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Honduras

¿Honduras quiere ser la nueva Nicaragua para la emigración hacia EEUU?

La congresista cubanoamericana María Elvira Salazar advierte a Tegucigalpa que podría sufrir consecuencias si acaba actuando como puente migratorio.

Tegucigalpa
Migrantes extranjeros en Honduras.
Migrantes extranjeros en Honduras. UNAH

El acuerdo de cielos abiertos firmado por La Habana y Tegucigalpa que el Congreso Nacional de Honduras está discutiendo sin llegar a un veredicto definitivo ha despertado la suspicacia de nuevos actores políticos, entre ellos, legisladores de EEUU.

Opositores a la normativa en la nación centroamericana advierten que un mecanismo legal de esa naturaleza se podría convertir en una puerta abierta de par en par a la migración irregular de personas de varios países hacia la nación del norte, como lo ha sido Nicaragua en los pasados cuatro años. 

Para legisladores de la oposición hondureña, no se justifica que haya vuelos directos entre ambos países, debido a que no existen estudios de mercado que evidencien que hay intereses turístico o de carácter comercial en esa ruta.

Según el medio hondureño El Heraldo, el documento, suscrito en La Habana el 9 de noviembre de 2023, del que deriva el acuerdo ejecutivo que le otorgaría legalidad en Honduras, firmado el 12 julio de 2024, debe ser aprobado por el Congreso Nacional. 

Pero los grupos políticos temen que la norma de lugar a un nuevo puente migratorio, en momentos en que el Instituto Nacional de Migración (INM) hondureño reporta más de un millón de migrantes ilegales en tránsito por ese país entre enero de 2020 y septiembre de 2024.

Hasta ahora, la mayoría de esos migrantes, procedentes de sitios tan remotos como China o Bangladesh, así como de naciones de la región, entran por Nicaragua. Ello, a partir de que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo abrieran en abril de 2021 las puertas del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino a los vuelos chárter.

A partir de noviembre del propio año, con la exención de visado para los cubanos, el puente migratorio nicaragüense permitió a La Habana drenar parte del malestar social hecho explícito en el estallido del 11 y 12 de julio de ese año.

El Heraldo corroboró que el cruce de migrantes a través de Honduras se disparó a partir de 2021. De los 8.154 migrantes irregulares registrados en 2020, la cifra aumentó a 17.590 al año siguiente. En 2022 esa cantidad fue de 188.000 personas, y en 2023 se registró una cifra histórica, de más de 545.000.

Solo en el caso de Cuba, los migrantes pasaron de 5.256 en 2021 a 73.804 en 2022; más de 85.000 en 2023 y por encima de los 48.000 entre enero y septiembre últimos.

El economista y dirigente del opositor Partido Liberal, José Luis Moncada, dijo a El Heraldo que el Gobierno de Xiomara Castro sostiene que el convenio de cielos abiertos con La Habana busca mejorar, entre otras cuestiones, los viajes de los médicos y maestros exportados por el régimen de la Isla a ese país. No obstante, estos viajan a Cuba solo una vez al año, en sus vacaciones, y lo hacen normalmente en vuelos privados.

Otro argumento de Tegucigalpa es que con el acuerdo se benefician las familias de los estudiantes hondureños becados en Cuba. Mas, esta no es una cifra importante de personas.

Pero, para Moncada, esos son pretextos, porque él cree que la Administración de Castro busca apoyar a Nicaragua en la "estrategia que tienen de migración irregular".

Moncada añadió que tampoco existe comercio entre Honduras y Cuba que exija una alta demanda de vuelos semanales. Apuntó que, si la ruta fuera rentable, las aerolíneas Avianca y Copa Airlines ya hubiesen programado vuelos.

"Lo más recomendable es que no se ratifique lo que firmó el Ejecutivo, porque no existe ninguna necesidad de ese tipo de operaciones, y se puede prestar para otro tipo de viajes extraños de Cuba a la región", advirtió.

Ya EEUU calificó los vuelos chárter que llegan a Nicaragua con migrantes como un peligro para la seguridad nacional, por lo que desde 2023 sancionó a aerolíneas y funcionarios que operan el negocio. Las sanciones se ampliaron en 2024, abarcando el transporte marítimo e imponiendo más restricciones de visas a los ejecutivos de las empresas que prestan ese servicio "cobrando precios de extorsión", según Washington.

Antonio Rivera Callejas, diputado al Congreso Nacional hondureño por el Partido Nacional, indicó que el acuerdo ya pasó dos debates sin obtener los votos suficientes. Y aunque el oficialismo buscaría conseguirlos, "la gran mayoría de la bancada nacionalista no los va acompañar", aseguró.

Al respecto, la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar advirtió el jueves 10 de octubre que el Gobierno de Honduras está poniendo en riesgo los beneficios que los hondureños reciben de Estados Unidos.

"La socialista Xiomara Castro sigue los pasos al dictador Ortega, usando la inmigración ilegal como arma en contra de Estados Unidos, mientras ella y sus familiares se llevan su tajada", escribió la republicana en su perfil de X.

En referencia al partido Libertad y Refundación (LIBRE), de Castro, enfatizó: "¡LIBRE arriesga los beneficios que los hondureños reciben de EEUU!".

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