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Desastres

El cubano que le reclamó a Díaz-Canel tras el paso de Oscar: 'Yo quería expresar mi dolor como padre'

Runielbis Samón Laffita, guantanamero de 30 años y padre de cinco hijos a los que consiguió salvar de ahogarse, echó en cara a Díaz-Canel el abandono de la población ante el desastre y habla para DIARIO DE CUBA.

Madrid
Runielbis Samón Laffita
Runielbis Samón Laffita Cortesía del entrevistado

Runielbis Samón Laffita es un guantanamero de 30 años y padre de cinco hijos. Era un total desconocido hasta que consiguió acercarse al gobernante Miguel Díaz-Canel y expresarle que un grupo de personas habían quedado abandonadas por las autoridades de su localidad durante el paso del huracán Oscar

El vídeo ha sido ampliamente difundido en las redes sociales. Este cubano, trabajador salinero y residente en la localidad de Playa Sabanalamar, en San Antonio del Sur, Guantánamo, vivió horas de angustia y dolor que no se borrarán de su mente por largo tiempo. Ahora accede a hablar con DIARIO DE CUBA.

Hábleme de las horas previas al paso del huracán Oscar, cuando estaban sin electricidad.

Días antes del ciclón como bien se sabe, estábamos sin electricidad, sin conexión a internet y casi sin señal de celular. Recuerdo que pusieron la corriente muy pocas horas el sábado 19, tarde en la noche. Pero aun así seguimos desinformados. Se escuchaban rumores de que venía un mal tiempo y se sentía el nervio en las personas, pero no teníamos certeza de nada. Una vecina me avisó de que iban a evacuar el barrio de Playa Sabanalamar ante el peligro de quedar incomunicados si el puente colapsaba.

A la carrera tuve que salir con mi familia y cogimos el primer transporte que puso la Defensa Civil para evacuarnos. Nos enviaron para una escuela especial para niños en régimen interno. Pero yo sabía que, por su ubicación, si llueve mucho el río Sabanalamar penetra y puede inundar toda la escuela. Cuando le pregunté a un funcionario de la Defensa Civil sobre la posibilidad de inundación, me dijo que tendríamos apoyo del Gobierno si eso sucedía, que pondrían un carro para ayudarnos. Repartieron colchones y comida para los evacuados. Había un médico y una enfermera. Estábamos pendientes de la situación con un radio de batería solar, pero luego, temprano en la noche, el sueño nos venció.

¿Qué ocurrió después?

A eso de las 3:00AM la otra familia que estaba con nosotros en la escuela comenzó a sentir cómo la corriente del agua penetraba en la escuela. Me avisan y me despierto. Noto como el nivel de agua empieza a subir muy rápido y lo primero que hago es poner en lo más alto de las literas a mis hijos. Comenzamos a pedir auxilio, pero nadie nos contestó. Entraba demasiada agua y oí gritos de desesperación de una mujer a lo lejos. Mis hijos comenzaron a llorar y me decían: 'Papá ¿cuándo nos vienen a rescatar?'. Yo trataba de calmarlos y les decía: 'Pronto vienen'. Ante esa situación de tanta angustia, me desesperé y empecé a gritar: '¡Que alguien venga a ayudarnos! ¡Nos vamos a ahogar todos aquí!'.

Entonces, ¿cómo logró sobrevivir con  sus hijos?

En medio del desespero y la oscuridad, veo por una ventana que vienen cuatro personas y una de ellas dice que van para una terraza. Y yo empiezo a buscar la manera de llegar a ese lugar más alto, el agua ya nos daba por el cuello. Abrí una puerta y el agua me llevaba, intentaba buscar una esquina donde el agua no me tapara tanto. Me puse a vigilar los relámpagos para que me guiaran. Pude avanzar y logré llegar con mucho trabajo a esa terraza, pero ahí el agua solo me daba un poco más bajo. Un poco antes de eso, me topo con un guardia y le pido ayuda. Le suplico: 'Ayúdame a salvar a mis hijo', y él me ayudó, no se acobardó, algo que le agradeceré toda la vida. Gracias a eso nos salvamos todos.

Otro peligro que corrimos en el intento de llegar a esa terraza fue que había un viento fuerte, y como en muchas casas las tejas son de zinc, si uno de los bordes de esas tejas choca contigo, puedes perder la vida porque te arranca la cabeza o te puede hacer una herida mortal. Yo ayudé a salvar a más personas, entre ellos niños muy pequeños y personas mayores, que por estar tantas horas bajo el agua tenían signos de hipotermia. Nos ayudamos entre todos, cubríamos a los bebés hasta con pantalones que nos quitábamos para que entraran en calor, y mi esposa ayudaba con la poca ropa que pudo salvar de nuestros hijos.  

