Aunque el término bloguera ha sido desplazado en popularidad por otros como youtuber, instagramer, influencer, Verónica Cervera puede ser todo eso a la vez. Siempre responde a sus seguidores en las redes sociales. Casi todos los días publica una receta en Facebook e Instagram. En la primera plataforma tiene 297.000 seguidores y en la segunda 10.996 .
"Estoy retomando las recetas viejas según la época del año, los ingredientes de temporada. Si viene Navidad, pongo recetas de Navidad. Si viene la independencia de Perú, pues pongo recetas peruanas. Aquí cada día hay una celebración diferente: el día de la croqueta, el día de la tilapia, el mes de la papa o el de la manzana, o el del lomo de cerdo", dice la Cervera, residente en Miami.
La influencer llegó a Estados Unidos durante la "Crisis del los Balseros", en el año 1994. Antes, había estado fuera de las fronteras de la Isla cuando fue a la Unión Soviética a estudiar.
"Después de la caída del Muro (de Berlín), nos dijeron que nos íbamos (de la URSS) porque corría peligro nuestra integridad física y política. Nos dieron a escoger carreras afines. Yo pedí Geografía en La Habana. Yo más bien quería Arte o Periodismo, pero para eso había que estar integrado políticamente de una forma que nunca me iban a seleccionar. Entonces me fui a La Habana y ahí me di cuenta de las diferencias que había entre la gente. Ya yo venía en desacuerdo con muchas cosas que veía a mi alrededor. Esa desilusión caracterizó mucho a mi generación. Empecé a quererme ir para donde fuera. Yo estaba buscando barcos cuando empezó la Crisis de los Balseros. Lo más fácil era coger un barco e irse. Parece mentira decirlo así, pero era la forma más fácil de escapar", relata.
En Estados Unidos Cervera experimentó con el mundo de la blogosfera. Antes de La cocina de Vero, ponía su firma a Evidencia, un blog que hablaba sobre la separación de la familia cubana. Aún recuerda que cuando murió Orlando Zapata Tamayo muchos de los blogueros cubanos se unieron en la campaña OZT. En esa ocasión, el exilio logró reunir más de 23.000 firmas para exigir a la dictadura la liberación de los presos políticos cubanos.
"Cuando terminó esa etapa estaba un poquito quemada. Fue un tiempo muy doloroso. Quería seguir blogueando, pero en algo que me sacara de todo eso. Y entonces surgió la idea de hacer un blog de cocina. Yo cocinaba mucho para las fiestas de mis amigos, mi familia y la gente siempre me pedía las recetas. Y yo pensé que así me salvaría de estar siempre dando las recetas. Empecé haciendo una cada día. Ya hay más de 1.000 en estos diez años. Ahora posteo más en las redes sociales, que demandan bastante tiempo. Y en el blog pongo a veces una o dos recetas nuevas".
A pesar de llevar 30 años fuera de la Isla, la cocina cubana está presente en buena parte de las creaciones culinarias de Verónica Cervera. Su libro La cocina cubana de Vero es una muestra de ello.
"Siempre me acuerdo de una amiga colombiana a la cual, cuando salió el libro, una chica cubana muy joven, recién llegada a su barrio, le dijo: 'No, pero esta no es cocina cubana'. Y a mí me chocó bastante. Yo también tenía un primo que había acabado de llegar y le empecé a enseñar hoja por hoja a ver si él había comido las cosas. Cuando llegamos a las carnes, me dijo que nunca había comido pechuga de pollo".
¿Tú crees que la cocina cubana cuenta la historia de la decadencia del país?
En el caso de Nitza (Villapol), por ejemplo, sí se ve muy claro en sus libros cómo iba cambiando las recetas, los ingredientes y la forma de hacerlas. Ya ahí se ve un poco esa decadencia. Después hubo un vacío. Hay quien me dice que por qué no hago un libro de recetas para Cuba, usando los pocos recursos que hay. La verdad, el blog es mi hobby. Yo tengo un trabajo fulltime que me lleva más de 40 horas a la semana. Tampoco tengo la posibilidad de vender un libro en Cuba. Lo podría hacer online.
¿Pero sería posible sacar un libro con los ingredientes que tiene ahora mismo a mano el cubano de a pie?
No sé. Yo estoy en un grupo de cocina de Cuba donde la gente pregunta cosas que a veces me hacen alucinar. Por ejemplo, le dicen leche líquida a la leche de toda la vida, porque parece que la leche en polvo es el ingrediente que tienen desde hace muchísimos años. Siempre hacen preguntas sobre lo que tienen a mano, que lo mismo el Gobierno importó o les regalaron, y ni conocen el ingrediente. Se ponen a preguntar qué hacer con él o si se lo regalan a alguien. Una normalmente lee las instrucciones y empieza a cocinar, pero en Cuba la gente no está acostumbrada ni a eso.
En los 30 años que Cervera lleva fuera la realidad de Cuba no ha cambiado para bien. Más bien todo lo contrario. La Crisis de los Balseros de entonces ha sido superada con creces por la ola migratoria actual. Los cubanos llegan a cualquier parte del mundo, de las maneras más insólitas. Cruzar en balsa las 90 millas que separan a la Isla de la Florida sigue siendo una opción recurrente. La historia parece repetirse.
"Lo veo con mucha tristeza. Por un lado, ven que no hay solución posible después de las protestas del 11J. Todas esas personas, no solo los que se han ido, los que están allá también, han visto caer sus esperanzas y sus posibilidades de cambio por un barranco demasiado profundo. Me da más tristeza que esa separación familiar por la que yo blogueaba hace años se haya ahondado. Se han quedado en Cuba todas las personas mayores. Mis amigas de la escuela, mis primas, sus hijos se han ido, sus nietos. Van a envejecer solos allí, algunos de ellos lidiando con los padres que ya están viejitos, que están falleciendo y tienen ellos también que ser los cuidadores de estas personas mayores sin la ayuda y el apoyo de sus hijos. Por otra parte, la gente ahora va y viene con mucha más facilidad que cuando yo emigré. Pasa un año y regresan a ver a sus familias. También es es más fácil mandar cosas. Es más fácil estar comunicados. Pero sí, me da mucha tristeza".
Verónica Cervera ha decidido tomarse un descanso. Luego de más de 1.000 recetas en su blog La cocina de Vero, los libros La cocina cotidiana de Vero y La cocina cubana de Vero, y la colaboración en Yo cocino latino. Pero no está inactiva.
"Decidí que iba a estar calmadita y no me iba a meter en el rollo de ningún otro libro, pero voy a mejorar mi canal de Youtube y a poner más recetas ahí. También quiero arreglar las recetas del blog porque todo el tiempo los algoritmos de las redes están cambiando".
