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Salud

Técnicas de la II Guerra Mundial y atraso generalizado: el esperpento de la medicina cubana

'Hice mi especialidad fotocopiando libros' que 'muchas veces ya estaban desactualizados'. La mayoría de las técnicas quirúrgicas que contenían 'llevaban años sin practicarse, porque eran obsoletas', reconoce un médico.

Madrid
Un médico mira una radiografía en un hospital de La Habana.
Un médico mira una radiografía en un hospital de La Habana. El País

En los años 90, Rodrigo Álvarez Cambra, el más famoso ortopédico cubano, abrió el telón de sus quirófanos a estudiantes españoles. El maestro pretendía mostrar, en persona, los avances de la técnica cubana. Sin embargo, los alumnos de Medicina salieron de allí espantados: "¡Aquello era una carnicería!". La historia fue contada por uno de aquellos visitantes al examinar, años después, a un paciente recién llegado desde la Isla.

Pero, ¿en qué momento comenzó el declive de la medicina cubana?

Según la versión del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), "la crisis económica iniciada en la década del 90 interrumpe el desarrollo del Sistema Nacional de Salud Único en su tercera etapa y da paso a una cuarta, caracterizada principalmente por las dificultades económicas para la obtención de equipos, materiales médicos, materiales y medicamentos de toda clase en los mercados capitalistas".

Sin embargo, la evidencia apunta a décadas previas. Entonces, el régimen de La Habana pregonaba exitosamente su eslogan de "potencia médica mundial" y se entregaba en exclusiva a la ciencia del campo socialista.

"Cuando estudié en Inglaterra, me di cuenta de que las técnicas de neurorehabilitación cubanas no eran de última generación, sino que habíamos recibido información soviética, de técnicas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial", ejemplifica Miguel Ángel Ruano Sánchez, doctor en Neurociencias y especialista en Medicina Física y Neuro-Rehabilitación.

Ruano Sánchez preside el Gremio Médico Cubano Libre (GMCL), una organización fundamental en la denuncia de las condiciones sanitarias de Cuba y de la explotación laboral a que son sometidos los profesionales de la salud de la Isla.

El experto considera que "el derrocamiento del campo socialista lo empeoró todo", porque la RDA y la URSS ya no podían suministrar las técnicas, aunque fuesen antiguas.

"Además, no había contactos con el resto del mundo y el presupuesto del Estado para la superación era bajo", afirma.

En los 2000, hubo un intento de modernización a través de la empresa europea Enraf. Según la prensa madrileña, el grupo español Prim anunció entonces "un contrato gigante de equipos de rehabilitación para Cuba y Venezuela por valor de ocho millones de euros, material que será suministrado por Enraf Nonius".

"Enraf ya no comercializa con Cuba, debido al dinero que le debía el Gobierno", asegura Ruano Sánchez.

Ni Prim ni Enraf respondieron a las solicitudes de DIARIO DE CUBA para comentar esta situación, incluyendo la supuesta deuda. En sus páginas corporativas no hay ni rastro de negocios con el Gobierno de la Isla.

Según Ruano, los equipos adquiridos en esas fechas para los centros de rehabilitación de los policlínicos, "no funcionan en su gran mayoría, y están apilados en esquinas y almacenes".

Infarto e ictus, problemas agravados

El MINSAP asegura que las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte en Cuba, seguidas de los tumores malignos y las enfermedades cerebrovasculares. Sin embargo, "no hay un servicio de emergencia extrahospitalario, que permita que el paciente se comunique con personal entrenado que reconozca los síntomas y le indique qué hacer, mientras llega un servicio que lo traslade al hospital", explica el cirujano R. E., quien pidió no se revelara su identidad.

"El paciente reconoce síntomas que podían ser un ictus o un infarto, pero, si puede, tiene que irse caminando al hospital", añade.

Las frecuentes hemorragias digestivas son otro ejemplo preocupante, pero el Gobierno "no ha desarrollado unidades especiales" para diagnosticarlas, ni tampoco la llamada "radiología intervencionista".

"No queda más remedio que insistir en técnicas en desuso en todo el mundo, vinculadas a la gastroenterología", lamenta R. E.

Tratamientos muy estigmatizados, como los electroshocks, han evolucionado en todo el mundo hasta convertirse en terapias aceptadas, bajo determinados consensos éticos y médicos. En ello ha influido el uso generalizado de relajantes musculares y anestésicos.

"En Cuba, la terapia electroconvulsiva —el famoso electroshock— se está haciendo sin relajante muscular y sin anestesia. Aplicar el tratamiento directamente es un método bien violento. La sedación ayuda a proteger posibles lesiones osteomusculares, derivadas de la propia crisis convulsiva inducida", explica el Dr. Emilio Arteaga, psiquiatra cubano radicado en España.

Desde el punto de vista de los medicamentos, "se carece de los psicofármacos más avanzados, tanto antidepresivos, antipsicóticos o cualquiera de los usados para trastornos mentales".

"Hay que trabajar prácticamente con medicamentos de hace 30 o 40 años. Esto afecta la evolución de muchos desórdenes mentales y produce marcados efectos secundarios", afirma Arteaga.

El VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba (2023), elaborado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), revela que solo el 5% de las personas pudo conseguir medicinas en las farmacias estatales, y el 15% las tomó vencidas.

