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teatro

El Caso Padilla en el Festival Grec de Barcelona

DIARIO DE CUBA habla con Dagoberto Rodríguez y Abel González Melo, quienes se proponen 'recomponer la verdad' dentro de la 'selva documental' en torno a Heberto Padilla.

Madrid
Los actores cubanos Yadier Fernández y Rey Montesinos en 'Fuera del juego'.
Los actores cubanos Yadier Fernández y Rey Montesinos en 'Fuera del juego'.

Fuera del juego, una ficción documental creada por el artista visual Dagoberto Rodríguez y el dramaturgo Abel González Melo a partir del caso Heberto Padilla, se presentará los días 28, 29 y 30 de mayo en la Sala Versus Glòries, dentro del Festival Grec de Barcelona. El estreno de la obra coincide con los 50 años de la "autoinculpación" pública del escritor cubano.

"En 1968, el escritor cubano Heberto Padilla ganó el Premio Nacional de Poesía que concedía la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) con el poemario Fuera del juego. Al poco tiempo de recibirlo, Padilla, ferviente revolucionario que pasó de la emoción a la decepción y posteriormente a la crítica, sería acusado de contrarrevolucionario por las autoridades, sometido a censura, perseguido y encarcelado", recuerda la sinopsis del montaje teatral que lleva el nombre de aquella polémica obra.

En abril de 1971 "Padilla compareció públicamente para protagonizar una 'confesión de culpabilidad' que todavía hoy sorprende y que constituyó un punto de inflexión en la relación entre el régimen cubano y los artistas del país", consideran los protagonistas de esta nueva obra de teatro, en una conversación con DIARIO DE CUBA.

"Conseguí acceder al material audiovisual íntegro de la autoinculpación que se filmó aquel día en la UNEAC, toda una rareza documental. Quedé estremecido: las palabras, los gestos, el tono, la ambigüedad del discurso. Surgió de ahí la idea de crear una ficción para cine a partir de este alegato, que fuese más una metáfora que una reconstrucción histórica, y entonces nació Retráctil, junto al cineasta Pavel Giroud", cuenta Dagoberto Rodríguez, a cargo del concepto artístico y la producción de la obra.

Sin embargo, para Rodríguez, "la mejor forma de poner a dialogar el Caso Padilla con la actualidad radicaba en la narrativa que ofrecía el teatro". 

"A través de Pavel conocí a Abel González Melo, nos sumergimos aún más en la obra, la vida y las circunstancias que envolvieron a este hombre, un artista como nosotros: el 'Galileo tropical' de la ortodoxia socialista", relata.

"La mítica frase de 'sin embargo, se mueve', atribuida a Galileo tras abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante la Santa Inquisición, gravita en la complejidad del Caso Padilla, en la ironía y el subtexto, en todas las interrogantes que aún despierta su expediente. Nuestra obra Fuera del juego es un ejercicio que nos conecta con la esencia de nuestra misión como artistas", asegura. 

Cuando Dagoberto Rodríguez propuso a González Melo trabajar en el proyecto, el director de escena sintió "entusiasmo", pero también un "escalofrío". 

"El caso de Heberto Padilla pertenece a una zona vedada del imaginario intelectual cubano. En medio de la pasión creadora, irrumpe el miedo. Creí percibir el origen de la fascinación de Dago sobre un personaje que encarna el devenir de la Isla. Como ella, se ha ido convirtiendo en inquietante paradoja. Su fervor revolucionario, su desencanto paulatino, su oposición furibunda, su indescifrable mea culpa. Todo el proceso de Padilla está rodeado de un halo de misterio que las cinco décadas transcurridas no han conseguido despejar", dice González Melo. 

Para Melo, montaje fue un arduo trabajo "recomponer la verdad" en una "selva documental".

