Los 15 feminicidios verificados en Cuba desde el 1 de enero hasta el 27 de febrero de 2023 —gracias al trabajo de observatorios de violencia de género de plataformas femeninas y la prensa independiente— han fortalecido los reclamos por una ley integral contra la violencia de género en la Isla. ¿Pero por qué es tan importante esa norma si existe un Código Penal en el que la violencia de género constituye una circunstancia agravante?
Ileana Álvarez, directora de la revista feminista Alas Tensas, recuerda que, aunque la violencia de género aparece en el Código Penal, en este "no se ha tipificado el feminicidio". Álvarez considera que el marco penal en Cuba es muy débil y que una ley integral ayudaría a fortalecerlo. Pero recalca que "no hay que verla como una cuestión plenamente punitivista".
"Una ley abarca aspectos que tienen que ver con la prevención, la educación a todos los niveles, cuestiones asistenciales. De lo que se trata es de prevenir y que no llegue a ocurrir un feminicidio", explica a DIARIO DE CUBA.
"Sabemos que una ley no va a resolver todos los problemas que hay dentro de una sociedad. La violencia de género está arraigada en las estructuras patriarcales que están presentes en toda la sociedad cubana, pero una ley al menos posibilitaría prevenir y erradicar conductas que promueven la violencia de género".
"Dentro de esa ley entraría la creación de casas refugio, de protocolos policiales y de la salud. También se pide que exista un observatorio contra la violencia de género, recoja las estadísticas y las haga públicas. Eso ayudaría a implementar políticas".
Por su parte, la activista feminista Kiana Anandra señala que actualmente existe "cierta dispersión en las herramientas y competencias civiles y penales que tienen todas las instancias por las que pasa la mujer antes de ser ultimada. Este es uno de los principales conflictos que trae como consecuencia una mayor desprotección hacia las víctimas".
"En Cuba no existe a nivel jurídico un concepto unitario sobre la violencia de género, ni siquiera se tiene contemplado el término feminicidio. Sin embargo, la violencia de género tiene sus propias lógicas en relación con otros tipos de violencia y esto es algo que debe considerarse".
"Las acciones estatales y las políticas públicas en Cuba están enfocadas en penalizar la violencia de género como un ejemplo más de criminalidad y el asunto es más complejo. Una ley integral daría cuenta, primeramente, de la comprensión de que la violencia de género tiene distintas expresiones y escenarios, más allá del ámbito familiar como reduce la Estrategia que implementó el Gobierno desde el 2021".
"Que tenga estatus de ley permitiría transversalizar y tener más capacidad frente a otras normativas de menor jerarquía jurídica, reconocería la implicación y el compromiso del Estado en estos temas, le obligaría a esclarecer un presupuesto público que la sustente, estadísticas al respecto, el tipo de medidas a implementar, cómo se van a evaluar sus resultados".
"Aseguraría protocolos específicos de prevención y reparación a las víctimas, servicios de asesoramiento legal y psicológico, lugares de refugio, la protección de las víctimas en el sistema laboral y educativo, la formación desde las infancias en estos temas, y a nivel profesional dentro de las instituciones que deben acoger y procesar casos de violencia".
Sin embargo, los últimos feminicidios en Cuba obligan también a preguntarse si esa ley integral sería efectiva.
Uno de ellos fue el asesinato de Leidy Bacallao, de 17 años, a manos de su expareja, un hombre de 49 años. La adolescente acudió en busca de protección al lugar donde tenía más probabilidades de encontrarla: una estación de Policía. Fue ultimada justo donde debía estar a salvo. ¿Su historia habría tenido un final diferente de haber existido en Cuba una ley integral contra la violencia de género?
Kiana Anandra opina que "probablemente".
Ileana Álvarez considera que lo sucedido con Leidy tiene que ver con falta de protocolos policiales. "Fallaron muchas cosas que han puesto las alarmas al rojo vivo. ¿Qué hacía una menor con un hombre de esa edad? Ante la sociedad eso estaba naturalizado. Además, los primeros que tienen naturalizado el machismo son los policías", lamenta.
La exjueza Maylin Fernández, quien presidía la sección de familia del Tribunal Municipal de Santa Clara, señala en el caso de Leidy "no falló el Código Penal, el asesino será juzgado y condenado por los tribunales cubanos", sino "la respuesta, la implementación, la prevención, la voluntad estatal para tratar la violencia de género antes de que llegue a producirse".
