a los perros. Nada más. Saludos.
Al Parecer Padura Caradura tiene un socito en DC que publica las disquisiciones y boberías de este tipo, porque nunca "jamás" he escuchado (fuera de DC) la existencia de este personaje tan chicharrón de la dictadura de los Castro & Co.......
La Literatura siempre refleja el mundo que la rodea, sin proponerse ser un espejo de la sociedad en muchos casos. Así le ocurrió a Balzac y a tantos otros escritores. No creo que Padura evada su realidad, pero sí lo condiciona -como es natural- a la hora de opinar sobre ella. Nadie puede escapar a una dictadura. A pesar de ello, está siendo honesto en esta ocasión. Está ofreciendo su visión de la situación del país a partir del 11 de julio y está pidiendo comprensión para las demandas de los manifestantes y respeto para ellos. Además de pedir respeto para el derecho a opinar y expresarse o manifestarse libremente. Discreparía con él, en lo referido al establecimiento de un diálogo. Él mismo es consciente que el régimen luego de prometerlo, renunció al mismo con los artistas que protestaron meses antes frente al Ministerio de Cultura. Creo que con la dictadura, a la que evidentemente viviendo allí no define con precisión, ya no hay nada que dialogar, porque nadie la eligió. Qué se vaya!
Se ve que en la cultura del monologo donde nadie te cuestiona y te desenmascara en publico vale para este tipo de estupideces, ¿pero como un arrastrado y miserable puede creerse que escribe algo de lo que desconoce?. Payaso.