Food Monitor Program, una iniciativa independiente que estudia la inseguridad alimentaria en Cuba, denunció este miércoles la venta de comida a sobreprecios en negocios online como Katapulk, del cubanoamericano Hugo Cancio, mientras los cubanos sufren una profunda crisis alimentaria.
El programa recordó a través de un hilo en su cuenta en la red social X que en Katapulk solo se puede pagar con tarjetas internacionales, como Visa o Mastercard, "por lo que recae el peso económico de proveer alimentos sobre los cubanos emigrados" y "se amplía la brecha social entre quienes tienen familiares en el extranjero y quienes no".
Food Monitor Program cuestionó que este negocio "comercializa artículos como carne, lácteos y pescado a precios que están entre tres y ocho veces por encima de su valor real en el mercado" y citó el ejemplo de la leche, alimento básico y de primera necesidad, que llega a comercializarse a precios de 65 dólares (5 kg) y 289 dólares (25 kg).
"El consumo y compraventa de la carne de res no regulado por el Gobierno se penalizaba con largos años de cárcel. Pero la carne de res que se encuentra en Katapulk cuesta hasta 60 dólares, por lo que sus precios siguen siendo prohibitivos para la mayoría de los cubanos", señaló.
"Lo mismo sucede con los precios de la carne de pescado, cuya libra más barata asciende a 10,40 USD. En un país con una población envejecida, y mayormente hipertensa, el consumo de las carnes blancas como el pescado resulta imprescindible para una adecuada calidad de vida", sostuvo Food Monitor Program.
La iniciativa lamentó que estas empresas de venta de alimentos se aprovechan de esta situación para lucrar con el hambre de los cubanos residentes en la Isla.
Finalmente, Food Monitor Program denunció "la segmentación y discriminación social que representa este parteaguas en el acceso a alimentación básica para los cubanos".
Una encuesta reciente de Cubadata reveló que casi la mitad de los entrevistados (47,2%) dejó de comer alguna vez durante todo un día porque los alimentos no alcanzaban y todos los entrevistados emplearon alguna estrategia para hacer frente a la escasez y los altos precios.
El 31,3 % de los encuestados compró alimentos más baratos y menos nutritivos; el 32,4% redujo el tamaño de las porciones de comida; el 19,0% se saltó comidas; un 4,5% buscó apoyo de organizaciones no gubernamentales y el 12,8% pidió ayuda a familiares o amigos.
Entre abril y junio, el 34,2% de los entrevistados dijo que dependió de la ayuda de familiares o amigos en el extranjero para obtener alimentos.
La empresa Katapulk, del cubanoamericano Hugo Cancio, uno de los empresarios más estrechamente vinculados con la cúpula del régimen cubano, estrenó recientemente una tienda online para la venta de camiones, motocicletas, equipos agrícolas y de la construcción anunciada a inicios de agosto, así como de automóviles y minivans, que inició en mayo pasado.
El negocio de Cancio está en crecimiento a partir de la concesión de licencias por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Katapulk se ha convertido en una comercializadora de primer orden en Cuba, con mucho más poder que la mayoría de las empresas estatales.
La empresa se encarga de la venta y distribución mayorista y minorista de productos alimenticios que realiza a través de la tienda online del mismo nombre; tiene una agencia de viajes a Cuba; gestiona recargas de saldo telefónico, así como trámites migratorios para cubanos y estadounidenses que tiene en EEUU.
Mientras, el Gobierno cubano no para de quejarse de que las privaciones que sufren sus ciudadanos son a causa del "bloqueo" del vecino del norte.
El negocio de unos pocos, para unos pocos, en detrimento de todo un pueblo ¡Bravo!
En otra época el Cancio ya estuviera alimentando gusanos y hormigas con su cuerpo asqueroso...
La justicia divina a veces tarda, pero tarde o temprano llega. Cancio va a pagar bien caro lo que hace.
El tal Cancio es un especulador, pero como tiene el visto bueno del desgobierno cubano no pasa nada, otra cosa es que a un vendedor ambulante de viandas se le ocurra vender una libra de tomates por encima del precio que marca la dictadura, a ese pobre le decomisarán el producto y encima le meterán una multa. Esa es la "igualdad castrista".
El mafioso Rancio especuleando con el hambre.
Esperemos que pueda comerse toda la langosta que los cubanos no pueden.
Hugo Cancio es uno de esos tipos despreciables que pescan en río revuelto. Se aprovecha de la miseria en que vive el cubano que vive en Cuba para chulear a la diáspora cubana y engrosar su cuenta bancaria. Él merece el castigo de Dios y el desprecio de los cubanos.