Miguel Díaz-Canel se reunió el viernes con el excanciller de Brasil y actual jefe de la Asesoría Especial de la Presidencia de ese país, Celso Amorim, después que el funcionario brasileño manifestara al gobernante la intención del Gobierno de Lula da Silva de relanzar las relaciones comerciales y políticas con La Habana.
"Queremos hacer de la relación entre Brasil y Cuba (...) una relación de gran amistad, que contribuya también para la paz en la región nuestra, porque la paz es el gran objetivo de la diplomacia; el crecimiento económico también", dijo Amorim, citado por el sitio oficial de la Presidencia de Cuba.
Amorim, quien comentó que trabaja directamente en el gabinete de Lula da Silva "como su consejero de política exterior", adelantó que en las próximas semanas "hay varias misiones que vienen a Cuba".
Entre ellas, mencionó una misión de empresarios y "unas misiones técnicas, por ejemplo, de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria)". A ellas sumó especialistas del Ministerio de Salud, "porque Cuba está muy desarrollada en eso, conocemos todo ese avance".
Amorim, quien se entrevistó también con el canciller Bruno Rodríguez, entregó una carta a Díaz-Canel enviada por Lula da Silva, sobre la cual dijo que es la "expresión de la voluntad de relanzar y fortalecer las relaciones entre la nación sudamericana y la Isla".
"El hecho de que me haya enviado con una carta al presidente Díaz-Canel simboliza el deseo de reaproximar a Brasil con Cuba", indicó. Asimismo, hizo referencia a "volver a mejorar, si es posible, la relación que era muy cercana y que seguirá siendo así", en alusión al distanciamiento político entre Brasilia y La Habana durante la Presidencia de Jair Bolsonaro.
La Habana ha estado recibiendo envíos de productos petroquímicos de Brasil, donde compra además carne de pollo y otros alimentos.
El deseo del régimen de Cuba de volver a enviar sus médicos a ese país, donde tuvo una de las mayores brigadas de sanitarios exportados bajo los mandatos del Partido de los Trabajadores, no se hizo realidad.
En julio último, Lula oficializó el programa Más Médicos, por el que La Habana hizo caja durante años, apropiándose de la mayor parte de los salarios de sus sanitarios enviados a ese país. Según cifras oficiales, entre los profesionales contratados ahora para atender en diversas zonas del país carentes de ese personal, hay más de 3.000 cubanos, muchos de ellos radicados en la nación sudamericana tras el cierre del programa.
En 2018, tras la llegada al poder de Jair Bolsonaro, quien exigió que los médicos cubanos recibieran de manera íntegra los salarios que pagaba por ellos Brasil, que sus familias pudieran acompañarlos y que revalidaran sus títulos, el Gobierno cubano anunció la retirada de sus profesionales.
¡Mira para eso!: Los expertos brasileños les enseñarán a los campesinos de Quivicán o de Los Palacios cómo se siembran boniatos y malangas. El problema es que a esas clases solo irán los enviados por el MINAGRI.
Qué bien para Brasil, muchos de ese personal médico, como los anteriores, enriquecerán los servicios médicos en Brasil, tras romper con el leonino contrato con el Minsap
Si quiere quedarse sin dinero, invierta en Cuba y tarde o temprano la cleptocracia que desgobierna Cuba se quedará su negocio.