El presidente de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Ricardo Ronquillo Bello, reconoció el fracaso de lo que llamó las "armas comunicacionales del socialismo del siglo XX", al inaugurar este lunes el IV Festival Nacional de la Prensa "Julio García Luis", en La Habana.
Aunque el presidente de la UPEC aseguró que la única alternativa para el modelo de prensa en Cuba es el cambio, su discurso dejó claro que el objetivo es que prevalezca la verdad del régimen tanto en la Isla como en el mundo.
Ronquillo Bello dedicó más de la mitad de su arenga a los bombardeos del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza, sin la menor alusión a la agresión de Hamás el 7 de octubre. Inmediatamente, lanzó la pregunta de "¿cuáles otras naciones o pueblos serán las próximas víctimas si la canallada se impone sobre cualquier despojo de la civilización?" y dejó entrever la posibilidad de un ataque a Cuba, al afirmar que "este país fue sometido —también por decenios— a castigos iguales o parecidos y bajo el mismo imperturbable cinismo de considerar a las víctimas del acoso, el crimen y el terror como terroristas, o cuando menos habitantes de un estado tan forajido como fallido".
Tras presentar a Cuba como víctima de "acoso" y "agresión múltiple", Ronquillo Bello dijo que era "casi temerario" que "en medio de una economía de guerra y de la fase aguda de la contienda híbrida, con acento en lo comunicacional, intentemos abrir caminos a un nuevo modelo de prensa público para nuestro socialismo".
Sin embargo, también consideró "insensato" e incluso "suicida" creer "que podríamos hacer prevalecer la verdad de la Revolución en Cuba y el planeta, haciendo un paralelo con el Che Guevara, con las melladas armas comunicacionales del socialismo del siglo XX".
"Unas armas que de tan ortodoxas terminaron por ser —por fracasadas—, irreales", admitió, aunque seguidamente aseguró que "del modelo de prensa que fundó la Revolución triunfante en 1959 en Cuba no tenemos por qué avergonzarnos".
El mencionado modelo, que consistió en estatizar todos los medios de comunicación y convertirlos en herramientas de la propaganda del régimen, "fue capaz de cimentar la unidad y la conciencia social de nuestra sociedad en las telúricas condiciones de la época fundacional, una época que terminaría en una nueva constitucionalidad e institucionalidad y en un renovado pacto social", celebró. Todo eso lo habrían intentado quebrantar "el imperialismo y sus acólitos", de acuerdo con Ronquillo Bello.
"Pero ni este mundo es el de aquellos años, ni el modelo socialista podría ser igual, además de que somos testigos de que el pacto social revolucionario que se configura es absolutamente distinto", dijo sin ahondar en las características actuales de lo que insistió en llamar "modelo socialista" y "pacto social revolucionario".
Sin embargo, la Tarea Ordenamiento que implementó el Gobierno en el peor momento de la pandemia de Covid-19 en Cuba, y cuyo fracaso tuvo que admitir en diciembre, y el paquetazo económico anunciado en el propio mes demuestran que el nuevo "pacto" y el nuevo "modelo socialista" consisten en la eliminación de subsidios y en que el Estado se quite de encima responsabilidades.
El presidente de la UPEC también afirmó que "las reglas comunicacionales del siglo XXI no se parecen en nada a las de entonces, de lo contrario los estudiosos no hablarían de un cambio de época, en el que las sociedades, y con ellas las revoluciones sociales, son retadas por una rotunda transformación de dimensiones impensadas".
El funcionario lamentó que "el sueño de un nuevo orden mundial de la información fue suplantado por el totalitarismo infocomunicacional global", mientras en Cuba el régimen mantiene a la prensa estatal bajo un férreo control.
Según el presidente de la UPEC Cuba está sumergida "en su propia burbuja de radicales trasformaciones internas, con las duras —y no pocas veces inesperadas— consecuencias económicas, sociales y políticas, además de las que agregan las mezquinas agresiones externas".
Para él la peor consecuencia es "la pérdida de nuestra apostólica fe en la singularidad del destino de Cuba".
Como prueba de la voluntad del régimen para cambiar "lo que debe ser cambiado en el sistema de comunicación y de prensa público cubanos", mencionó "las aprobadas Política de Comunicación del Estado y del Gobierno, la Ley de Comunicación Social", que mantienen en la ilegalidad a los medios independientes.
El presidente de la UPEC reconoció que el déficit de periodistas en los medios estatales nacionales, radicados en La Habana, ha obligado a recurrir a jóvenes de otras provincias para cubrir las plazas.
"La presencia en la apertura de este cuarto. Festival de unos 50 jóvenes de otras provincias, que estuvieron dispuestos a alejarse de sus territorios de origen, de sus familiares y seres queridos para servir mejor a su país, cubriendo el déficit de profesionales en los medios nacionales, es ya una alerta clara de los dilemas que tenemos por delante en este y otros ámbitos de nuestra Patria", afirmó.
"Muchos de estos jóvenes cumplirán su servicio social en medios que están impulsando el cambio o en otros en los que deberán contribuir a espolearlo con su juventud y energías", añadió.
Desde mayo de 2021 hasta noviembre pasado, habían causado baja de la UPEC 982 miembros, según informó la organización el año pasado. La cifra se traduce en un decrecimiento de 345 afiliados. Del total de bajas, 252 fueron por fallecimiento y 271 por "profesionales que salieron del país".
El cuarto Festival de Prensa en Cuba comenzó una semana después de la realización del foro internacional Nueva Operación Verdad organizado por la agencia oficial Prensa Latina a propósito de la campaña promovida por Fidel Castro en enero de 1959 para justificar ante la opinión pública internacional los juicios contra figuras de la dictadura de Fulgencio Batista, desde testaferros hasta simples funcionarios, a quienes mandó a fusilar.
Hay que sufrir de severo retardo mental para no advertir que si los periodistas oficialistas se estan yendo y tienen que cubrir sus vacantes con aprendices que apenas saben escribir y no saben nada de nada, es porque esa "singuilaridad cubana" de la que habla este oficial del MININT, es el problema. Simple: el periodismo, si no es libre y opositor, no es periodismo, es PROPAGANDA gubernamental. Y punto
Otro hipócrita y demagogo. Otro que defiende a esta Tiranía Totalitaria Fascistas de los Castros. Otro que ha pisoteado y humillado a muchos cubanos, que desde su profesión desean la Libertad de Cuba. Otro que piensa que lo van a montar en el Avión de los Castros.