Agosto, ópera prima de Armando Capó, sobre un amor en medio de la crisis de los balseros de 1994 en Cuba, fue presentada en el Festival de Cine de San Sebastián, España, y compite por el premio a mejor película latinoamericana.
De acuerdo con un reporte de la AFP, la película está basada en las propias experiencias de Capó y el coguionista Abel Arcos, adolescentes cuando ocurrió la llamada crisis de los balseros, la salida masiva de 45.000 cubanos en plena crisis económica en la Isla.
"Yo tenía 14 años, había terminado la secundaria básica e iniciaba cambios fundamentales", como tener que abandonar el pueblo costero de Gibara para estudiar en la ciudad de Holguín, lejos por primera vez de sus padres, contó Capó.
"Pasaban muchas cosas a nivel de adolescente, querías tener sexo por primera vez, estabas preocupado por los amigos", relató Capó.
En eso, estalló la crisis de los balseros, y Gibara se inundó de gente buscando salir por mar a como diera lugar, muchas veces en embarcaciones precarias, sin la garantía de que alcanzarían con vida EEUU, lo que marcó al joven.
"Estaban ahí un tiempo, el tiempo que tardaban en quitar el motor a un carro y ponérselo a una balsa. (...) Tú pasabas por ahí y te brindaban ron, comida, porque era gente que se iba a ir en una balsa y sentían la cercanía de la muerte", explicó.
En Agosto, Carlos, interpretado por el actor de teatro Damián González, disfruta de unas relajadas vacaciones, en las que se enamorará por primera vez.
Sin embargo, sus amigos y vecinos comienzan a integrar la ola migratoria y el mundo que hasta ese momento conocía se acabará.
Una migración que no cesa
Capó, quien sigue viviendo en Cuba donde es profesor de Cine Documental en el estatal Instituto Superior de Arte (ISA), estima que la migración es un tema siempre vigente en la Isla.
"Se van tus amigos, ya sea por una cuestión económica o porque necesitan un horizonte más amplio, crecer profesionalmente. Y claro, se acentúa más si el país está cada vez peor" económicamente, señaló.
"Lo que debería ser un proceso natural, termina siendo agónico", apuntó.
Este primer largometraje de Capó pasó un largo periodo de incubación, hasta que contó con los recursos para realizarlo, en parte gracias al Foro de Coproducción Europa-América Latina, un apoyo en metálico que se otorga todos los años en San Sebastián a un proyecto para culminarlo.
El festival donostiarra "nos ayudó a cerrar la película definitiva, y ahora estamos acá, lo que nos está ayudando a que la película tenga mayor recorrido, visibilidad", agregó.
Agosto compite en la sección Horizontes Latinos, vitrina del cine latinoamericano en San Sebastián, con otros 12 filmes de Chile, Guatemala, Uruguay, México, Perú, Colombia y Argentina.
El ganador se anunciará la noche del sábado en la gala de la 67ª edición del festival en la ciudad del norte de España.