En un sondeo realizado por el proyecto Cubadata en agosto de 2022, el 96,2% de los consultados reportó haber experimentado alguna enfermedad física y el 92,7% algún trastorno emocional en los 12 meses anteriores a la aplicación de la encuesta. El 80,3% dijo tener serios problemas para obtener medicamentos y el 57,6% afirmó enfrentar grandes obstáculos para conseguir atención médica.

La Universidad, con apuntes de Google

Desde los años 60, la URSS se convirtió en el principal proveedor de libros de texto para las universidades de Ciencias Médicas cubanas. Entre ellos, los atlas de Anatomía, Neurofisiología, Fisiología, Embriología o Ciencia Morfológica, cuenta el Dr. Miguel Ángel Ruano Sánchez, radicado en Colombia.

"Ahora, la mayor producción es nacional, con las experiencias de los que se formaron en la Unión Soviética y de otros más, que ya no estamos en Cuba, pero dejamos literatura. Es lo que utilizan hoy los estudiantes, además de revisiones tomadas de Google", añade.

El experto lamenta la "decadencia total de la academia cubana de Medicina, que se ve reflejada en las inquietudes de visitantes que van creyendo que todavía es una potencia médica, un mito creado por Fidel para hacer politiquería".

"Hice mi especialidad fotocopiando libros, pero estos muchas veces ya estaban desactualizados. O sea, la mayoría de las técnicas quirúrgicas de los libros llevaban años sin practicarse, porque eran obsoletas", reconoce un médico graduado en los años 90.

Un día, en un examen de Cirugía para la especialidad, el doctor R. E. respondió con datos actuales, "acabados de leer". El tribunal lo interrumpió porque sus miembros no habían oído hablar de esos adelantos. Entonces tuvo que exponer "las mismas viejas técnicas" aprendidas de cuando estudiaba Medicina.

"Querían que hablara de algo que ya estaba demostrado que no existía. Me acusaron de 'aceptar' un folletico leído en internet, pero se sorprendieron cuando dije que era un manual de actualización de la fisiopatología del traumatismo torácico, del Hospital Ameijeiras", recuerda.

El intercambio de información por internet, el acceso a revistas científicas y el "tráfico" de libros de otros países, configuran unos estudios médicos desiguales desde todo punto de vista. Se da la circunstancia de alumnos con materiales más actuales que sus profesores, y de la ausencia de una bibliografía —básica y aceptable— en todo el territorio nacional.

"Échame a mí la culpa"

La Habana grita a los cuatro vientos que el embargo de Estados Unidos es responsable de la debacle médica cubana, pero la realidad es otra.

"¿Sabías que, desde principio de año, Estados Unidos aprobó casi 900 millones de dólares en exportaciones médicas a Cuba? Y el año pasado más de 800 millones de dólares, doblando la cifra de 2021. Que el embargo no se manipule como excusa para la falta de atención medica en Cuba", publicó en 2023 la Embajada de Estados Unidos en la Isla.

El documento Provisión de asistencia humanitaria a Cuba, de la Oficina de Asuntos Económicos y Empresariales del Departamento de Estado, incluye "medicamentos y dispositivos médicos, ya sean vendidos o donados", en la "política general de aprobación".

"Así que no, el embargo no es ningún 'bloqueo', ni la razón por la que los ciudadanos cubanos no tienen acceso a medicamentos", aseguró la embajada norteamericana.

Entre 2008 y 2022, el emporio militar GAESA se ha embolsado "no menos de 69,8 mil millones de dólares, de los 108,5 mil millones que ha recaudado de los salarios de los médicos 'cooperantes'", según cálculos de Havana Consulting Group.

En el informe Cuba: el saqueo de GAESA a la seguridad sanitaria, de noviembre de 2023, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana y Cuba Siglo 21 afirman que el "colosal volumen de capital fue a parar a manos de GAESA por medio del Banco Financiero Internacional" y "nunca retornó a la reconstrucción de hospitales, adquisición de equipos e insumos médicos o a mejorar las condiciones de atención a los pacientes o salarios y condiciones de trabajo de los que laboran en ese sector".

Datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) revelan que la inversión en salud en dicho período fue de 1,7 mil millones de dólares, "lo cual representa el 1,61% de lo ganado por el personal médico cubano contratado en el exterior durante todo ese tiempo", mientras el régimen cubano dedicó "unos 24,2 mil millones de dólares" a la construcción de nuevos hoteles.

En la salud pública cubana, la lista del esperpento es infinita: extracciones de muelas sin anestesia, suturas con cortezas de árboles, heridas tapadas con tape para cerrar cajas, resinas en los dientes para sustituir a los empastes, o hierbas para curarlo todo, incluidas la sarna y la conjuntivitis…

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2 comentarios

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Las estadísticas de salud de Cuba se han manipulado desde siempre. Todo el mundo inflaba globos. Ahora ya no. No quedan globos, ni aire.

El cáncer verdeolivo seguirá afectando al país por décadas,el generalato tiene a sus hijos viajando por el mundo.Ellos si tienen recursos para atenderse en clínicas exclusivas donde el cubano de a pie no puede ni asomar la naríz.Esa es la " revolución para los humildes"comen...que empuñaron una metralleta para matar a sus hermanos que vieron venir esto y no lo aceptaron.Los vez viejos y famélicos buceando en latones de basura,olvidados por sus jefes.La mafia verdeolivo solo se preocupa de robar