Miguel Díaz-Canel culpó a la "lógica imperialista agresiva" de todos los males que padecen la economía y la sociedad cubanas, incluida la inflación que se desató tras la Tarea Ordenamiento aplicada por el régimen en enero de 2021. En un discurso en la jornada previa a la segunda sesión extraordinaria de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el gobernante pidió acabar con las ventas en el mercado negro, incluidas las de divisas, y cuestionó a instituciones estatales que obstaculizan o dilatan procesos inversionistas con capital extranjero.
Según un resumen del diario oficial Granma, el gobernante admitió que "2023 está siendo un año difícil" y dijo que para hacerlo "mejor", el régimen "se ha enfocado en el seguimiento y cumplimiento de lo acordado en el VIII Congreso del Partido", las mismas políticas que no han sido capaces de sacar del pantano a la maltrecha economía cubana.
En palabras del gobernante, la salida "de la compleja situación económica y social" está atada al "aseguramiento político integral exigente desde el Partido, que estimule la comprensión y la participación del pueblo, fortalezca la unidad nacional, levante la esperanza, impulse el perfeccionamiento del funcionamiento de la Asamblea Nacional y propicie una gestión ágil y efectiva del Gobierno".
Díaz-Canel realizó este pedido cuando las manifestaciones de descontento popular crecen con protestas cada vez más frecuentes que el régimen reprime sin contemplaciones, cuando la apatía en el pueblo se manifiesta en los resultados de participación de procesos eleccionarios y en medio del éxodo migratorio de la juventud desesperanzada de la Isla.
Parafraseando al difunto Fidel Castro, Díaz-Canel dijo que el régimen tendrá que "cambiar todo lo que debe ser cambiado", sin apartarse "jamás del concepto de Revolución, pero libres de ataduras rígidas y conscientes de los posibles equívocos".
El gobernante cubano dijo que están propuestas "cinco direcciones fundamentales de trabajo: el desarrollo económico, la atención a problemas sociales, el fortalecimiento institucional, el trabajo con los cuadros y el fortalecimiento ideológico"
Sobre el desarrollo económico dijo que se trabaja en la "recuperación de la economía con integralidad y articulación", pero enfocado a "la solución de los problemas".
"Enseguida que salgamos de esta crisis económica-social que estamos viviendo, tenemos que hacer cambios más profundos en lo estructural para seguir avanzando en lo más estratégico", añadió, de acuerdo con el portal oficial Cubadebate.
Sobre el tema de los alimentos, una de las cuestiones que más golpea a los cubanos actualmente, Díaz-Canel habló de "actualizar la conceptualización de la agricultura", pero insistió en el papel de la empresa estatal agropecuaria, ineficiente desde hace décadas, e "impulsar un sistema de pago volcado hacia los productores en el nivel local, para alcanzar la soberanía alimentaria".
Economistas como Pedro Monreal ya han alertado de que, sin inversiones, el rol de lo local en el que insiste el régimen en los últimos meses, no habrá resultados palpables. La agricultura necesita de la liberalización de sus fuerzas productivas, como reclaman los propios trabajadores del campo.
Así, Díaz-Canel quiere "desarrollar las minindustrias, fomentar el autoconsumo, crear sistemas productivos locales sólidos y eficientes, e incrementar la productividad tanto en el sector estatal como en el no estatal".
Sobre la inflación galopante, Díaz-Canel criticó el "carácter abusivo con los precios y a quienes aprovechan la oportunidad para enriquecerse".
"Eso hay que enfrentarlo (…) hay que impedir las ventas ilegales y el mercado ilegal de divisas", dijo.
En el caso del comercio exterior y la inversión extranjera, acusó de "inmovilismo" para hacer avanzar proyectos a algunos organismos e instituciones del país.
Ordenó "analizar esos proyectos con financiamiento internacional, así como los proyectos detenidos a rescatar con inversión extranjera".
Según el gobernante, en las visitas realizadas al exterior, en reuniones con funcionarios y diplomáticos, una de las quejas recurrentes es la pasividad, la demora y hasta la indiferencia de instituciones y organismos para responder a intereses de cooperación e inversión.
Dijo que "se exigirá responsabilidad" en aquellos lugares donde vean "esta indolencia".
Díaz-Canel concluyó machacando que "el camino está lleno de desafíos y adversidades", que están "obligados a enfrentar y superar con espíritu de victoria".
No podría estar más de acuerdo con esto con el canelo.
Si quieren ser fieles a su amado lider ya están tardando en (auto)incinerarse para cumplir con este encomiable deseo de "seguir el camino del comandante".
El gánster y asesino F. Castro ya marcó el camino de la destruccion de Cuba desde 1959, y ese camino termina en un barranco profundo. Pamela, Canelo y comparsa no quieren llegar al final de ese camino. Canelo es lo menos un hipócrita
Yo diría que más bien a ustedes son los que hay cambiar para salir de la crisis, ¡so inepto degenerado!
“Fidel Castro marca el camino” la puta cobarde de Fidel, al Moncada.
Eso de "cambiar lo que tenga que ser cambiado" y al mismo tiempo decir que "se han enfocado en el seguimiento y cumplimiento de lo acordado en el VIII Congreso del Partido" es un oxímoron. Es como decir, vamos a hacer algo nuevo y para ello nos fijamos en el manual de lo que se estaba haciendo. Pero bueno, Díaz-Canel S es cercano a un morón. Aparte de que insistir una y otra vez en una revolución que no existe es más "morónico" todavía.
El régimen cubano ha ido experimentado una metamorfosis. Primero se vendió como un régimen que le quita a los ricos para darle a los pobres y el HP en jefe se hizo comparar con Robin Hood, pero resultó un Robin Hood al revés porque en la fase final de esa metamorfosis el régimen devino una mafia que le quita a los pobres lo poco que tienen para darle a los ricos, que son el puñadito de mafiosos que forman la cúpula.
Lo mismito del año pasado...
Desde 1959, Acuerdos, asambleas, reuniones, congresos, blablablá, blablablá y nada se resuelve. Bueno, con algo hay que entretenerse.
Yo no le tengo ojeriza a Díaz Canel, aunque su figura parece decorativa. Un hombre fiel a Raúl. Pero eso es lo que tenemos en Cuba, no hay que quejarse tanto. Ahora, bien, yo le preguntaría a Díaz Canel cuál es en este momento su "concepto de Revolución"?
El país no produce casi nada, el pueblo tiene todas las necesidades del mundo (agua, electricidad, transporte, vivienda, etc). La Educación es un desastre, no sólo porque es doctrinaria sino porque las escuelas carecen de computadoras y otros recursos modernos de pedagogía. La salud pública es muy deficiente actualmente, incluso en hospitales de punta como el Ameijeiras de La Habana.
Yo soy de los que reconocen los logros de la Revolución en esas áreas en las primeras décadas (hasta mediados de los ochenta); pero aquello se perdió. El cubano quiere ser "extranjero". No hacen falta pruebas para demostrarlo. Entonces, cuál es el concepto de Revolución? Que se mantienen gratis los entierros?
Sr. Díaz Canel, el socialismo es perverso.