'Lo que han hecho es destruir familias': el caso del preso del #11JCuba baleado dentro de su casa

Han pasado casi siete meses del violento arresto de Daniel Joel Cárdenas Díaz tras las protestas antigubernamentales que sacudieron Cuba el 11 de julio de 2021. Efectivos de las Brigadas Especiales del Ministerio del Interior de Cuba, los llamados "boinas negras", irrumpieron en su vivienda en Cárdenas, Matanzas. Fue herido de un disparo, además de sufrir severos golpes delante de sus mellizos, que entonces tenían dos años de edad. El video que grabó su esposa del allanamiento, en el que se ve un charco de sangre en el suelo, se hizo viral. 

"La herida de mi esposo producto del disparo tiene 12 cm. Está en la cabeza por la parte izquierda de atrás", cuenta Marbelis Vázquez a DIARIO DE CUBA.

Según Vázquez, su esposo estuvo casi seis meses con la herida abierta. "No le dieron puntos porque dicen que no había hilo. Claro, me imagino que fue porque se trataba de un manifestante", dice.

Vázquez también pasó noches de desvelo por un hematoma negro que le quedó a su esposo en la espalda, por encima de los pulmones. Dice que Cárdenas Díaz nunca fue hospitalizado, tan solo llevado a un policlínico. Las huellas de las heridas aún son visibles.

"Atenciones médicas tuvo solo los tres primeros días, ya que después de eso le quitaron el médico que lo atendía. Ellos (agentes de  la Seguridad del Estado) querían que ese médico declarara ante la televisión que mi esposo no había sido herido, pero él se negó alegando que era un civil, según me dijo el propio médico. Luego de eso lo desaparecieron", afirma.

Daniel Joel Cárdenas Díaz fue interrogado días después de su arresto frente a las cámaras para un reportaje que fue presentado el 17 de julio en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana. El objetivo: "desmentir" las denuncias de los familiares. 

Según declaraciones de Marbelis Vázquez, el reportaje de la televisión omitió una escena durante la que su esposo "se alzó el pulóver para que vieran los golpes". La mujer dice que su abogado solicitó la copia de ese video en la Policía y se la negaron, porque "no aparecía".

El juicio de Daniel Joel Cárdenas Díaz se celebró los días 8, 9 y 10 de diciembre pasados en la Fiscalía Militar de Matanzas. Fue acusado por "sabotaje" y "desorden público" a 15 años de prisión. Vázquez recogió la sentencia firme este jueves.

La Policía primero acusó a Cárdenas de ayudar a volcar un carro frente a la sede del Partido Comunista local. Por esta razón, considera Vázquez, se realizó el operativo tan aparatoso que violentó la vivienda familiar y rompió puertas y ventanas. Pero fue un error. El verdadero autor de esos hechos fue identificado posteriormente. Más tarde, las autoridades le imputaron a Cárdenas la vandalización y el saqueo de una tienda de un CUPET. Otro presunto cargo de "corrupción de menores" fue desestimado el propio día del juicio.

Según Vázquez, su esposo estuvo en las protestas frente a una gasolinera cerca de su casa, pero nunca participó en la destrucción del establecimiento, ni en el saqueo porque "tenía demasiado miedo de entrar a la tienda". Se llevó algún pomo de mayonesa que habían dejado afuera, pero al final nunca llegó con nada a la casa. Tiró un filtro de combustible, pero no para romper cristales. A través de un video se demostró que los cristales ya estaban rotos cuando el manifestante lo lanzó.

El proceso penal contra Cárdenas Díaz ha sido traumático para Marbelis Velázquez y sus hijos. 

"No tengo más familia que él. Mi madre murió y cuando él llegó a mi vida se convirtió en mi madre, mi padre, mi amigo, mi esposo, mi todo", dice a DIARIO DE CUBA. 

"Me crió a mi hija mayor como si fuese de él. Me ayudaba y apoyaba en todo. Cuando tuvimos nuestros gemelos nunca se separó de mí, ni en mi embarazo, ni en mi cesárea. Después de tenerlos, él era quien me ayudaba en casa día a día con mis gemelos, a la hora del baño, la comida, y de dormirlos", añade.

"Esto ha sido un golpe muy fuerte para mí. Es una pérdida total, su ausencia. Encontrarme en este mundo, sola, enfrentando la vida y luchando por mis hijos es difícil", lamenta.

"15 años de prisión que le echaron nos priva de felicidad, de ver a nuestros hijos crecer, de crecer como familia juntos. Estos procesos lo único que han hecho es destruir familias que no merecemos esto", concluye.