El Gobierno de Canadá advirtió recientemente a sus ciudadanos que deben tener "un alto grado de precaución" si deciden viajar a Cuba. La advertencia, que no es la primera de su tipo lanzada por las autoridades del país norteamericano, indicó que la "escasez de artículos de primera necesidad, incluidos alimentos, medicinas y combustible", han profundizado la crisis en la Isla.
Poco antes del inicio de la temporada alta de turismo en Cuba, en la que las instituciones del sector reciben a un elevado número de visitantes canadienses, este anuncio pudiera lastrar las intenciones del régimen de recuperar la depauperada industria local del ocio.
Entre otras medidas, Canadá sugirió a sus ciudadanos "evitar viajes no esenciales a la provincia de Guantánamo", que se recupera, malamente, de los embates del huracán Oscar. Además, debido al impacto del huracán Rafael y la desconexión del sistema eléctrico cubano, las autoridades canadienses recomendaron "evitar viajes no esenciales" a Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y la Isla de la Juventud.
La nota añadió que, aunque la mayoría de hoteles cuentan con generadores propios, "es posible que no puedan mantener sus servicios si el corte persiste". "Monitorea los medios locales para obtener la información más reciente", "Intenta mantener tu teléfono cargado" y "Comuníquese con su aerolínea para preguntar si esta situación afecta sus planes de viaje", fueron otras de las recomendaciones.
Además, el Gobierno canadiense advirtió que "se producen delitos menores, como hurtos y robos de bolsos. Los robos generalmente ocurren en lugares concurridos como: zonas turísticas, mercados, autobuses públicos, clubes nocturnos y playas".
"Los robos en habitaciones de hotel, especialmente en alojamientos privados (casas particulares), y en automóviles son habituales", agregó. A pesar de esta situación, la nota reconoció que "los incidentes de delitos violentos no son frecuentes, pero pueden producirse agresiones".
En cuanto a otros delitos, el Gobierno de Canadá subrayó que "algunas personas se especializan en estafar a los turistas. La mayoría de ellos hablan algo de inglés o francés y se esfuerzan por parecer amigables. Pueden ofrecerse a servir como guías turísticos o facilitar la compra de puros. Algunos han usado la violencia en sus esfuerzos por robar turistas".
"En todo el país, incluido el aeropuerto internacional de La Habana, también operan agentes de viajes y taxistas fraudulentos. Se han producido robos de equipajes de los maleteros de los taxis. En los bares, las trabajadoras sexuales, incluidas las menores de edad, pueden ser muy persistentes e intrusivas con los turistas que rechazan sus avances. Los extranjeros, incluidos los canadienses, han sido víctimas de robos después de mantener relaciones sexuales y algunos de ellos han enfrentado acusaciones de abuso sexual infantil", agregó.
En relación a los servicios, "viajar por la isla es extremadamente difícil. Los servicios de transporte público, incluidos los taxis, suelen verse interrumpidos, lo que deja a los turistas con pocas opciones para viajar". Además, "las condiciones de las carreteras son malas en toda la isla, con excepción de la carretera central, que recorre el país de oeste a este. Conducir puede ser peligroso". "Los autobuses urbanos son escasos, van abarrotados y están mal mantenidos. El servicio de autobuses no es fiable", agregó.
Asimismo, "la red de telecomunicaciones en Cuba es deficiente. Las conexiones no son fiables y pueden ser intermitentes. Es posible que algunos teléfonos móviles canadienses no funcionen, incluso en las grandes ciudades. El acceso a Internet es limitado en toda la Isla. Las autoridades locales controlan las telecomunicaciones y pueden bloquear el acceso a la telefonía móvil y a Internet en caso de disturbios civiles o antes de manifestaciones".
Las advertencias de Ottawa en torno al incremento de la inseguridad en la Isla, así como la epidemia de dengue y Oropouche, se suman a un número no despreciable de quejas relacionadas con el servicio y la comida en los hoteles, así como con la indefensión, que se ha incrementado en los últimos meses.
"Al colapso energético que hoy presenta Cuba hay que sumarle el colapso turístico. Los resultados alcanzados al cierre de octubre denotan claramente que el turismo también se apaga. La industria en la que se han priorizado las inversiones del país en los últimos 15 años por encima del resto, y en la que se han invertido más de 24.000 millones de dólares, muestra unos indicadores realmente escandalosos. En los primeros diez meses de 2024 el arribo de turistas al país fue un 48,23% menor que en el mismo periodo del 2019, año previo a la pandemia", opinó el economista Emilio Morales en un artículo publicado recientemente en DIARIO DE CUBA.