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Sociedad

Cárdenas: 'Virados contra el sistema desde mucho antes'

Carteles contestatarios, que luego son tapados por consignas oficialistas, sobre las cuales a su vez se pinta alguna que otra expresión popular, delatan cuán incómoda es esta población para el Gobierno cubano.

Cárdenas
Cárdenas, Matanzas.
Cárdenas, Matanzas. Diario de Cuba

Mientras en el resto de Matanzas se sufren apagones de ocho horas y más, en Cárdenas rara vez quitan la corriente. Los propios cardenenses atribuyen esta excepcionalidad a que les tienen respeto. Carteles contestatarios en los muros, que luego son tapados por consignas oficialistas, sobre las cuales a su vez se pinta alguna que otra expresión popular, delatan cuán incómoda es esta población para el Gobierno cubano.

Se trata de una ciudad pequeña del interior del país, la cual, por una feliz paradoja, está llena de jóvenes, no pocos de ellos con dinero y, sobre todo, con una mecha más corta que la del cubano promedio. Es decir, la disposición a la protesta es más fuerte aquí. Recordemos aquel video viral del 11 de julio de 2021, en el que se puede ver a una multitud frente a la sede municipal del PCC y el Gobierno, colmando la calle y volcando una patrulla y el carro del secretario del PCC municipal. Eso ocurrió en Cárdenas.

Su cercanía a Varadero, lugar donde trabajan muchos de sus habitantes, es lo que determina el estatus económico sui géneris de este municipio. Quizá tal combinación de juventud y dinero sea la causa de que se vean tantas motos por las calles, corriendo entre casuchas de madera, mansiones coloniales, bares modernos e iglesias de todo tipo, pero también entre fosas y montones basura. Porque, para desgracia de los cardenenses, la mala higiene es uno de los rasgos que define el paisaje urbano de ciudad en toda Cuba, consecuencia de una gestión de residuos deficiente y un alcantarillado colapsado.

De acuerdo con un reportaje de Inter Press Service, para 2016 Cárdenas vivía un boom poblacional, siendo la excepción a la regla de estancamiento y envejecimiento del país. Ello se debió a un aumento de la natalidad, pero también al flujo migratorio interno hacia esta ciudad. Los migrantes llegaban (y llegan todavía) atraídos por las oportunidades que ofrecen los sectores del turismo, petróleo y construcción, así como un sector privado que en los primeros años del boom emergió con mucha fuerza. Las canteras de minerales que rodean la pequeña urbe, el polo turístico de Varadero y un rico yacimiento de crudo marcan la diferencia.

La ciudad, al no estar concebida para un crecimiento acelerado, vio sobrepasada su infraestructura, razón por la cual hoy en día muchos servicios públicos son en extremo deficientes, en especial el tratamiento de aguas y la recolección de desechos. Dicho crecimiento también trajo como consecuencia la proliferación de asentamientos informales en su periferia.

Desde sus primeros años, Cárdenas fue una ciudad pionera en varios aspectos, incluso a nivel internacional. Así lo confirma el cartel que se encuentra a su entrada y que hace alusión a uno de sus sobrenombres: ciudad de las primicias. La primera refinería de azúcar de Cuba, dónde primero ondeara la bandera nacional, el primer monumento a Cristóbal Colón en América, la primera planta eléctrica para alumbrado público en Cuba y la segunda a nivel mundial, por solo mencionar cuatro.

La Perla del Norte o Ciudad Bandera, como también se le conoce, fue además el primer lugar donde se vivió un cacerolazo contra el castrismo. Fue el 6 de junio de 1962 y se conoce como la Protesta de las Calderas. La manifestación, protagonizada mayormente por amas de casa que coreaban "queremos comida" y "tenemos hambre", tuvo su detonante en la implantación de la libreta de racionamiento. Un año después, el 18 de junio, Fidel Castro se presentó en el pueblo durante la puesta en mar de 17 nuevas embarcaciones construidas en sus astilleros. En el discurso dijo: "Y es bueno decirle al lumpen de Cárdenas y a los burgueses de Cárdenas: cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo. Paciencia, tiempo es lo que la Revolución necesita, que irá venciendo todos los obstáculos, lo irá resolviendo todo, irá liquidando los privilegios y las injusticias que quedan y los vicios que quedan." Con estas palabras el dictador mandaba a todo el pueblo un mensaje de intimidación.

La protesta marcó la identidad de los cardenenses. Se hizo común comentar el suceso con cierto orgullo, el hecho de que el pueblo había salido a protestar contra Fidel, algo muy poco común en aquel entonces. Los comunistas se referían a Cárdenas como "un pueblo de gusanos".

A tantos años de aquel suceso, los cardenenses aún son una población incómoda para el Gobierno. Así lo demostraron el 11J, siendo uno de los puntos del país donde la gente protestó con más fuerza. Y razones de sobra tenían porque, además de la aguda crisis económica, Cárdenas fue epicentro del coronavirus en Cuba durante el pico de la pandemia. No hubo familia sin contagios. Tanto así que el hospital recibió enfermos hasta el colapso y en su parqueo dormían personas con sueros y oxígeno.

El periodista cardenense Orelvys Cabrera, en un texto escrito el pasado año para Hypermedia Magazine, relata que en esos días un vecino de su barrio se subió encima de su placa y dijo: "Mentiras, mentirosos, son unos mentirosos, todas las cosas que dicen en la televisión son mentira, porque yo vengo de un centro de aislamiento y delante de mí murieron muchísimas gentes sin atención médica y no reportaron ninguno de esos casos en el espacio de Durán en la televisión."

Un cardenense que prefiere mantenerse en el anonimato, ofrece su opinión sobre el carácter rebelde de su ciudad: "Aquí esto está virado contra el sistema desde mucho antes. Siempre pasaron cosas, en los años 80 y los 90, cuando en el resto del país todos eran corderitos. Pero también ya la cosa ha aflojado, porque ya la gente ve que esto no tiene solución y no gasta sus energías en rebelarse ¿Para qué? ¿Para que te cojan preso y no pase nada? Antes sí se ponían muchos carteles, de 'Patria y Vida' mayormente. Pero ahora todo el mundo está enfocado en hacer plata e irse echando."

"Así y todo, todavía pasan cosas. Me acuerdo que el año pasado se fue la corriente en el país entero, aquí al otro día desplegaron las fuerzas especiales y dieron un recorrido por toda la ciudad con las sirenas encendidas, cómo diciendo: 'ni se hagan los locos'. Esta es una ciudad a la que el Gobierno le tiene maña", agrega.

Con respecto a lo inusual de los apagones, otro cardenense comenta: "Cuando quitan la corriente, siempre la ponen antes de que se haga de noche. Pasa que aquí hay una pila de tiendas que tienen cristales que de una pedrada se caen. Las últimas veces que la quitaron, en el barrio Fructuoso la gente salió para la calle, formaron lo de ellos y se la pusieron al momento. Ahora, si acaso, la quitan un ratico de madrugada, a una hora a la que todos están durmiendo y nadie va a protestar."

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2 comentarios

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El problema es que los tanques se les pueden virar a los mandos superiores, se pueden convertir en un arma de doble filo,tipo Moscú en 1990 cuando el golpe de estado a Gorvachov...

Un cardenense amigo mío de la Cujae, me contaba como lo impresionó, siendo niño, el ver pasar tanques por las calles de la ciudad durante las protestas del 62, y como la población ante una visita del entonces presidente “cucharita Dorticos “, la gente coreaba en tono de conga: sin manteca y sin arroz, esperando a Dorticos.