La nueva escogida de tabaco del poblado de Jíquima, en Sancti Spíritus, cuya construcción empezó hace media década y en la que hasta la fecha se invirtieron 23 millones de pesos, está semiparalizada y sus inversionistas no creen que puedan finalizar las obras hasta 2024.
Un reporte del periódico oficial local, Escambray, indicó que "la obra civil ha sufrido varias paradas y actualmente se encuentra a un 90% de ejecución". Esto, a pesar de que, según el reporte, la puesta en marcha de esa fábrica permitiría "ampliar y modernizar las capacidades de la industria tabacalera espirituana".
Ubicada en Cabaiguán, el municipio espirituano que produce mayor cantidad de hoja de tabaco en la provincia, la segunda productora de la Isla, solo por detrás de Pinar del Río, la escogida empezó a construirse en 2018.
Desde esa fecha, señala Escambray, "ha habido atrasos e intermitentes paradas por déficit de áridos, combustible, y, en los últimos tiempos, por los recursos de terminación, fundamentalmente los de balance nacional, que debe garantizar la entidad tabacalera".
Miguel Sarduy Díaz, inversionista de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco en Sancti Spíritus, comentó que ya se han invertido en la obra 23 millones de pesos de los 40 que costará, "pero este año las acciones materializadas solo se acercan a los tres millones".
En esa cifra entra la maquinaria que debe montarse en la planta, tecnología esta que sería adquirida en el extranjero y aún está pendiente.
Escambray señala que en esta media década se concluyeron "las naves industriales, de producción y secado de dicha instalación, donde se podrán beneficiar anualmente de 200 a 250 toneladas del tabaco. Asimismo, resultará una opción de empleo para unas 250 personas, fundamentalmente mujeres".
Sarduy Díaz agregó que hay otras inversiones que pretenden mejorar el beneficio del tabaco en Sancti Spíritus. Aparte de la escogida de Jíquima, están una nave-almacén en la escogida de Cabaiguán y un despalillo en el poblado de La Rana. La primera está por realizarse, pero en la segunda, si bien se terminó el movimiento de tierra, "las acciones quedaron detenidas hasta el 2024 por falta de recursos como cemento y acero", apunta el reporte.
Todo lo anterior resulta paradójico de cara a uno de los rubros agrícolas exportables más importantes de Cuba. Esta misma semana el propio Escambray reportó que el Gobierno cubano destinó para la construcción de un hotel casi el 60% del presupuesto del sector de la construcción en Sancti Spíritus.
Según esa información, el Ministerio de la Construcción (MICONS) ejecutó más de 390 millones de pesos en "diferentes obras de interés económico y social". De ese monto, 227 millones en instalaciones turísticas, "específicamente en la terminación de objetos de obra en el Hotel Meliá Trinidad Península", inaugurado para la actual temporada alta de turismo en Cuba.
En cambio, en la propia provincia no se avanza en la construcción de viviendas "por la escasez de combustible y materiales", según los funcionarios del sector. Del centenar de casas que se debía entregar en 2023, solo se han concluido 35.
Esto ocurre mientras el sector turístico sigue sin recuperarse en Cuba. El pronóstico de visitantes extranjeros que hizo el Gobierno para 2023 volverá a quedarse corto, como ya ocurriera en 2022. De acuerdo con el economista cubano Pedro Monreal, datos preliminares indican que la meta de las autoridades volverá a incumplirse, en esta ocasión por alrededor de un millón de turistas.
Faltando menos de un mes para que finalice 2023, el Gobierno admitió que este año tampoco cumplirá el plan de construcción de viviendas. De esa situación, que golpea a decenas de miles de cubanos, culpó a los métodos de trabajo, además de la falta de cemento y acero, que no parecen afectar el levantamiento de hoteles.