Luego de que concluyera el turbio proceso penal que la Seguridad del Estado de Cuba fabricó contra ella, la intelectual Alina Bárbara López Hernández volvió a su habitual protesta pacífica en el Parque de la Libertad, en Matanzas, que lleva a cabo los días 18 de cada mes.
"Hoy fue un día nublado y con viento, pero sin novedad en cuanto al clima represivo. Ni agentes de la PNR ni patrullas, como sí ha ocurrido en ocasiones anteriores", escribió la historiadora en su perfil de Facebook.
En la protesta, que consiste en sentarse en un banco del parque, portando una hoja en blanco colgada del cuello, López Hernández estuvo acompañada por la antropóloga, Jenny Pantoja Torres, "que vino desde La Habana como ha hecho muchas veces".
"En el parque, nuestra contrastante realidad sale al paso: grupos de turistas que tomaban fotos en el monumento a la Libertad y ancianos pidiendo algún dinero para alimentarse. Uno de ellos, casi sin voz, nos dijo que hace dos días no tiene nada para comer. No pedían a los turistas, sino a sus compatriotas. Son personas que se ven apenadas, ser mendicantes es algo nuevo para ellos. Muy triste llegar a la vejez en Cuba. Si no tomamos conciencia, a esa condición llegaremos muchos de nosotros", escribió la intelectual sobre su estancia en el céntrico parque matancero.
"Ignoro si el mes próximo estaré en libertad para volver al parque. De todas formas, aunque haya una interrupción en mi protesta que no dependa de mis deseos, siempre el parque estará en ese lugar, y mi voluntad también. Y en unos meses retornaré", concluyó.
Por su parte, Jenny Pantoja Torres precisó que, ante "la crisis sistémica generalizada y agudizada a escalas insoportables" que se vive en Cuba desde hace años, "solo queda la posibilidad de cambio, de transformación urgente que precisa nuestro sistema en todas las esferas".
"No hemos conminado a nadie, pero el pueblo debe entender que tienen derecho a manifestarse y que no solo es un derecho, también es su deber", escribió Pantoja Torres en su perfil en Facebook.
La intelectual, además, detalló los puntos que justifican la protestas: Libertad incondicional para todos los presos políticos y cese del hostigamiento a ciudadanos y familiares por pensar diferente o asumir posiciones críticas frente al gobierno; creación de una nueva asamblea constituyente que elabore una nueva constitución aplicable justa y verazmente; creación desde la Constitución de una nueva ley electoral que permita una verdadera representatividad y que genere mecanismos jurídicos y políticos sociales que sirvan de defensa a los ciudadanos frente a las arbitrariedades del Estado; cese de las políticas de choque y del desentendimiento por parte del Estado de las poblaciones vulnerables".
Ante la incertidumbre en torno a la libertad de López Hernández y los manejos turbios de la Justicia que sobre ella se ciernen, Pantoja Torres escribió: "Si el Estado y sus cuerpos de represión insisten en la injusta penalización de la cívica conducta de Alina Bárbara López Hernández, sepan que cada 18 estaré igualmente reclamando y luchando por el necesario cambio en Cuba".
Por ejercer su derecho a manifestarse, López Hernández ha sido arrestada, limitada su libertad de movimiento, impedida de viajar al extranjero, enjuiciada y condenada.
El Tribunal Provincial de Matanzas desestimó el 22 de enero la apelación presentada por la profesora tras ser hallada culpable en noviembre del delito de "desobediencia" y sentenciada a pagar una multa.
En cuanto a la repercusión del caso y sus enseñanzas una vez concluido el proceso penal, el jurista de DIARIO DE CUBA Edel González comentó: "La multa impuesta y el resto de restricciones accesorias, aunque no es decisión justa ni legal, ha de recibirse como una victoria. Alina fue, como sigue siendo, un rival digno del componente represivo cubano. Puso en el banquillo público al Estado y sistema de injusticia cubanos".
"El nivel de preparación técnica en cuestiones jurídicas demostrada durante cada fase del proceso desenmascaró las violaciones del debido proceso estructural existente, tanto como el miedo que tiene el poder real de encarcelar a quien lucha con la razón, la verdad y nobles ideas de justicia; máxime cuando goza de la admiración de millones de cubanos de dentro y fuera de la Isla", continúo.
"Alina impartió formación a abogados, fiscales y jueces. Sus alegaciones demuestran que, aun en las peores circunstancias, el derecho y la justicia se pueden hacer valer. Todas sus razones serán objeto de debate académico y servirán algún día como luz en la Cuba libre y democrática que ha de llegar", concluyó.
Una cubana nacida ante de los mequetrefes llegar al poder. Con modales distintamente diferentes a los nacidos después del desastre. Con inteligencia sutil le ha restregado y limpiado el piso con la llamada constitución a los enanos que gobiernan a la pobre y miserable Cuba.
Valiente esta mujer. Todo mi respeto.