El ministro de Transporte de Cuba justifica la crisis del sector con 'manifestaciones de carácter subjetivo'

"El contexto en el que se desarrolla la transportación pública de pasajeros en el país es muy adverso, marcado por elevadas dificultades materiales y financieras, e inestabilidad en la disponibilidad de los recursos básicos", escribió en su perfil de Facebook el ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, pocos días después de reconocer que, en el primer semestre de 2024 el transporte público en Cuba movió a 48.860.000 pasajeros menos que un igual periodo del año anterior.

"Independientemente de las razones objetivas que inciden de manera directa en los niveles de satisfacción de la demanda de transportación de pasajeros, no son pocas las manifestaciones de falta de disciplina, organización y sensibilidad en los mismos, que derivan en afectaciones en la calidad de los servicios y una gran insatisfacción de la población", indicó el funcionario, pasando buena parte de la responsabilidad a quienes atiende directamente a los pasajeros y a los pasajeros en sí.

Entre las razones de la debacle, además de la falta de combustible y el deterioro de los medios, el ministro destacó el "deficiente trabajo de administraciones que no siempre tienen un compromiso con la calidad, aseguramiento y disciplina en los servicios que se prestan y no trabajan como debieran".

Resaltó, asimismo, la "mala actuación de algunos choferes que violan las paradas y las regulaciones del tránsito, y maltratan a los pasajeros", así como la "falta de sensibilidad de conductores de vehículos estatales que no paran en las paradas o engañan sobre su verdadera ruta, incluyendo ómnibus que circulan vacíos con capacidades disponibles o incluso vacíos", entre otras razones, calificadas por Rodríguez Dávila como "subjetivas".

En este contexto, además, el funcionario indicó que, respecto a su jurisdicción, no solo existen problemas con el transporte público en Cuba, también en la reposición de vehículos por parte de la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN), toda vez que 662 personas naturales y jurídicas en Cuba están a la espera de dicha reposición, informó Rodríguez Dávila en otra publicación en su perfil en Facebook.

Transcurridos casi ocho meses del año, la ESEN solo ha entregado 31 vehículos, muy por debajo de los 94 entregados en 2023, aunque ambas cifras son reflejo de las ineficiencias en este sector. El funcionario afirmó, no obstante, que "con la decisión de no comercializar en moneda libremente convertible los vehículos que queden disponibles de la renta del turismo, habrá mayor disponibilidad para los compromisos del Seguro Nacional, en la medida que se materialice la reposición de los medios de la renta", "lo cual garantizará acortar los plazos para honrar sus compromisos", puntualizó, en medio de las dudas de los cubanos de que esta medida funcione y puedan, luego de años de espera, recibir los vehículos pendientes.

"Adicionalmente, la actualización de la política para la comercialización de vehículos, permite que la ESEN pueda contratar la importación de cierto nivel de vehículos de motor adicionales con los recursos propios que logre disponer", agregó.

A pesar del panorama desolador del transporte en Cuba, y de la sociedad toda, Rodríguez Dávila destacó la reparación, en el primer semestre del año, de varias terminales de ómnibus y de trenes, así como la remodelación del aeropuerto Jardines del Rey, en Cayo Coco, con fines eminentemente turísticos. El funcionario alabó, además, un invento socialista para palear la crisis, o al menos maquillarla: los trabajos técnicos del primer ferrobús sobre un ómnibus Yutong en Camagüey.

Al propio tiempo, el ministro resaltó que "se concluyó la obra civil de la ampliación de la terminal tres del Aeropuerto Internacional José Martí. Está pendiente recibir, en el mes de agosto, la estera de equipajes para su posterior puesta en funcionamiento antes de que termine el año. Se atiende con prioridad la problemática surgida con el aire acondicionado de la terminal".

Recientemente, Rodríguez Dávila aseguró que las negociaciones con Rusia durante los últimos años "han impactado directamente en la transportación de pasajeros y cargas" dentro de la Isla, contradiciendo no solo la realidad que viven los cubanos de a pie cuando intentan trasladarse de un sitio a otro, sino también las desalentadoras cifras oficiales.

Asimismo, el funcionario reconoció que el Gobierno no cuenta con los ingresos y el combustible necesarios para resolver el problema. Ello, mientras las autoridades cubanas importan vehículos policiales nuevos para apoyar la represión del pueblo y empresarios del sector no estatal adquieren carros de lujo en EEUU.