Por tercera vez en dos semanas se avería la unidad 5 de la Termoeléctrica de Nuevitas

La unidad 5 de la Termoeléctrica Diez de octubre, de Nuevitas, sufrió su tercera avería en menos de dos semanas, complicando la precaria situación del sistema eléctrico de Cuba y alargando los apagones, que habían cedido levemente luego de que el fin de semana reiniciara operaciones el bloque 1 de Felton.

De acuerdo con el parte oficial de la estatal Unión Eléctrica (UNE), que, como es habitual, no ofreció detalles acerca de la nueva avería, la de Nuevitas es la única termoeléctrica que no opera debido a una rotura, aparte de la Felton 2, en avería desde 2022.

La unidad 5 de de Nuevitas se había averiado ya el pasado 28 de febrero, luego de entrar en servicio el día 23 del propio mes tras sufrir otro percance. En aquella ocasión, la UNE se limitó a informar que la parada obedecía a una "salida imprevista".

Debido a la rotura de la planta camagüeyana, el déficit de generación máximo pronosticado oficialmente para el miércoles 5 de marzo es de 1.726 MW, muy próximo al récord de lo que va de 2025, establecido en febrero pasado, y que fue de 1.760 MW. Con una demanda nacional de 3.280 MW, la energía dejada de producir en la jornada es alrededor de la mitad de ese consumo.

Aparte de las plantas en avería, en mantenimiento continúan la unidad 6 de la Termoeléctrica de Mariel, la 2 de Santa Cruz del Norte, las 3 y 4 de Cienfuegos y la 5 de Renté.

Además, la escasez de combustible impide el funcionamiento de 85 centrales de generación distribuida (514 MW dejados de generar entre todas), de la central fuel de Mariel (116 MW menos) y Moa (147 MW menos), de la patana rentada a la empresa turca Karadeniz Holding y ubicada en Regla (54 MW menos) y ocho motores de la patana de Melones (135 MW), ambas en la bahía de La Habana. 

Estas últimas, las únicas patanas que prosiguen sus operaciones en la Isla, de las ocho que llegó a haber, después que las autoridades las ofrecieran como una solución para los apagones en 2019 y acabaran reconociendo que no pueden abastecerla de combustible ni pagar su arriendo.

Al analizar la situación de las termoeléctricas, Ricardo Torres, experto en energía y profesor de la American University, de Washington, dijo a DIARIO DE CUBA que "a un descalabro como este no se llega de un día para otro. Ahí se han ido acumulando déficits de mantenimiento generales y capitales durante muchos años. Son plantas que tienen un tiempo de explotación considerable. La más nueva es de 1996; pero además, esa planta ya nació vieja, porque era con tecnología checa del campo socialista (…) y el uso del crudo cubano te 'alivia' el problema financiero de la escasez de combustible, pero encarece el mantenimiento, te obliga a hacerlo de manera más sistemática, porque es muy agresivo ese crudo y deteriora más".

"Cuando combinas los dos factores, entre el 30 y 40% de la demanda nacional no se cubre. Ello afecta a la economía, porque se han introducido medidas de racionamiento importantes en el sector público, incluido el productivo, así que hay bienes y servicios que no se producen. Afectaciones de 12 horas o más sin energía es un nivel de crisis asociada a una guerra o un desastre natural. Es una situación que pone a las familias en el límite de la sobrevivencia", señaló.