¿Qué errores en el desempeño de sus funciones cometió el destituido viceprimer ministro cubano Jorge Luis Perdomo Di-Lella? ¿Cuánto influyeron esos "errores" en la crisis económica que atraviesa el país y hace más precarias la vida de la población?
Esas preguntas lógicas que nos hacemos los cubanos no han sido respondidas por el Gobierno. El diario oficial Granma, al dar a conocer la democión de Perdomo Di-Lella, solo informó que esta fue acordada por el Consejo de Estado, "a propuesta" de Miguel Díaz-Canel, que el defenestrado "incurrió en errores en el desempeño de sus funciones" y que fue sustituido por el hasta entonces ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Eduardo Martínez Díaz.
Al no poner en nuestro conocimiento los errores cometidos por el exviceprimer ministro y el impacto de los mismos en la situación actual del país, el Gobierno de Cuba está dejando de "garantizar el ejercicio del derecho de acceso a la información pública en todo tipo de soporte" y de promover "una mejor toma de decisiones de la gestión pública, escrutinio social y participación ciudadana sobre las acciones de la administración".
Ambas acciones constituyen fines de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información aprobada en julio, así como obligaciones de "los órganos superiores del Estado, los organismos de la Administración Central del Estado, sus entidades subordinadas y adscritas", entre otras, de acuerdo con el Artículo 2.2 de la norma.
Los medios oficiales de prensa de Cuba entran entre los sujetos obligados, ya que "reciben financiamiento" público. Ese dinero público procede de nuestros bolsillos y, por tanto, los cubanos tenemos todo el derecho a exigir a los medios estatales que nos informen de manera oportuna y transparente.
A la vez, esos medios de prensa estatales, que son los únicos que gozan de legalidad en Cuba, tienen la misión "esencial" de "producir y compartir contenidos para informar" al pueblo, según lo establecido en el Artículo 21.1 de la Ley de Comunicación Social.
No son solo los errores de Perdomo Di-Lella y el impacto de estos en la crisis que atraviesa el país lo que tenemos derecho a conocer los cubanos. También se nos debe toda la información concerniente a las medidas penales o administrativas tomadas con el ahora exviceprimer ministro.
Al no llegar al fondo de los hechos para proporcionarnos toda la información que tenemos derecho a conocer sobre la destitución de Perdomo Di-Lella, los medios oficiales de Cuba dejan de cumplir la función esencial de la prensa y la obligación que tienen, según la citada Ley de Comunicación, aprobada en mayo de 2023, pero publicada en la Gaceta Oficial de la República más de un año después, en junio de 2024.
Es evidente que el Gobierno de Cuba retrasó tanto como pudo la entrada en vigor de esa norma. Pero, tras su publicación, el plazo para que entrara en vigor se cumplió en el presente mes. Por tanto, los medios oficiales están obligados a cumplirla.
Según fuentes cercanas al ahora exviceprimer ministro cubano, que informaron al medio independiente Cubanet, Jorge Perdomo Di-Lella sabía que sería destituido desde el 24 de octubre, "cuando su hermano Yoel Perdomo Di-Lella y varios funcionarios del Grupo Empresarial Palco, perteneciente al Consejo de Estado, fueron detenidos".
Yoel Perdomo Di-Lella es el dueño de la tienda online Tuambia, que oferta alimentos, productos de aseo, electrodomésticos, calzado y artículos de ferretería.
¿Por qué el Gobierno y los medios oficiales de Cuba, que suelen acusar a la prensa independiente de desinformar, no desmienten ni confirman las presuntas detenciones reportadas por Cubanet?
Al no aclarar si se produjeron esas detenciones y, de ser ciertas, la relación entre ellas y la democión de Di-Lella, ni explicar cuáles fueron los "errores" de este, tanto el Gobierno como los medios oficiales cubanos crean un vacío informativo y dan pie y lugar a que surjan especulaciones sobre el tema.
Por ejemplo, la académica cubana Alina Bárbara López Hernández sugirió en su página de Facebook —sin mencionar nombres— que la defenestración de Perdomo Di-Lella podría estar siendo utilizada para desviar la atención de los errores de otro alto dirigente que pertenece a "la generación histórica".
Perdomo Di-Lella fue reemplazado por Martínez Díaz, quien hasta entonces era el titular del CITMA. Este ministerio fue precisamente el encargado de elaborar el proyecto de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información.
