El fotógrafo y cineasta cubano Germán Puig Paredes, fundador de la Cinemateca de Cuba, falleció en España a los 92 años, comunicó a través de su muro de Facebook el realizador Carlos Antonio González Arenal.
González Arenal, quien realizó en 2020 un documental sobre Puig Paredes, titulado El gran impaciente, no ofreció detalles de las causas del deceso.
Germán Puig había nacido en Sagua la Grande el 25 de febrero de 1928 e hizo estudios de pintura y escultura. Después de regresar a Cuba tras estudiar cine en París, junto a un grupo de amigos que incluía al periodista Carlos Franqui, el escritor Edmundo Desnoes y el también cineasta Néstor Almendros, dirigieron varios cortometrajes a lo largo de la década de 1950.
Junto a Franqui realizó Carta de una madre, y con Desnoes, Sarna, de 1952.
En 1951 fundó junto a Ricardo Vigón la Cinemateca de Cuba, que contó con el apoyo de Henri Langlois, director y cofundador de la Cinémathèque Française junto a George Franju.
Por esas sesiones fímicas habaneras, que tenían lugar en un local de la intersección de las calles Consulado y Trocadero desde 1948 como Cine-Club de La Habana, pasó buena parte de la intelectualidad cubana de la época.
No obstante, tras la fundación del estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 1959, su director Alfredo Guevara se apropió de la institución. El legado precursor de Puig y Vigón llegó a ser posteriormente negado y silenciado.
En la década de 1960 y 1970 Puig Paredes desarrolló una exitosa carrera como fotógrafo de moda y cineasta publicitario en España. Desde esa época destacó por sus desnudos masculinos, por lo que fue arrestado y acusado de pornógrafo durante el franquismo.
Debido a la persecución de las autoridades, se va a París, donde fue pionero en la edición de la historia del desnudo masculino en la fotografía, iniciativa que sería recuperada más tarde por distintas editoriales del mundo entero.
Sus fotografías se exhiben incluso en la Bibliothèque Nationale de France. También expuso en París, Madrid, Barcelona, Huelva, Mallorca, Hamburgo, Stuttgart y Miami. Poco después de la muerte de Franco, se muda a Barcelona, donde vivió hasta sus últimos días.
