Llega Díaz-Canel a Bruselas para participar en la Cumbre UE-CELAC, tras su 'intensa agenda de trabajo' en Portugal

Miguel Díaz-Canel arribó este domingo a Bruselas para participar en la Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), que se desarrollará los días 17 y 18 de julio, informó la Presidencia de Cuba en Twitter.

La delegación del régimen cubano está integrada además por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; la viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ana Teresita González Fraga, y otros funcionarios del Gobierno, de acuerdo al portal estatal Cubadebate.

La comitiva viajó a bordo del avión de Conviasa, que ya es habitual ver en las fotos de los viajes de Díaz-Canel, y pertenece a la compañía estatal venezolana.

Díaz-Canel también llegó a la capital de Bélgica acompañado de su esposa Lis Cuesta.

El gobernante cubano llegó a Bruselas "tras cumplir una intensa agenda de trabajo en la República Portuguesa, donde realizó una visita de Estado del 13 al 16 de julio", apuntó Cubadebate.

Justo el pasado 13 de julio, al anunciar su partida hacia la nación lusitana en Twitter, Díaz-Canel había confirmado que asistiría a la Cumbre UE-CELAC.

Una de las actividades de Díaz-Canel en Portugal fue un encuentro con empresarios de ese país, que calificó de "indispensable".

También visitó en Lisboa el Museo de Aljube, conocido como museo de la Resistencia Antifascista, que abrió sus puertas en abril de 2015, con el objetivo de recordar la lucha y la resistencia a las atrocidades ocurridas durante el período dictatorial en Portugal (1926-1974), destacando la importancia de la libertad y la democracia. En la visita, estuvo acompañado por miembros del Partido Comunista Portugués.

Varios cubanos le señalaron lo contradictoria que resultaba su presencia en un lugar que recuerda los horrores de una dictadura, mientras él tiene más de 1.000 prisioneros políticos en la Isla.

La Cumbre UE-CELAC, primera de su tipo en ocho años, comenzará menos de una semana después de que el Parlamento Europeo condenara las violaciones y abusos sistemáticos de los derechos humanos en Cuba.

Con 359 votos a favor, 226 en contra y 50 abstenciones, la Eurocámara aprobó una resolución en la que instó a las autoridades cubanas a poner fin a la política de represión, intensificada en los últimos tiempos.

La Cámara también instó al Consejo Europeo a adoptar sanciones contra los responsables de las persistentes violaciones de los derechos humanos en Cuba. Dichas sanciones empezarían por Díaz-Canel, como figura preeminente de la cadena de mando de las fuerzas de seguridad cubanas, junto con otros altos cargos del Gobierno cubano.

Sin embargo, no hay indicios de que el asunto vaya a estar presente en la declaración final de la Cumbre. Sí podría estar el embargo estadounidense, al que el régimen culpa de todas las carencias que sufren los cubanos.

La canciller de México, Alicia Bárcena, quien representará a su país en el encuentro, dijo al diario La Jornada que espera que la resolución aprobada por el Parlamento Europeo no influya negativamente en las negociaciones entre los bloques.

"El Parlamento Europeo es un poder separado del ejecutivo y estas reuniones son entre ejecutivos, no entre parlamentos; entonces, esperemos que no haya ningún problema", declaró.

"De hecho, lo que se está negociando en este momento son que se pueda incluir en la declaración un párrafo contra el bloqueo", añadió la canciller mexicana.

Uno de los puntos que ha generado tensiones de cara a la declaración final de la Cumbre es la invasión de Rusia a Ucrania, sobre la que la UE propuso que se adopte una posición clara y espera que que la declaración final destaque el apego de ambos continentes a los principios de la Carta de Naciones Unidas, incluyendo el derecho a la soberanía y a la integridad territorial, también a la resolución de conflictos por medios pacíficos y en conformidad con los principios de justicia y derecho internacional.

Sin embargo, los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua son aliados del mandatario ruso, Vladimir Putin, a quien respaldan abiertamente.

Esta semana, los tres hicieron fuertes presiones que dieron como resultado que el Consejo de la Unión Europea confirmara que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, no asistirá a la Cumbre.

Por otra parte, el Gobierno de Brasil se ha mostrado ambiguo sobre el conflicto. En este tema, Luiz Inácio Lula da Silva ha mantenido la misma posición de su predecesor, Jair Bolsonaro.

El actual presidente de Brasil llegó a asegurar que Zelenski era tan culpable del conflicto armado como Putin, en una entrevista concedida a la revista Time, en mayo de 2022, cuando aún era candidato a la presidencia.

Lula da Silva también debe arribar a Bélgica este domingo, de acuerdo a Cubadebate. En mayo pasado, el papel del mandatario brasileño como mediador entre Ucrania y Rusia quedó enterrado, tras su desencuentro con Zelenski durante la cumbre del Grupo de los 7 (G7).

Al término de la cumbre, The New York Times lo calificó como "un estrecho aliado de Putin" y el Financial Times lo describió como "un facilitador de Putin".