Más de 20.000 hectáreas de cultivos varios fueron afectadas por las intensas lluvias e inundaciones que azotaron la pasada semana la mitad oriental de Cuba, reportó el Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) en un resumen preliminar de los daños causados por una situación que dejó al menos seis personas fallecidas y numerosas viviendas destruidas.
De acuerdo con el resumen de daños de la entidad, las precipitaciones ocasionaron además la muerte de 159 cabezas de ganado mayor y de 126 ovinos-caprinos, varios por ahogamiento. En esas jornadas se dejaron de acopiar decenas de miles de litros de leche.
Solo en Santiago de Cuba, en la granja avícola La Fune, de Contramaestre, una corriente fuerte de agua provocó la muerte de 6.280 aves, mientras que el resto quedó con hipotermia. En Granma fueron más de 20.000 las aves de producción afectadas, pero no se ofrecen detalles sobre su situación.
Según el resumen preliminar, que se concentra sobre todo en el sector estatal, entre los cultivos más golpeados están el maíz (5.189 hectáreas perdidas), la yuca (4.742) y la calabaza (3.763).
Se suma a ello el boniato (1.314 hectáreas perdidas), el arroz (1.308) y el café (263).
Solo en los primeros diez días de junio la región oriental de Cuba reportó 211,3 milímetros de lluvia, el mayor registro de precipitaciones de todo el país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, esta cifra representa el 141% de la media histórica.
Aparte de lo anterior, las autoridades de Camagüey informaron que en ese territorio fueron afectadas alrededor de 550 viviendas, mientras que en Santiago se cuantificaron al menos 22 derrumbes totales.
Informes oficiales previos señalaron que los daños en los viales han sido severos, dado que varios puentes colapsaron o sufrieron daños, ocurrieron deslaves en zonas de montaña y carreteras y caminos quedaron intransitables.
Las afectaciones cubren 89 kilómetros de vías de interés nacional y 71km de vías y caminos de otros patronatos. En las vías férreas, se reportan significativas afectaciones en la línea Bayamo-Santiago de Cuba, Bayamo-Las Tunas, en el ramal Manzanillo, el ramal Grito de Yara y el subramal Sofía, todas en Granma.
Asimismo, la contaminación de numerosas fuentes de abasto interrumpió el suministro de agua potable a numerosos pueblos y ciudades desde Camagüey hasta Santiago de Cuba.
Los daños en la agricultura se suman a la ya crítica escasez de alimentos que sufren los cubanos, lo que se suma a la crisis sanitaria, la carencia de medicamentos básicos, los apagones y el racionamiento del combustible en las gasolineras, lo que ha supuesto la casi paralización del transporte.
Si no llueve no hay comida por la sequía y si llueve mucho no hay comida porque llueve mucho.