El régimen cubano rompió el silencio el miércoles en torno a Donald Trump, más de 20 días después de celebradas las elecciones en Estados Unidos. Miguel Díaz-Canel, desde Cienfuegos, y Bruno Rodríguez, en las redes sociales, dijeron que están "preparados", dispuestos al "diálogo en igualdad de condiciones", sin concesiones que afecten los cimientos del sistema y con el discurso de la "resistencia creativa" como única arma para un pueblo desgastado.
"Para nosotros los resultados de estas elecciones no son resultados nuevos. Era un escenario previsto, era un escenario probable, y nos veníamos preparando para ese escenario", dijo Díaz-Canel durante una visita al municipio de Lajas, publicó el diario oficial Granma.
"Existe una relación (Cuba-Estados Unidos) totalmente asimétrica, porque nos han impuesto un bloqueo por más de 60 años, un bloqueo que en 2019 se recrudeció, con medidas de la Administración que va ahora a la Casa Blanca, y que se mantuvieron con la actual, o sea, no es un problema de administraciones", dijo.
En palabras del gobernante, "dos administraciones de partidos diferentes han mantenido la misma posición de hostilidad hacia Cuba".
"Siempre hemos planteado que no tenemos nada en contra del pueblo norteamericano, y que estamos dispuestos a dialogar en igualdad de condiciones con el Gobierno de Estados Unidos, sin imposiciones, con respeto y, por supuesto, sin nada que afecte nuestra soberanía ni nuestra independencia. Esa es la posición de Cuba", añadió.
El gobernante machacó en su concepto de "resistencia creativa" para "seguir andando" cuando el pueblo cubano se siente cada vez más hundido y sin herramientas ni fuerzas para crear.
"Sin miedo, confiados en que, con nuestros propios esfuerzos, con nuestro propio talento, podemos salir adelante", dijo.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, repitió parte de este discurso en sus redes sociales:
"Los resultados de las elecciones en EEUU eran un escenario probable para el cual Cuba está preparada. Tenemos larga experiencia en el enfrentamiento a las agresiones imperialistas, evidenciada en estos 65 años de Revolución", escribió Rodríguez en X.
"Como siempre hemos hecho, mantendremos nuestras cordiales relaciones con el pueblo estadounidense y la disposición de dialogar, en igualdad de condiciones, con el gobierno de EEUU, a pesar de la relación bilateral totalmente asimétrica y el bloqueo que nos han impuesto por 62 años", añadió.
Por último, escribió que el régimen seguirá "defendiendo la independencia y soberanía de Cuba a toda costa" y no aceptará "bajo ningún concepto la injerencia externa" en "asuntos internos".
Donald Trump se impuso a la demócrata y actual vicepresidenta, Kamala Harris, el pasado 5 de noviembre, en los estados clave e incluso en el condado de Miami-Dade, considerado un bastión demócrata y lugar de residencia de muchos inmigrantes latinos, entre ellos cubanos.
Figuras del exilio cubano consideraron en declaraciones a DIARIO DE CUBA o bien que caerá el "muro de La Habana" o no habrá "cambios sustanciales".
Esta vez, Trump ha confirmado que el senador Marco Rubio se convertirá en el próximo jefe de la diplomacia norteamericana, lo que representa una decisión de gran calado en su segunda administración. Rubio se convertirá en el cubanoamericano —y también en el hispano— de mayor rango político en toda la historia de EEUU.
Como resumió DIARIO DE CUBA en un reciente editorial: "la noticia no puede ser peor para el régimen de La Habana. Atrincherados en el inmovilismo y apabullados por la terca realidad —y por los desastres naturales—, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel recién acaban de constatar que, previsiblemente, no habrá flexibilizaciones a cambio de nada. Cuatro años suenan a eternidad para un régimen exhausto".
La dictadura abusadora con los isleños le tiene miedo a Trump.