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Transporte

Antes no funcionó, pero el Gobierno de La Habana vuelve a topar los precios del transporte

La medida 'actualiza' otro tope aplicado en 2020, que los boteros cubanos no acataron y dio lugar a una huelga de los transportistas.

La Habana
Un carro abandonado en La Habana.
Un carro abandonado en La Habana. DIARIO DE CUBA

Después de haberlo usado sin éxito como mecanismo de control, y ante la crisis del transporte que sufre Cuba desde que el Gobierno racionara la venta de gasolina y diésel en los servicentros de la Isla, las autoridades de La Habana volvieron a anunciar topes a los precios de los transportistas privados, conocidos popularmente como boteros.

De acuerdo con la Dirección Provincial de Transporte de la capital cubana, la decisión busca "actualizar" las tarifas de esos recorridos, ahora a partir de definir 46 rutas de transportación privada con una distancia media de 11,6km.

Esas rutas tendrán a partir del 9 de junio precios oficiales de entre 45 pesos (para tramos "cortos", como por ejemplo, entre Calle G y Línea, en el Vedado, hasta Micro X, en Alamar, o entre Virgen del Camino y La Víbora), y 170 pesos para tramos largos (de Guanabo a La Habana Vieja, Centro Habana o Virgen del Camino).

Las regulaciones, que los choferes privados deben cumplir, o en caso contrario enfrentarse a elevadas multas, suponen una retomada de los controles aplicados con la Resolución 240 de 2020, que topó los precios y estableció tramos para los viajes.

Aquella medida, por cierto, provocó una huelga de brazos caídos que, según la independiente Asociación Cubana de Transportistas Autónomos (ACTA) en La Habana, Mayabeque y Artemisa, fue acatada por entre el 70 y el 80% de los boteros. También otros choferes entregaron su licencia operativa, en rechazo a lo que consideraron una imposición que volvía irrentable su negocio.

Lo cierto es que entonces esas regulaciones no fueron acatadas. Los cubanos se quejan hoy de que los transportistas privados y los taxis colectivos administrados por cooperativas, denominadas popularmente gacelas, a menudo definen sus precios basados en la oferta y la demanda. Esto, sobre todo en las noches y fines de semana, cuando el transporte público de pasajeros casi desaparece.

Según la Dirección Provincial de Transporte de La Habana, la medida "fue concertada con la mayoría de los titulares que poseen licencia de operación del transporte" con la intención de equilibrar los precios entre ellos y sus clientes habituales, "de forma tal que fuese factible para ambas partes".

La entidad estatal además pide a los cubanos denunciar cualquier violación de estos precios llamando a un número telefónico o escribiendo al correo electrónico de la empresa.

Pese a que desde abril el transporte público ha sufrido una reducción drástica, la empresa aseguró que en La Habana existe una demanda diaria de 600.000 pasajeros para todos los medios de transporte, menor que en años anteriores.

Según la nota oficial, los medios de transporte estatales mueven a más de 536.000 personas, mientras que alrededor de 64.000 se trasladan mediante otras formas de gestión.

La Habana tenía en 2020, según cifras oficiales, una disponibilidad inferior a los 500 vehículos para transportar diariamente a más de medio millón de personas.

En diciembre de 2022, el Gobierno cubano informó que solo el 42% de sus ómnibus está en funcionamiento. La Comisión de Atención a los Servicios del Parlamento reportó que "luego de alcanzar cifras superiores a los 2.000 millones de pasajeros transportados en 2018, la crisis económica ha provocado un marcado descenso en la transportación".

Para 2022 se planificó transportar 1.733 millones de pasajeros, pero solo se cumplió el 59%, con 1.500 millones. Asimismo, varias provincias tenían entonces cifras aún más bajas, como Santiago de Cuba (23%), Guantánamo (26%) y Pinar del Río (30%).

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