En el primer semestre de 2024, se dejaron de transportar en Cuba casi diez millones de toneladas de cargas diversas, debido a los graves problemas que acarrea el sector y a las "condiciones complejas" en las que opera, debido a malas decisiones y pocas inversiones en el pasado. En tal periodo, según detalló en su perfil de Facebook el ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, "se transportaron 14,9 millones de toneladas, de un plan de 24,6 millones, para un 60,5% de ejecución".
"En igual periodo del año 2023, se transportaron 18,7 millones de toneladas, lo que representa tres millones de toneladas menos transportadas al cierre de junio del actual año, con respecto al anterior. El mayor peso de los incumplimientos está en la zafra azucarera", detalló el funcionario.
Las razones expuestas por Rodríguez Dávila para justificar la situación son similares a las que golpean al transporte de pasajeros que se encuentra, igualmente, en un estado calamitoso. "Existen conocidas limitaciones de combustibles, y el coeficiente de disponibilidad técnica de los medios de transporte se resiente los años de explotación, y las carencias de piezas de repuesto, lubricantes, neumáticos y baterías", dijo.
El funcionario destacó, asimismo, que "no se cumplen los planes de las cargas a transportar, por las dinámicas propias de la economía, más allá de la disponibilidad y capacidad para transportarlas de un punto a otro", de lo que es posible deducir que, en este periodo, el país recibió menos cargas de las esperadas, lo que exacerbó la notable crisis que padecen casi todos los sectores de la sociedad cubana.
En tal sentido, Rodríguez Dávila se refirió a la instabilidad en el arribo de las cargas: "a veces los productos demoran en arribar y cuando lo hacen es en grandes volúmenes para las condiciones logísticas nuestras, se hace difícil descargarlos y transportarlos con la urgencia que se requiere".
El ministro detalló que "los medios de transporte de carga se desplazaron con el 71,3% de su capacidad cubierta", en tanto que el tráfico total de estos medios en el país se incumplió en casi un 40% y los traslados fueron inferiores a los alcanzados en igual periodo de 2023. De los medios utilizados, el único que sobrecumple muy ligeramente es el ferrocarril, que pasó del 21,43% planificado al 22,94% de ejecución real.
En cuanto al consumo de combustible, Rodríguez Dávila indicó que la transportación de cargas en el periodo demandó 62.880 toneladas de combustibles, cifra que representa 5.486 toneladas menos que en el primer semestre del 2023, toda vez que el volumen de cargas transportadas fue también menor.
Además, "se transportan 1,6 millones de toneladas por cabotaje, las que disminuyen un 28% comparado con igual periodo de 2023, cuando se transportaron 2,2 millones de toneladas", precisó.
De igual forma, Rodríguez Dávila resaltó "el significativo crecimiento de la transportación con contenedores, más de tres veces con respecto a lo planificado, y la participación de las nuevas formas de gestión en la transportación de cargas en el país".
El punto de comparación establecido por el funcionario es el año precedente, pero, en el primer semestre de 2023 ya el Ministerio de Transporte había reconocido en abrupto declive en los movimientos de cargas en el país, que se redujeron casi a la mitad, comparado con igual periodo del año anterior.
En ese momento, en un artículo del periódico oficial Granma, el director de Transportación de Carga de dicho ministerio, Pablo Cuellar González, achacó la situación a "factores externos e internos". Como es costumbre en el discurso oficial, el funcionario dijo que en ese descenso repercutió, fundamentalmente, el embargo de EEUU y las afectaciones provocadas por la pandemia de Covid-19, sin asumir las responsabilidades del régimen en esta depauperación sistemática.