¿Qué hacen los bodegueros en las bodegas vacías de Santiago de Cuba?

La figura del bodeguero ha cambiado mucho desde la idílica época en que era celebrado en el famoso chachachá de la Orquesta Aragón. Esas bodegas prerrevolucionarias repletas de mercancías que dejaron de existir hace mucho tiempo. Ni frijoles, ni papas, ni ají:  las bodegas de la Cuba revolucionaria están vacías, y los bodegueros se pasan las horas refrescándose con ventiladores o cartones, a la espera de que lleguen barcos, camiones y trenes con las mercancías de la canasta básica.

Las declaraciones de la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, acerca de los esfuerzos que hace el país para llevar los alimentos al pueblo no son suficientes para calmar la hambruna popular impotente ante unas bodegas vacías.

Preguntamos a una bodeguera que no quiso se publicara su nombre por qué no había nada en la bodega. "Imagínate que las pocas cosas que están llegando vienen a retazos. En este mes solo ofertamos arroz, azúcar, y me dicen que está llegando chícharo y café. El arroz vino en dos partes, primero tres libras y la leche de niños que llega también así", responde.

Al preguntarle qué hacen cuando la bodega está vacía, como en estos momentos, contesta: "Nada, nosotros cumplimos con un horario para que se nos pague nuestro salario, nos sentamos aquí hasta que lleguen los productos, y atendemos las reclamaciones de las personas a las que se le deben cosas".

Los productos que se deben son a consumidores que en su mayor parte llegaron tarde a la bodega, y ya la encontraron vacía.

"No puedes tardarte ni una semana después que llegan los productos", asegura Vicente, un consumidor a quien le deben el arroz del mes pasado en una bodega de la barriada del Nuevo Vista Alegre.

"Me tardé en ir a sacar el arroz porque estuve unos dias por el monte buscando viandas. Cuando llegué la bodega estaba vacía, me apuntaron en una libreta para cuando llegue el faltante que no se sabe cuando será, y eso fue el mes de septiembre. Hay que ir a sacar los mandados en cuanto lleguen", agrega.

Al preguntarle a una bodeguera del Consejo Popular Martí el porqué de los faltantes, responde  que casi nunca llega nada completo. "Los productos vienen en sacos, en la bodega se pesan y siempre falta. Para mí son los problemas con las pesas que son muy viejas y no reciben ni una limipieza. Además tú sabes que aquí todo el mundo saca su poquito, desde los almacenes, los carreros hasta los dependientes. El salario nuestro es de 2.320 pesos. ¿Y quién vive de eso?", concluye.

Otro de los problemas de las bodegas es la falta de fluido eléctrico. Los consumidores se quejan de que durante los apagones las bodegas no pueden prestar servicios, ya sea porque tienen pesas electrónicas o porque casi no tienen iluminación y están  a oscuras.

Alina, vecina del reparto Los Pinos, nos cuenta que durante los apagones su bodega no funciona. "Las bodegueras se pasan el día con su teléfono, en un apagón de de cinco, seis o siete horas. Ellas no trabajan. Así que no se puede sacar lo poquito que llega, y si nos quejamos nos dicen que vayamos a quejarnos con el Gobierno para que cambie el horario. Aquí todo es sufrimiento".

En una bodega de la Avenida Martí, la dependiente está sentada esperando que sean las 11:00AM para irse. La bodega está vacía. Le preguntamos por qué no hay productos y responde: "Ya todo se vendió, las siete libras de arroz, las tres de azúcar,  el chícharo y el café, que fue lo último que llegó. Lo que falta es el aceite y unos días de leche. Estamos vacíos porque el pueblo viene a buscar sus productos rápido porque hay hambre. Esto que dan no alcanza, pero son los productos más baratos. Si quitan las bodegas, ahí sí que se cae este Gobierno".

En conversación con una trabajadora de la OFICODA ubicada en el Distrito José Martí esta explicó que "las bodegas están vacías porque no hay comida". Añadió: ''Estamos dando de baja a todas las personas que están saliendo del país porque la comida no alcanza. El Ministerio de Relaciones Exteriores envió los listados, no importa si no llegan a los meses estipulados porque la situación de la comida está muy difícil para el Gobierno".  Y añadió que se han creado "tiendas pilotos habilitadas para cuando las personas vuelvan (al país) les den el alta y puedan comprar sus cuotas ese mismo día".