Al menos 36 mendigos de tres municipios de La Habana fueron temporalmente sacados de las calles en operativos de la Policía realizados en fechas no precisadas, según publicó un perfil vinculado al régimen que de manera usual hace propaganda para limpiar la imagen de las fuerzas del orden.
"La Policía Nacional Revolucionaria, en colaboración con un equipo multidisciplinario, recorrió los municipios de Playa, Centro Habana y Plaza de la Revolución en busca de personas en situación de vulnerabilidad y garantizar su atención y reinserción a la sociedad", dijo Elizabet Ferrer en una publicación en Facebook el martes, apenas tres días después de celebrada la Cumbre del Grupo de los 77+China en La Habana.
Según Ferrer, durante el recorrido los agentes policiales encontraron a 36 personas "en estado de abandono y sin familiares que pudieran prestarles ayuda, lo que las hacía aún más vulnerables".
Añadió que el grupo multidisciplinario se encargó de brindar a los mendigos atención médica y psicológica, alimentación y alojamiento temporal, y lo atribuyó "al deber y responsabilidad del Gobierno de garantizar un futuro mejor para todos".
En La Habana aumenta cada día el número de mendigos —a los que las autoridades describen con el eufemismo de "deambulantes"— y personas con visibles trastornos psicológicos. Aunque predominan los mayores de 60 años, con la profundización de la crisis económica se han incrementado también los adultos de entre 30 y 50 años.
Resulta curioso que el reporte del perfil oficialista, que dedica alabanzas al Gobierno y la Policía, mencione la búsqueda de mendigos en tres municipios con conexión con el centro neurálgico de la capital cubana, donde hace pocos días se dieron cita gobernantes y líderes mundiales.
Cada vez que llega a la Isla algún personaje relevante o tiene lugar un evento como la Cumbre del G77+China, el régimen hace recogidas de mendigos que chocan con su propaganda de que en Cuba "nadie queda desamparado".
Desde hace años la recogida de los mendigos es coordinada por la Policía y termina con estas personas retenidas en centros sociales que no dan abasto. Posteriormente vuelven al desamparo habitual.
El envejecimiento poblacional, el hacinamiento por el déficit de viviendas, el alcoholismo, la desesperanza por un cambio real en la Isla y la angustia por la sobrevivencia en un país que, lejos de combatir la pobreza, ensancha cada día el apartheid económico, empujan a muchos ciudadanos a la indigencia.
Esta semana la activista Yamilka Lafita denunció que un cubano que se hizo muy popular en redes sociales por reclamar "jama" duerme hoy en las calles visiblemente enfermo.
Lafita publicó una imagen de Juan Carlos González, conocido como Pánfilo, durmiendo en las afueras de una cafetería en El Vedado.
"Este es Pánfilo, el bebedor que le ha hecho crítica dura al Gobierno. Parece que está ya muy enfermo. Está afuera de El Carmelo. Si alguien lo va a ayudar, yo tengo ropa y zapatos que pudiera donarle", dijo la activista en Facebook.
"¡Qué tristeza me da! Él era mi vecino de niño en C entre 1ra y 3ra, en el Vedado. Jugábamos a las bolas, mataperreábamos por el barrio y machucábamos las semillas de almendras. Siempre fueron personas muy pobres que vivieron siempre en el mismo solar. Me acuerdo de su abuela y de su mamá. Como se decía en aquellos tiempos: 'la Revolución nunca ha llegado a esa casa'", comentó Jorge Dalton.
¿Vulnerabilidad?
¡Pero si el 99% de la población es vulnerable!
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