El medio oficial Granma dedicó este miércoles un extenso artículo a demostrar que la Ley del Proceso Penal, aprobada en Cuba en 2021, protege a las mujeres. Sin embargo, varios de los feminicidios ocurridos en la Isla en 2023 y en lo que va de 2024 revelan que esa protección en letra muerta.
El periódico destacó, como "una cuestión significativa", que "el fiscal y el tribunal, como autoridades intervinientes en el proceso, están obligados a proteger a la víctima para que ejercite libremente su voluntad en aquellos casos en los cuales la ley exige la denuncia previa para proceder, o su consentimiento para archivar las actuaciones, previendo la norma determinadas fórmulas jurídicas para evitar que esta sea objeto de nuevas acciones ilícitas o procederes procesales incorrectos (revictimización)".
"La Policía, al tener conocimiento de un hecho con caracteres de delito, practica inmediatamente las diligencias indispensables y puede detener al presunto interviniente; y, si se trata de un hecho que evidencia violencia de género o familiar, adopta de inmediato las medidas requeridas para proteger a la víctima, y toma su declaración en condiciones que garanticen su seguridad e intimidad, para evitar su revictimización", explicó Granma.
El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) también señaló que la medida cautelar que se adopte en los casos de violencia de género o intrafamiliar está "dirigida a evitar la continuidad de la conducta presuntamente delictiva y proteger a la víctima". Añade que esta puede solicitar en cualquier momento la modificación o revocación de la medida.
"Entre estas medidas se destaca la prohibición de acercamiento, tanto al perjudicado como a sus familiares o personas allegadas, a los fines de evitar que el imputado establezca contacto físico o de cualquier otro tipo con aquellos", dice el periódico estatal.
No obstante, varios feminicidios ocurridos en Cuba en 2023 y en lo que va de 2024 —de acuerdo con el subregistro de los observatorios de la sociedad civil independiente— muestran que todos esos enunciados positivos de la ley se quedan en el papel.
Dinosca Rivera Martí, una de las víctimas mortales de violencia machista confirmadas en Cuba en 2024, había sobrevivido a una agresión previa de su asesino, el padre de sus hijos.
Este la atacó con un machete y estuvo detenido, luego de que ella lo denunciara. La Policía lo excarceló a los pocos días. Meses después, mató a Rivera Martí con un cuchillo, en la calle y a la luz del día.
En enero, la cubana Heidy Peña tuvo que recurrir a las redes sociales para que la Policía detuviera al padre de sus hijos por amenazarla.
Previamente, pese a sus denuncias y a las evidencias presentadas, los agentes habían arrestado en dos ocasiones al individuo y lo habían liberado bajo fianza, relató Peña en Facebook.
De las 89 víctimas mortales verificadas en 2023 por el Observatorio de la Revista Feminista Alas Tensas (OGAT) y la plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba, al menos nueve habían denunciado a sus agresores, como mostró DIARIO DE CUBA en un análisis.
A mediados de diciembre pasado, la adolescente de 16 años Melani García Lorenzo fue víctima de feminicidio, presuntamente a manos de su pareja. Su madre relató al medio independiente Cubanet que llamó 22 veces a la Policía cuando el agresor se llevó por la fuerza a su hija y a su nieto de dos años. La Policía solo apareció cuando era demasiado tarde.
A mediados de octubre, cuando los feminicidios en Cuba ascendían a 63, salieron a la luz las historias de dos sobrevivientes de agresiones machistas, cuyas denuncias habían sido ignoradas por la Policía.