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Refugiados

'Casi nos matan', llega a Brasil la pareja de jóvenes exiliados en Trinidad y Tobago

'Fuimos vigilados por la Seguridad del Estado cubana', dice Carlos Jiménez Vasco sobre su estancia en Trinidad y Tobago.

Madrid
Carlos Jiménez Vasco y su esposa Daria en un campamento de refugiados.
Carlos Jiménez Vasco y su esposa Daria en un campamento de refugiados. Cortesía del estrevistado

La pareja de jóvenes (él cubano, ella rusa) que tuvo que salir de la Isla en abril pasado debido a las presiones del régimen, llegó a Brasil después de no recibir la atención prometida por parte de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Carlos Jiménez Vasco dijo a DIARIO DE CUBA que él y su esposa salieron de Trinidad y Tobago el día antes de que pudiesen ser deportados. "Llegamos a Guyana en la madrugada del 18 de julio, donde casi nos matan unos traficantes que supuestamente iban a ayudarnos, pero en realidad lo que querían con nosotros no era nada bueno. Tuvimos que cruzar la jungla y un río por nuestra cuenta (no se lo recomiendo a nadie que tenga otra opción), hasta llegar a la frontera con Brasil. Allí me dieron un permiso de entrada. Ahora estamos en Brasil, intentando sacar los documentos y evitando acabar en uno de los campos de concentración para refugiados (que parecen salidos de la Segunda Guerra Mundial)", dijo el joven habanero.

"Estamos atrapados en el pueblo fronterizo de Boa Vista —continuó Carlos— y necesitamos llegar a alguna ciudad para poder trabajar y ya recomenzar nuestra vida, dejando todo lo malo atrás. En el camino nos hemos encontrado con muchas personas, aliados de ambas dictaduras (en referencia a los gobiernos de Rusia y Cuba), y nunca nos deja el miedo de que nos desaparezcan si tienen la oportunidad. Aún no estamos bien por completo, pero estamos muy cerca de nuestra meta y eso ya es mucho. Con un poco de ayuda llegaremos seguro."

Estos jóvenes huyeron de Rusia en octubre de 2022 porque las autoridades de ese país querían reclutar a Carlos para combatir en Ucrania a pesar de ser extranjero. "Nuestra idea al llegar en Cuba era recuperarnos emocionalmente después de todo lo que vivimos en Rusia, pero ha sido lo opuesto", dijo Carlos. Su familia, integrada por militares y diplomáticos, ayudó al Gobierno cubano a reprimirlos constantemente.

El padre de Carlos (exdiplomático y todavía trabajador de una entidad vinculada al MINREX), un día lo llamó desde una estación de Policía y le dijo: "Ahora supe que ustedes están publicando en la red cosas malas sobre Rusia y sobre Cuba, ya me lo informaron. En esa situación, en la casa no van a poder estar ninguno de los dos. Perseguidos en Rusia y en Cuba, yo no quiero ese tipo de gente en mi casa. Yo les aconsejo que vayan a ver qué lugar se buscan".

"En Trinidad y Tobago las cosas iban muy mal —explicó ahora el joven—. Allí la dictadura (cubana) tiene mucha influencia y, como ya he contado, hasta asaltos con palizas me organizaron. Muchos cubanos afirman, y yo estoy de acuerdo, que hasta en la oficina de la ACNUR en Puerto España hay infiltrados que se encargan de enviar por el sistema de la ONU a castristas agentes de opinión hacia EEUU y otros países. A los cubanos que estamos en contra del castrismo nos retrasan y a propósito nos perjudican. Todo empeoró aún más cuando un juez del Tribunal Supremo de Trinidad y Tobago dictaminó que iban a empezar a deportar refugiados. En este momento, a mi conocer, tienen al menos a 200 refugiados (creo que mayormente venezolanos), retenidos para ser deportados y eso solo es el comienzo. La ACNUR nunca llegó a legalizar nuestro estado de refugiados, siempre decían que en dos semanas lo harían, y entre semanas y semanas pasaron meses. Todo ese tiempo fuimos vigilados por agentes o simpatizantes de la Seguridad del Estado cubana. Incluso fui fotografiado por ellos cuando trabajaba ilegalmente. Ahora que no estoy allí, sí puedo contarlo. Por eso perdí empleos y viviendas al ellos llamar o intervenir para causarnos problemas. Logramos salir de Trinidad y Tobago justo la noche antes de que se venciese nuestra estancia y logramos evitar la deportación por los pelos."