"La memoria hecha trozos, distorsionada como una pintura de Antonia Eiriz. Restos de una vida, de una época, que nos hablaba directamente. El arte como bisturí, hendiendo la carne. El pánico a la censura, al chantaje, a la prisión, al olvido. El exilio inevitable. La fragilidad humana a la intemperie. La única verdad era esa: todo el expediente de Padilla volvía para sacudirnos", añade González Melo, a cargo de la dramaturgia y la dirección general.

"Trabajamos desde la polémica en El Caimán Barbudo hasta la autoinculpación. Nos sentimos en el deber (disfrutamos el complicado placer) de meternos con la historia y recuperar un universo estético que es profundamente político", afirma.

Catarsis

El equipo artístico de Fuera del juego incluye a los actores cubanos Yadier Fernández, Ginnette Gala y Rey Montesinos; así como los artistas españoles Daniel Martín Corona (videografía), Antonio Dueñas (música) y Agustín Maza (iluminación).

Para Yadier Fernández, acercarse a Heberto Padilla y a su obra, para poder interpretarlo, le ha "sensibilizado enormemente con la injusticia que se cometió con él".

"Me ha permitido entender la realidad que vivimos hoy en Cuba. Los métodos de censura son los mismos, solo que quienes los practican y el entorno social resultan cada vez más vulgares. Ponerle carne a Fuera del juego y compartir escena con mis compañeros es una de las mejores experiencias que he tenido en mi carrera como actor", señala.

Ginnette Gala, quien interpreta a Belkis Cuza Male, esposa de Padilla, describe su participación como "una catarsis" que le ha llevado a vivir "la misma transformación que vivió ella".

"Ha sido y está siendo un viaje de autodescubrimiento, de empatía, de rompimiento con antiguas percepciones y de quitarme un velo de los ojos. Me ha dado la posibilidad de alzar mi voz y desde la trinchera del arte defender la justicia, la verdad. Este personaje para mí es un regalo", asegura.

A Rey Montesinos, el "compañero que 'atiende' a Heberto Padilla y su esposa" se le reveló "como un personaje fácilmente reconocible: un alter ego de múltiples colegas y vecinos" de cuando vivía en Cuba.

"Esos personajes siempre están presentes de un modo u otro, pendientes de lo que haces, de quienes te rodean, y se sienten en el derecho de 'opinar' y 'aconsejar'. Es ahí cuando las imágenes del lobo disfrazado de cordero, la serpiente que abraza y muerde o el leopardo al acecho de su presa se van apoderando del modo de solucionar las escenas", dice Montesinos.

"A través de este personaje podíamos viajar oníricamente hacia las más profundas y oscuras obsesiones de Padilla y así evocar, muy sutilmente, a sujetos reales de la historia cultural cubana vinculados a los procesos de censura", declara.

"Está siendo un acto purificador, pues a veces no era consciente de haber formado parte de un sistema donde el miedo se apodera de tus decisiones y acciones con el único objetivo de mantenerte a salvo", concluye.

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3 comentarios

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Profile picture for user Ana J. Faya

Les deseo el éxito que merece este esfuerzo. Estos artistas perciben un "halo de misterio" alrededor del caso Padilla que en realidad no es tal. Quizás por razones de edad fueron descubriendo lo que para otros fue vivencia. Es solo el efecto de la censura que el régimen impuso entonces y continuó después. Censura, aplastamiento del "otro", la dispersión de los implicados han sido políticas de ese régimen siempre; y el silencio a lo que no les conviene, sobre todo cuando la repercusión internacional de los hechos les es adversa. Muy conveniente en estos tiempos en que a una artista se le procesa por dibujos sobre José Martí, a otros por protestar injusticias y a uno se le mantiene secuestrado en una sala de hospital.

"Me ha permitido entender la realidad que vivimos hoy en Cuba. Los métodos de censura son los mismos, solo que quienes los practican y el entorno social resultan cada vez más vulgares" DE ACUERDO... Y a ver si la exhiben en Miami.

Profile picture for user Weston

Desde luego, no puedo juzgar la calidad artística de esta obra; pero honrar a Heberto Padilla es un deber de las nuevas generaciones de poetas cubanos. Enhorabuena!!