Mientras las tensiones por la falta de médicos, medicinas e insumas marcan el día a día de los servicios sanitarios en Cuba, el régimen de la Isla exportó a un nuevo grupo de profesionales como parte del reforzamiento de la misión médica cubana en la isla caribeña de Dominica, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX).
En el Aeropuerto Internacional Douglas-Charles, el embajador de Cuba, Miguel Fraga, y la Dra. Lynora Fevrier Drigo, jefa médica de Dominica, dieron la bienvenida a 12 nuevos colaboradores de salud cubanos, que se suman a los más de 200 que el Gobierno exportó en 2020 a Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Santa Lucía. Desde entonces, este número ha ido aumentando gradualmente, a través de grupos pequeños, lo que hace que no sea público el número exacto de médicos cubanos en estas islas.
"La misión de nuestros colaboradores es clara: mejorar la calidad de vida y la salud del pueblo de Dominica. Confiamos plenamente en que lo lograrán con la dedicación y profesionalismo que caracterizan a los médicos cubanos", dijo el embajador en sus palabras de bienvenida, sin mencionar el alto precio que paga el Gobierno de Dominica por cada profesional cubano, dinero que va directamente a las arcas del régimen y del cual los médicos reciben una ínfima cantidad.
El grupo de colaboradores cubanos está compuesto por especialistas, enfermeras y técnicos, quienes se distribuirán en diversos centros de salud a lo largo de Dominica. "Su labor será clave en el fortalecimiento de la atención primaria y en otros servicios médicos esenciales", dijo Fevrier Drigo.
En septiembre, el ministro de Salud de Dominica, Cassanni Laville, recibió a otro grupo de médicos y técnicos cubanos de la salud, cuyo número no fue precisado y que incluyó a especialistas en terapia intensiva, medicina general, neonatología, obstetricia, radiografía, laboratorio, electromedicina y enfermería.
En Dominica, los médicos cubanos conviven con la barrera idiomática, que ya fue blanco de críticas en la misión de la Isla en San Vicente y las Granadinas, algo que también estaría ocurriendo en este caso, debido al bajo nivel de inglés de los profesionales cubanos. Esta situación ha generado una ola de denuncias de enfermos y profesionales de la salud de San Vicente y las Granadinas, quienes afirman que la falta de comprensión pone en riesgo la seguridad y el bienestar de los pacientes.
Mientras el régimen cubano continúa exportando médicos, a pesar de los señalamientos de la ONU "por la persistencia de las violaciones de los derechos de los trabajadores exportados", en especial los médicos enviados a "misiones internacionalistas", quien son sometidos a "un patrón que califica, entre otras violaciones, como trabajo forzoso", en los hospitales de la Isla faltan especialistas y, por ejemplo, en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, una parte importante de los médicos que atienden en las consultas son estudiantes que aún no han terminado la carrera. Son ubicados en las consultas para cubrir el déficit de profesionales graduados, lo que influye en la exactitud de los diagnósticos que reciben los pacientes.
Según datos publicados por la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información, en 2022 había en Cuba 12.065 médicos, 7.414 enfermeros y 3.246 estomatólogos menos que en 2021. Desde entonces, estas cifras se han reducido.
Al número de médicos que dejan de formar parte del sistema cubano de Salud Pública, porque abandonan la profesión o deciden emigrar, se suman los exportados, que en 2023 eran 37.000, de acuerdo con cifras oficiales.
El régimen exporta los médicos como si fueran pollos de granja.Es difícil imaginar que en esa masividad en un país atrasado tecnológicamente y sin medios pueda formar profesionales con la calidad que requiere la medicina actual, que no existe ni en su propio país. Estos más bien son enfermeros graduados.
Yo diría que son "segurosos" graduados, los enfermeros requieren prácticas que en Cuba hace años que no existen por falta de laboratorios y materiales.