En medio del déficit nutricional que padece casi toda la población en Cuba el Ministerio de Salud Pública sigue extendiendo un suplemento infantil de cuestionado valor suministrado por el Programa Mundial de los Alimentos (PMA) con apoyo de varios gobiernos.
Se trata de los micronutrientes en polvo (MNP) con el nombre de Chispitas para Crecer, que llegaron al consultorio nueve del policlínico docente Cosme Ordoñez Carceller, en La Habana, de la mano del embajador de Francia en Cuba, Laurent Burin des Roziers.
El doctor Frankis Leonel Tirado Campos, subdirector de Asistencia Médica, dijo al diario oficial Granma que el producto está destinado a niños de entre seis y 23 meses de edad, con el objetivo principal de incrementar la ingesta de micronutrientes y reducir la anemia por deficiencia de hierro en este grupo.
Según Tirado Campos, para los niños de entre seis y 11 meses, las Chispitas contienen cuatro micronutrientes: vitamina A y C, hierro y ácido fólico; y para los infantes de entre 12 y 23 meses, tienen igual contenido más zinc. "Estos componentes proporcionan una combinación equilibrada que contribuye al desarrollo saludable, el crecimiento adecuado y el fortalecimiento del sistema inmunológico en edades tempranas", añadió.
El funcionario dijo que en el policlínico citado actualmente hay 106 niños consumiendo el producto, y hasta el momento no se han reportado reacciones adversas en relación con su consumo. Esto "ha generado una excelente acogida en la comunidad y entre las familias", dijo Tirado Campos.
Según Granma, con esta donación proveniente de Francia y la de los otros países asociados al proyecto del PMA, se alcanzará toda la población infantil en las edades comprendidas entre seis y 23 meses.
La oficial Prensa Latina dijo que las 10.776 toneladas métricas de MNP llegarán a 44.608 niños y se podrán distribuir hasta 2025 en todas las provincias del país, excepto las cinco orientales, adonde ya llegaron en años anteriores. Fuentes citadas por el medio estatal señalaron que el ciclo de entrega previsto, que se realiza mediante los consultorios del médico de la familia, contempla dos meses de suplementación y cuatro de descanso para reiniciar otro ciclo.
En marzo, el Observatorio de Libertad Académica (OLA) alertó sobre la "farsa" tras la extensión en Cuba del suplemento nutricional suministrado por el PMA.
En un análisis OLA citó resultados en otros países de América Latina y el Caribe donde se ha aplicado el producto, que "están lejos de resolver las carencias nutricionales de los pequeños" y donde su ingesta ha ido acompañada de efectos secundarios como náuseas, diarreas y otros.
El uso en Cuba de Chispitas para Crecer, que se distribuyen en empaques de un gramo y cuyo contenido se dispone en 400 microgramos de vitamina A, 90 de ácido fólico, 10 miligramos de hierro y 30 de vitamina C, se remonta al año 2010, cuando el PMA, de conjunto con el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos (INHA) inició un proyecto piloto en el municipio Calixto García de la provincia de Holguín.
De ese experimento un informe posterior del PAM en la Isla, correspondiente al año 2011, concluyó que la "intervención" fue un "éxito" evidenciado en "la disminución del 80% en la prevalencia de anemia en el grupo estudiado". "Los excelentes resultados descritos por el PMA en relación con Cuba contrastan con los de varios estudios realizados en la región, los que muestran cifras ligeramente positivas luego de dos meses de suministrar el suplemento a los infantes", advirtió OLA, que recogió datos de estudios realizados en Perú y Haití.
En Haití, por ejemplo, el aumento de la hemoglobina fue de apenas un 0,5 gr/dL y solo el consumo sistemático del producto durante nueve meses pudo elevar este indicador hasta 1,1 gr/dL. Estudios realizados por científicos de Ghana, Bangladesh, India no mostraron resultados mucho más alentadores, señaló la organización.
"Desde hace varios años, (el Gobierno de) Cuba cuenta con la mirada paternalista de organizaciones como UNICEF y PMA, quienes han avalado e incluso elogiado la 'protección alimenticia' propiciada por el Estado a sus ciudadanos. En 2016, UNICEF reconoció a la Isla como el único país de Latinoamérica con cero índices de desnutrición infantil severa", señaló OLA.
La organización expuso que, no obstante, en 2019 la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS, por sus siglas en inglés) detectó síntomas de mala nutrición en niños cubanos, basándose en cuatro indicadores fundamentales: bajo peso, emaciación (niños muy delgados para su estatura), sobrepeso y retraso en el crecimiento. Esto fue antes de la controvertida Tarea Ordenamiento y el consiguiente descalabro de la economía nacional.
Chispitas para Crecer se comercializa en el mercado negro de las zonas orientales de Cuba a razón de diez y hasta 15 pesos el sobre de un gramo. Si bien algunos padres se desesperan por obtener el producto, otros lo regalan y algunos han alegado síntomas como la sobreestimulación de los niños, según OLA.
"Desde espacios académicos se valida la utilización de los micronutrientes en polvo, exaltándolos como la solución a la deficiente alimentación de los infantes cubanos que, desde hace años, se ven privados de alimentos de primera necesidad para su desarrollo como lo son los lácteos y las carnes", criticó OLA.
"Consideramos que la promoción fraudulenta de este programa, orientada desde las facultades de Medicina donde confluyen los especialistas encargados de esta penosa encomienda, tiende a encubrir la responsabilidad gubernamental respecto a la crisis alimentaria que atraviesa el país. Hacemos un llamado al apego a los presupuestos éticos inherentes al ejercicio de la Medicina por parte de los docentes a cargo de la orientación de los facultativos bajo su jurisdicción", concluyó.
Los micronutrientes en polvo vienen bien con un vasito de leche.
Menos "chispitas" y más proteína animal en forma de carnes, pescados y lácteos y vitaminas en forma de frutas y verduras. Eso es lo que necesitan los niños para crecer de forma saludable.