Al llegar a Guyana, los jóvenes estuvieron a merced de una red de traficantes de personas. "Por un momento, caímos en manos de coyotes (contrabandistas de migrantes), pero nada más vimos que sus intenciones eran vender a Daria y matarme a mí, logramos escondernos de ellos aunque antes de eso se pusieron bastante violentos. Una cosa preocupante es la cantidad de veces que ves armas de fuego en Georgetown (capital de Guyana). Fuimos a varias embajadas solicitando ayuda, pero no la recibimos, igual que en Trinidad y Tobago. La solución llegó de una forma inesperada. La división antitráfico del Ministerio de Asuntos Interiores estaba rastreando a aquellos traficantes de personas que ya habían cometido varios asesinatos y dio con nosotros. Ellos nos escondieron por un par de días y luego nos dieron permiso de transportación por el país y permiso de salida. Por desgracia, para llegar al otro lado hacia la frontera no hay ninguna carretera ni camino. Guyana es un país poco civilizado. Todo fue por selvas y por un río. Parte del camino fue a pie, en una antigua guagüita (autobús pequeño), y en una balsa de carga enorme con motor", detalló Carlos sobre la peligrosa travesía.

El joven cubano que estudiaba en Rusia asegura que varias personas se han interesado por su caso y lo ayudan a reunir los fondos necesarios para continuar con su ruta. "El camino es demasiado caro y aún estamos a mitad. Hay personas que hasta abrieron una cuenta con el objetivo de recolectar donaciones para lo que necesitamos. Ojalá lo logremos y ya podamos darle un final feliz a nuestra historia. El camino ha sido largo y difícil. Estamos muy cerca del final, ya podemos ver la meta. Solo falta mucho esfuerzo, un poco de ayuda y nunca rendirse", concluyó Carlos.

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7 comentarios

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....cuantos millones de agentes tiene la seguridad del estado y la policia cubanas para reprimir a los opositores???...todos los disidentes, opositores y periodistas independientes tienen apostados frente a sus casas y en cada esquina unos 3 o 4 agentes permanentemente...otro grupo de agentes los sigue y vigila cuando salen a la calle...hace poco conocimos la historia del asalto a la casa de una yutuber por cerca de 30 agentes y sabemos que esa forma de operar no es caso aislado...estan el otro grupo de agentes que tiene que acompañar al aeropuerto a los disidentes que son obligados a abandonar el pais...ahora nos enteramos del grupo de agentes que acosa , persigue y amenaza a tan peligrosos opositores aunque esten en el extranjero como sucede con esa pareja del articulo ...por eso mi pregunta...cuantos millones de agentes tienen la seguridad y la policia cubanas???...

debe ser horrible tener un padre asi de chivaton
que tristeza

Creo realmente lo que les ha pasado. Seguramente no lo dicen todo porque ya le están viendo las orejas al lobo, una vez que salen del infierno. Aprenderán con el tiempo a andarse con cuidado con las liebres en su camino. Aunque pase el tiempo, les saldrán por cualquier sitio. En cuanto a la cadena de desgracias de los cubanos que emigran y el orden de importancia de estas, comparando a otras con las de esta pareja, me parece fuera de lugar, porque la noticia no busca eso. Cualquier desgracia en estas circunstancias es una fuente de reflexión y de enseñanza para el resto de los cubanos -así ya saben lo que les espera también afuera de la Isla-, y lo veo también como una denuncia de los problemas que afronta la emigración cubana. Claro, se reiteran, pero todo tiene sus matices. La memoria de un pueblo en este caso el cubano, se fundamenta en testimonios distintos y todos validos. Es necesario que los escuchemos, les ayudemos y protejamos en la medida de lo posible. Este un espacio ideal.

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Lleva usted razón: "La memoria de un pueblo en este caso el cubano, se fundamenta en testimonios distintos y todos validos." Entonces, habría que abogar por la publicación de otros testimonios, también válidos, no solo el de estas dos personas. Llevo ya años siguiendo estas páginas y pienso que el tema de las vicisitudes de los cubanos cuando salen de la isla no se explota lo suficiente de forma individual, caso a caso, de ahí que esta saga haya sobresalido por su seguimiento. Si es que ese es el curso que se quisiera seguir para exponer la situación de quienes emigran. Estoy segura, señora "Rita La Caimana", que habría historias que nos sorprendan y ayuden, como dice usted, a que otros entiendan la tragedia de la migración de cubanos. Pero pienso que exponer --como ha hecho DDC-- qué problemas encuentran los cubanos en el Daríen, o en tránsito por Europa o por Centroamérica, sin tener que centrar la atención en casos individuales es más que válido.

Estos dos chamacos no sirven ni para escribir una novela mierdera, se montan unas películas que no se las creen ni ellos, es como cuando Alexander el de Gente de Zona decía que en Cuba estaban preparándole un secuestro, esos egos sobredimensionados cuanto daño hacen.

Y ahora.... a trabajar, diría mi abuela. O todavía no?

Profile picture for user Ana J. Faya

El viacrucis de cualquier cubano para establecerse en otro país da para decenas de novelas, y algunas de horror. Si se trata de opositores, hayan o no cumplido condena en Cuba, hay mucho que contar. No es el caso de estos dos seres. Hay quienes han cruzado la selva del Darién con niños pequeños. No es el caso de estos seres. Hay mujeres que han llegado a un país con menos de 20 grados, solas, sin conocer a nadie y con un niño de meses. No es el caso de estos dos seres. Como diría mi abuela, no le veo la punta a esta saga de estos dos adultos jóvenes.