Las cintas cubanas Agosto, de Armando Capó, y A media voz, de Patricia Pérez Fernández y Heidi Hassan, recibieron este viernes los premios Coral de las categorías Ópera prima y Largometraje en Documental, respectivamente, en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Asimismo, Flying Pigeon, de Daniel Santoyo Hernández, ganó en Cortometraje de Ficción.
Hace solo unos días, A media voz, una coproducción entre España, Francia, Cuba y Suiza, ganó el Premio al Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine Documental (IDFA) de Ámsterdam, Holanda.
"Muchas gracias al jurado porque con este reconocimiento no solo están premiando nuestro trabajo, sino también a la mirada femenina, al cine en primera persona, a la Muestra Joven y a la EICTV", escribió Heidi Hassan en su cuenta en Facebook.
"Con este premio el Festival legitima también el cine independiente cubano y a los cineastas cubanos que hacemos cine desde fuera del país", consideró, como hizo en su discurso de agradecimiento.
Por su parte, Armando Capó agradeció a su staff por la generosidad, así como al Festival de Cine de La Habana y a la Escuela Internacional de Cine y Television EICTV, según informó en Facebook el estatal Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
El palmarés de esta edición 41 del festival lo encabezó el largometraje Los sonámbulos, de la directora argentina Paula Hernández.
La cinta, una coproducción argentina-uruguaya, también ganó el premio al mejor guión, escrito por la propia Hernández, y el de actuación femenina para una de sus protagonistas, Erika Rivas, reportó EFE.
Durante la ceremonia, la directora de Los sonámbulos recibió el Gran Premio Coral de Ficción como una "felicidad inesperada" que quiso compartir con el equipo de realización de su filme porque considera que el cine "es un acto colectivo".
Hernández llegó con su sexta película al certamen habanero —donde presentó hace 20 año su ópera prima— tras recibir una buena acogida en los festivales de Toronto y San Sebastián para mostrar la historia de una familia ritualista, matriarcal y endogámica, contada desde la mirada de una madre y su hija de 14 años, sonámbula.
La cineasta describió la esencia de Los sonámbulos como una muestra de que en las familias se esconden los secretos más oscuros y que la acumulación de pequeñas situaciones cotidianas, cargadas de microviolencias, hace que ocurra un "estallido final".
El Coral Especial del Jurado de Ficción fue para el filme de Guatemala La Llorona, de Jayro Bustamante, junto al galardón de mejor sonido y el premio colateral Glauber Rocha otorgado por medios de prensa extranjera por ofrecer un "retrato impresionante" de una guerra que ha marcado la historia del país centroamericano.
Otra historia familiar recreada en el filme chileno Algunas bestias, dirigido por Jorge Riquelme, y protagonizada por los destacados actores Paulina García y Alfredo Castro, obtuvo el premio de mejor dirección.
La cinematografía argentina, una de las más premiadas, se llevó a casa el galardón del público de este Festival —el de la Popularidad— concedido a El cuento de las comadrejas, una comedia de humor negro de Juan José Campanella que tiene como eje central a una actriz de la época dorada del cine del país suramericano.
Esta película le valió el premio de actuación masculina a Luis Brandoni, quien mereció igual distinción por su papel en el éxito de taquilla La odisea de los giles, presentada en la inauguración del Festival con la presencia de los actores Ricardo y Chino Darín.
A ellos se sumaron el Coral Especial para la ópera prima Las buenas intenciones y el de guión inédito (Desde el apocalipsis) para los argentinos Ana García y Sebastián Dietsch, respectivamente.
El brasileño Karim Aïnouz obtuvo el galardón de Dirección Artística con el drama romántico La vida invisible de Eurídice Gusmao, y su compatriota Tomaz Alves se alzó con el Coral de la música compuesta para el filme Bacurau que cuenta en uno de sus roles principales con la reconocida actriz Sonia Braga.
Al cine joven de América Latina estará dedicado uno de los debates del Festival de La Habana en el 2020, según avanzó su presidente, Iván Giroud, en esta ceremonia de entrega de galardones.
"Un Festival que se llame nuevo está obligado a repensarse y será imposible hacerlo sin antes escuchar las ideas que nos proponen los nuevos cineastas de la región", a los que Giroud considera que es necesario "presentar, promocionar y premiar sus obras".
Esta vez, en la categoría de cortometrajes, fueron distinguidos, además de Flying Pigeon, del cubano Daniel Santoyo, los títulos de los colombianos Carlos Felipe Montoya (El tamaño de las cosas) —premio especial del jurado— y Juan Camilo Olmos, por su corto documental Arde la tierra.
El 41 Festival de La Habana reunió en su cartelera a unos 200 filmes latinoamericanos más un centenar de otras cinematografías, y hasta el domingo 15 de diciembre mantendrá las proyecciones, especialmente de las películas premiadas.