Cuando el nivel del agua empezó a bajar, un hombre llegó y dijo que contáramos a los menores, y al hacerlo supimos que eran 29 niños en total. La cantidad de adultos nunca lo supe porque apenas comenzó a bajar el nivel del agua, las personas que vivían en los lugares más cercanos se marchaban para sus casas a ver cuáles eran los daños.

¿Por qué le dijo a Díaz-Canel que se quedaron solos allí, sin ayuda?

Las autoridades de la Defensa Civil nos dijeron que existiría un grupo de apoyo, porque todo el mundo sabía que eso era una zona de inundación. Pero no había ni siquiera una persona de guardia para avisarnos de que el nivel del río estaba aumentando y tampoco pusieron ningún transporte que nos sacara del lugar si eso sucedía. Cuando nos percatamos por nosotros mismos, era imposible salir de ese lugar porque el nivel del río Sabanalamar había crecido mucho.

¿Cómo vivió la falsa noticia del colapso de la presa de San Antonio del Sur?

Esa noticia falsa se difundió por todo el pueblo pocos días después del paso del huracán. Mi esposa me comentó que la presa supuestamente tenía una grieta, y que como estaba al máximo de su capacidad, se comentaba que estaba a punto de explotar. A mí me extrañó porque nunca antes alguien había dicho algo parecido, pero era un rumor generalizado. El jefe de la empresa donde trabajo llamó al jefe de la presa y este dijo que eso no era verdad, que la presa no tenía ningún problema.

Pero al día siguiente veo a un conocido en carro y me dice que en el pueblo la gente está huyendo para las lomas porque se dice que la presa ha colapsado. En ese momento casi nadie creyó que eso era mentira y yo también creí que era verdad. La mayoría de la gente se movilizó queriendo huir del pueblo o buscando subir las lomas.

Yo me desesperé, salí corriendo a buscar a mi familia a la casa, pero no los encontré. También se habían ido huyendo ante la noticia. Luego supe que mi mujer llegó muy agitada y a punto del desmayo, a la punta de una loma. Uno de mis hijos casi se ahoga en el trayecto hacia la loma porque debían atravesar una zanja llena de agua y apenas podía cruzarla. Cuando confirmamos que todo era falso, yo estaba muy molesto, y la verdad que no hubiera respondido por mis actos si hubiera tenido delante de mí a los que divulgaron eso.

¿Cómo llegó hasta dónde está Miguel Díaz-Canel para decirle las palabras que se han difundido en las redes sociales?

Eso fue de pura casualidad. Ese día voy al centro del pueblo a buscar una ayuda para mi familia. Como me dicen que muchas de las ayudas las están dejando en la sede del Gobierno, yo estoy por esa zona cuando me percato que hay un grupo de personas cerca de la oficina de ETECSA, y que la mayoría está grabando con celulares. Era evidente que había algún jefe importante y decido acercarme. Entonces, una mujer me dice que allí está Díaz-Canel.

Mi inmenso dolor de padre fue el que me impulsó a tratar de hablar con él a cómo fuera. Como soy de baja estatura, logro meterme entre la multitud y estar cerca de la guardia personal de él. Todo el mundo quería hablar con Díaz-Canel y yo insistía en llamarlo. La guardia personal me dijo que esperara, que él me atendería, pero yo no dejaba de llamarlo, yo quería expresarle mi dolor. Insistí tanto, que él se giró hacia mí.

Lo primero que le dije y que no está en el vídeo difundido es que hubo negligencia por parte del Gobierno y el Partido del municipio al dejarnos abandonados. Ese pequeño fragmento de que hubo negligencia no sale en los vídeos difundidos. Yo hablé como padre que había sufrido mucho para salvar a sus hijos. Mi único propósito era liberar mi dolor.

¿Cómo valora el proceso de recuperación y las ayudas recibidas hasta el momento?

Pensé que después del paso del ciclón vendría una comisión gubernamental para valorar la totalidad de los daños y darnos bastantes ayudas, pero no ha sucedido. Lo que sí ha habido son muchas ayudas de las personas particulares, el pueblo cubano sí se ha volcado en darnos todo tipo de ayudas. El Gobierno en lo que más ha ayudado ha sido en el tema de los alimentos y he visto hasta leche condensada, algo que no veía hace muchos años. La empresa estatal en la que trabajo, la GEOMINSAL también me ha apoyado mucho y es algo que les agradeceré siempre.

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1 comentario

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NO SE QUE SENTIRIAS A VER A ESE ASESINO EN SERIE CON SUS DISIPULOS TERRATENIENTES DELANTE DE TI. SERIA TRAUMATIZANTE PARA TI.