Después de cuatro años de retraso, el dique flotante chino instalado en la bahía de La Habana comenzó este martes su etapa de puesta en marcha para ofrecer servicios de reparación naval a la región, reportó el diario oficial Granma.
El dique flotante llegó a la Isla en 2019 a bordo en el segundo supercarguero sumergible más grande del mundo. Fue fabricado por la empresa Huarun Dadong Dockyard y pagado gracias a un préstamo chino. Este proyecto no pertenece a la Nueva Ruta de la Seda promovida por Pekín, pese a que Cuba se unió a esta iniciativa en 2018.
La estructura llamada Floating Dock 2, con una capacidad de levantamiento de 22.000 toneladas, es la mayor de su tipo en la zona del Caribe.
Miguel Pineda López, director general del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo-Portuario (GEMAR), explicó que a partir de este momento se iniciarán las contrataciones tanto de buques nacionales como extranjeros, en función de las disponibilidades de recursos.
En el acto oficial celebrado a propósito de la puesta en marcha de la instalación, Pineda expresó que el dique potenciará el desarrollo de las exportaciones en las reparaciones navales, aprovechando el reconocimiento del astillero de Casablanca en el mercado internacional. También se espera que las labores desarrolladas allí garanticen la reparación de la flota nacional y se produzca un encadenamiento con otras producciones de bienes y servicios de la economía.
El dique, agregó el director general de GEMAR, permitirá aumentar considerablemente la capacidad de trabajo del astillero. A su máxima capacidad, se establecerá un sistema de trabajo en el dique que le dará una posición favorable y competitiva en Centroamérica, el Caribe, e incluso en el mercado europeo.
Johannes Milián, gerente general del astillero de Casablanca, dijo que la estructura representa su principal capacidad de varada. La instalación permitirá intervenir buques hasta del tipo Panamax. Esos navíos tienen 12 metros de calado y una capacidad de carga cercana a las 60.000 toneladas.
La demora en la puesta en funcionamiento del dique flotante apareció en la agenda de la visita de Miguel Díaz-Canel a China en noviembre de 2022, ocasión en que Alejandro Gil, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, dijo que entre los acuerdos firmados por Pekín y La Habana estuvo "la reapertura de nuevos financiamientos". Entre ellos, "la inversión en un dique flotante enviado desde China a Cuba en 2019 y que no ha sido terminado".
"Está prácticamente concluida esa inversión, pero quedaban pendientes algunos ajustes", aseguró, indicando que ese dique será una fuente de ingresos en divisas, al prestar servicio a los buques que transitan por el Caribe.