El artista cubano y coordinador del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, compartió en sus redes sociales imágenes de algunas de las obras que realiza actualmente, relacionadas con las envolturas de las golosinas que se comercializan en la Isla desde los años 90.
Para Otero Alcántara esas pinturas "son un ejercicio de protesta desde objetos antropológicos de la escasez", por lo que afirmó que "es responsabilidad del sistema que los niños también tengan dulces, fantasías y que su sueño no sea emigrar".
El artista recordó que su infancia transcurrió durante "la mayor crisis de escasez que ha experimentado Cuba", el llamado eufemísticamente Período Especial, y dijo que entonces, debido a la falta de golosinas, se conformaba con coleccionar las envolturas que encontraba por la calle dentro de las hojas de sus libros.
"A la mayoría (de los niños) solo nos tocó coleccionar en un libro, que no sabías ni leer, como tesoros, los envoltorios de aquellos dulces que otros se comían", relató el artista, evocando los años de su infancia.
"¿La mina de nuestros preciados tesoros? La suerte y mirar para el piso de la calle que muchas veces te regalaba el más escandaloso y colorido 'paquete de chocolate', el cual guardabas junto al fantasmal olor de aquel chocolate cuya única probada era olvidar la frase 'lo del piso no se come'", escribió en sus redes sociales.
"Cuando tu nariz ya no se llenaba con este paquete, un niño te hacía una oferta tentadora para cambiarte tu tesoro por otra envoltura de plástico, que te traía un nuevo aroma de chicle o de un desconocido dulce", agregó Otero Alcántara.
"Este desequilibrado tráfico e intercambio era porque el avaricioso niño tampoco había comido de tu paquete y quería también presumir un nuevo olor de chocolate en el aula", finalizó.
Una usuaria llamada Mel L. Campos calificó el texto de Otero Alcántara como "una reflexión encantadora". "Si muchas veces me conformé con el olor de las envolturas que nunca probé, ahora viendo el ritmo que coge está mal dirigida orquesta, siento que mis hijas vivirán lo mismo, aunque me pase toda mi vida inventando, no tendré acceso a esos tesoros para mis hijas".
El testimonio de Otero Alcántara y de varios de sus seguidores recuerda a la polémica generada el pasado mes de octubre en la provincia de Guantánamo, cuando el diario local Venceremos publicó un texto que decía: "Guantanameros sugieren a la gerencia de la tienda de productos en MLC situada en las calles Los Maceo esquina a Prado, se valore la posibilidad de cambiar de lugar las confituras visibles a través de la cristalería que da para esta última arteria y colocar otro producto".
Según la brevísima nota, estos productos "llaman mucho la atención de los niños, y es complejo explicarle la imposibilidad de los padres para comprarlos por no tener acceso a esa moneda, cuestión que, ante la incomprensión de los pequeños, por lo general, les provoca el llanto".
Si,es importante que los niños tengan dulces y fantasias y eso debe ser responsabilidad de gobierno y sociedad. Mas importante es que gobierno y sociedad impidan que el "alimento" de un niño sea una mona de solvente o que un niño tenga una caja de dulces que no puede comer porque tiene que venderlos en un semaforo.
Y ahora cual premio va a ganar por tan magna obra?
ERROR. Éso es RESPONSABILIDAD DEL PUEBLO CUBANO que es hora ya de que suelte la letanía , el ocio , la inercia y recupere el entusiasmo por la necesidad de ser LIBRES.