Al presentarla, en julio, Martínez Díaz citó palabras pronunciadas por el general Raúl Castro en 2010: "es preciso poner sobre la mesa toda la información y los argumentos que fundamentan cada decisión y, de paso, suprimir el exceso de secretismo a que nos habituamos durante más de 50 años de cerco enemigo".
Esas palabras constituían un reconocimiento de que buena parte del poder del régimen cubano se ha basado en ocultar información al pueblo. Ese patrón se mantuvo desde 2010 y ha continuado, como evidencia el caso de Perdomo Di-Lella, pese a que, según publicó el portal oficial Cubadebate en julio, la Ley de Transparencia debía dar continuidad a las garantías ciudadanas previstas en la Constitución.
El caso de Perdomo Di-Lella es solo el más reciente de destitución de un alto funcionario sobre el que el Gobierno cubano no proporciona toda la información al pueblo, mientras la prensa oficial no cumple su función de indagar.
Una semana antes fueron separados de sus cargos el gobernador y el vicegobernador de Las Tunas. Al informar al respecto, los medios oficiales solo dijeron que el primero, Jaime Ernesto Chiang Vega, reconoció "errores cometidos en el ejercicio de su responsabilidad" y el segundo, Ernesto Luis Cruz Reyes, incurrió "en violaciones en el ejercicio de sus responsabilidades". La pregunta que surge en ambos casos es: ¿cuáles errores y violaciones?.
Las del presente mes se suman a la larga lista de destituciones que ha llevado a cabo el Gobierno cubano en 2024. En todos los casos la información ha sido escueta. La de mayor resonancia ha sido, sin lugar a dudas, la del exmininistro de Economía, Alejandro Gil, pronosticada en septiembre de 2023 por la economista Rafaela Cruz en DIARIO DE CUBA y que se produjo a inicios de febrero de este año.
Posteriormente, el régimen anunció el inicio de un proceso penal contra Gil. Los cubanos continuamos también esperando que el Gobierno y la prensa oficial nos informen sobre ese proceso.
Si es por corrupción no queda un verdeolivo ,o gordo con guayabera en el Consejo de Estado ,MINFAR, MININT.
Gil, lleva preso un montón de tiempo y el régimen vitalicio de la familia Castro, se caga literalmente en el Habeas Corpus, el derecho romano y la madre de los tomates, en la plantación Cuba, la única ley que existe es la de los mayorales de Biran y la banda terrorista del MININT.
Por fin…….Descubrieron a qué hora mataron a Lola.
¿Y esto qué es? ¿Desde cuándo en Cuba existe un Estado de Derecho para hablar de incumplimiento de las leyes? Alguien por ahí (kreutz, así kreutz que se hace llamar) ha respondido de manera genial con aquella famoss pregunta que le hiciera el borracho al gato por su maullido tras la tibia meada desde el balcón: "¿y qué tú querías, whisky?".
La defenestración de Di-Lella está relacionada con el caso de Gil, y no van a decir nada, y si dicen algo será a pedacitos mal hilados para que la gente no pueda darse cuenta del alcance de la trama de corrupción.
Ese caso también toca muy de cerca al Porky Marrero al ex-gobernador de Cienfuegos sus familiares y varios altos oficiales de la contrainteligencia . Porky Marrero y su familia tienen intereses en Empresas y negocios que llegan hasta depósitos millonarios en el extranjero . Lo que pasa que no pueden destapar el problema en toda su dimensión porque caerían en una crisis institucional de enormes proporciones.
Cosas veredes Sancho!!! El Castrofascismo en su etapa terminal enfrenta problemas por todas partes.
¿Y que tú esperabas Lucía, whiskey?
No hay nada nuevo en que "el Gobierno y la prensa oficial de Cuba violen sus propias leyes", pues este proceder es parte esencial del totalitarismo, cuyo sistema legal, desde la constitución hasta el código de la familia, pasando por decenas de miles de panfletos similares, son solo la tenaza regulatoria, propagandística y de control en que se afinca el poder de los bandidos socialistas sobre los sometidos.
A este sujeto no tardarán en echarle el guante como a Gil.
En algo turbio tiene que haber andado que no le gustó mucho a los mandamases.
Como dicen los americanos, “nothing to see here” Nada que ver y no van a cambiar nada. Ese hermetismo es parte de la estrategia que ellos tienen para sobrevivir en el poder.