El Gobierno quiere que los trabajadores del sector privado exijan derechos que el Estado viola a sus asalariados

La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, llamó este miércoles a los trabajadores del sector privado exijan a sus empleadores derechos que el Estado cubano les viola a los asalariados del sector estatal, de acuerdo con el portal oficial Cubadebate.

Al intervenir en el programa televisivo Mesa Redonda transmitido este miércoles bajo el  titulo "Nuevas normas para las formas de gestión no estatal: Apuntes claves que debe conocer", Feitó Cabrera dio a conocer las novedades del Trabajo por Cuenta propia en Cuba.

La más positiva para los cubanos que sean simple trabajadores y no dueños de un negocio, es que el Gobierno dejará de exigirles pagar impuestos como si fueran los propietarios.

"En la norma actual los trabajadores por cuenta propia pueden ser o no propietarios de los medios de trabajo. Eso afecta o va en detrimento de los trabajadores que contratan, que no son dueños de esos medios, solo aportan su fuerza de trabajo, sin embargo, desde el punto de vista tributario tienen la misma carga impositiva", explicó la ministra.

"Eso naturalmente no debía ser así", afirmó Feitó Cabrera, lo que constituye un reconocimiento de que hasta ahora, el Estado cubano ha exprimido los bolsillos de esos asalariados de negocios privados, mediante impuestos excesivos.

Más adelante, la funcionaria explicó que los trabajadores contratados, que ya no van a ser TCP sino asalariados de un titular, se rigen por el régimen general de seguridad social, es decir, por las mismas normas que cualquier trabajador del Estado y por tanto goza de los mismos beneficios en cuanto a vacaciones, licencias de maternidad y otros.

El principal responsable de cumplir con las obligaciones de la seguridad social y del contrato establecido con el trabajador es el empleador, recalcó Feitó Cabrera, según la citó Cubadebate. Pero también el trabajador tiene que exigir sus derechos, afirmó.

Entre los derechos que debe garantizar el empleador, y que el trabajador debe exigir porque "están refrendados en la ley", la ministra señaló que este tiene que conocer qué tipo de contrato tiene, si es por un tiempo determinado o indeterminado, su duración, el cargo que va a ocupar y el salario va a recibir y con que periodicidad.

El Gobierno quiere que los cubanos exijan condiciones de seguridad y salud en los trabajos, pero solo en los del sector privado

El trabajador también tiene derecho a conocer cuál es el régimen de trabajo y de descanso, las condiciones de seguridad y salud en el trabajo que tienen que garantizarle los empleadores, sostuvo la ministra cubana.

Sus palabras evidencian la hipocresía del Gobierno cubano, que alecciona sobre derechos laborales y condiciones de salud y seguridad a los trabajadores del sector privado —y a los dueños— mientras muchos asalariados del sector estatal en Cuba son expuestos al peligro. Y al Estado no le importa exhibirlo.

Este propio mes, la estatal Unión Eléctrica publicó en su perfil de Facebook fotos en las que se veía a varios trabajadores paleando cenizas en el interior de la caldera de una termoeléctrica de Cuba sin usar medios de protección.

Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, tras apreciar las instantáneas, ofreció a DIARIO DE CUBA precisiones acerca del peligro que corrían esos obreros.

"Los desechos sólidos de las industrias que utilizan la combustión de combustóleo pesado para la producción de electricidad en centrales térmicas producen una mezcla compleja de contaminantes en la atmósfera, como gases ácidos, compuestos orgánicos y residuos sólidos como cenizas volantes y cenizas de fondo", señaló el experto.

"Las cenizas de fondo son un material de desecho que se produce continuamente en las centrales térmicas. Está hecho de partículas de ceniza aglomeradas, que son demasiado grandes para ser transportadas por los gases de combustión y caen a través de rejillas abiertas a una tolva de cenizas en el fondo del horno".

"Debido al tamaño diminuto de las partículas y a la presencia de elementos tóxicos, como arsénico, cromo, plomo, vanadio y zinc, estas cenizas están consideradas altamente peligrosas para para el ser humano", alertó.

Días antes, el medio oficial Granma reconoció la falta de medios de protección en Cuba y la menguada calidad de los existentes, sobre todo en sectores de alta propensión a los accidentes como la minería y la construcción, así como en electricistas, bomberos y médicos.

Cada vez que han ocurrido en Cuba accidentes de este trabajo, provocados por la falta de equipos de protección, las autoridades gubernamentales se han lavado las manos y, por supuesto, acorde a la narrativa del régimen, se han encargado de que buena parte de ellos pasen desapercibidos o, cuando llegan a los medios, culpar a la mala praxis del trabajador por lo ocurrido.

Según datos oficiales, en 2023 fallecieron en Cuba 52 personas por accidentes y enfermedades laborales, incrementándose el coeficiente de mortalidad de los 30,3 a los 33,8 puntos con respecto a 2022. En ese año, cuyos números fueron publicados en mayo por la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información, hubo en la Isla 1.491 accidentes del trabajo, con un saldo de 1.537 personas accidentadas. Los sectores con mayor mortalidad fueron Agricultura, Construcción y Suministro de Electricidad, Gas y Agua, con siete fallecidos cada uno.

El Gobierno quiere coherencia entre las nóminas y los salarios que reciben los trabajadores... en el sector privado

Pero la ministra de Trabajo y Seguridad Social parece ignorar las violaciones de derechos laborales de los trabajadores en que incurre el Estado cubano, que sigue siendo el principal empleador en la Isla.

Su aparente ignorancia también quedó evidenciada cuando afirmó que la nómina salarial debe ser fiel a la realidad de los salarios pagados, porque son elementos auditables.

Los médicos cubanos que el régimen exporta a otros países y que constituyen una de sus principales fuentes de ingresos, cobran entre el 10% y el 25% de lo que pagan por ellos los Estados que los contratan. El régimen se embolsa la mayor parte de su dinero.

Cuando Jair Bolsonaro asumió el poder en Brasil y exigió que los profesionales cubanos de la salud que laboraban allí recibieran sus sueldos íntegros, la reacción del régimen, que parece tan preocupado por los derechos de los trabajadores del sector privado, de acuerdo con las palabras de Feitó Cabrera, fue retirar a su personal sanitario del país sudamericano.