"Es importante señalar que nada asegura al 100% que los casos de violencia de género no ocurran en cualquier país del mundo. Pero casos como este son los que justifican la urgencia de una ley integral contra la violencia de género en Cuba, que las mujeres sepan que pueden denunciar y que van a encontrar un respaldo y un acompañamiento", añade Fernández.
"Además, que dejen de ser secretas las cifras, que los casos se visibilicen, que el problema de la violencia de género en Cuba tenga espacio en los medios de comunicación con la misma claridad que Díaz Canel dice que tenemos una ley de pesca y no hay pescado".
"Los medios de comunicación deben jugar su papel en la prevención, que sirvan de freno a los agresores y de formación a las mujeres y niñas para que puedan identificarse como víctimas o identificar a otras de su entorno".
Para la jurista también es insuficiente la inclusión de la violencia de género en el actual Código Penal
"El Artículo 245 del Código Penal establece sanciones entre 20 años y pena de muerte a quien mate a una mujer en el contexto de la violencia de género, asimismo la ley contiene adecuación especial pero solo para cuando el delito ya se ha producido, esta limitación impide el análisis general del fenómeno y la actuación en otros ámbitos".
"Algo tan importante como la ley son los mecanismos para implementarla, la respuesta de las autoridades, los protocolos de actuación", señala.
"Una ley contra la violencia de género permite un tratamiento integral, coadyuva a la prevención, detección y disuasión del agresor. Permite la tutela institucional y judicial, así como el apoyo psicológico y asistencia a las víctimas".
"También obliga a la formación de especialistas, a la educación y la lucha contra el machismo y las ideas patriarcales desde las escuelas", concluye la exjueza cubana.
En Cuba falla todo lo que no sea mantener a la dictadura en el poder.
En Cuba urge la creación de refugios confiables para mujeres víctimas de abusos por parte de sus parejas, y para sus hijos. Es un hecho la existencia del machismo en la sociedad cubana, en el que sonarle una galleta a una mujer o entrarle a golpes es normal, lamentablemente para muchos, porque muchas veces eso termina en un homicidio. La FMC, creada desde el 60, no ha servido para instalar una red de ayuda a las mujeres en esos casos. En realidad, no ha servido para nada. El trabajo que hace esta red feminista intenta suplir ese vacío, pero su existencia no es legal, y no tiene el alcance que debiera.
Informar a las mujeres que pertenecen a la Asamblea Nacional puede contribuir al empuje.
La llamada violencia de género se ha convertido en un marco feminista radical de interpretación.
Resulta que esta ideologización se ha extendido a todos los casos en los que una mujer es agredida por un hombre, creándose así la falsa sensación de que la violencia que va en este sentido siempre está determinada por el odio de género (el hombre contra la mujer).
Ahora:¿ Por qué estas luchadoras feministas no aplican ese reducionismo a la violencia en parejas de lesbianas y homosexuales, la cual es tan frecuente como la que ocurre en las parejas heterosexuales?
La verdad es que estas odiadoras se han montado un buen tinglado en nombre de la mujer, cuando la violencia en sí no tiene género. Lo que realmente tiene que haber, es un código penal en sentido estricto entre personas según el delito y sin distinción de sexo.
Me parece que no es acertado lo que dice. Si bien es posible que la violecia hogareña sea igual de frecuente en la parejas homo u hetero sexuales, en el caso de las homosexuales, esta violencia no es de un genero sobre otro. Si vamos a ver como afecta la violencia en general a hombre y mujeres veremos que, aunque tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y perpetradores de violencia, la mayoría de los casos de violencia de género son cometidos por hombres contra mujeres.
Los datos a nivel mundial y de diversos estudios indican que las mujeres son las principales víctimas de la violencia de género, y que la violencia perpetrada por hombres contra mujeres es más común y grave que la violencia perpetrada por mujeres contra hombres.
Por ejemplo, según un informe de la OMS publicado en 2013, el 30% de las mujeres en todo el mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida comparado con solo el 7% de los hombres.
A mi juicio es baladí el nombre que se dé a la violencia que agrede y hasta mata dentro de una relación de parejas entre personas, ya sean heterosexuales u homosexuales.
Aunque a la violencia entre homosexuales y/o Lesbianas la llamen intragénero, su base es totalmente similar a la violencia de género y cuidado peor su forma de manifestación.
Y no me venga usted a decir que la susodicha violencia de género no aplicaría en las parejas en las que los dos miembros son transexuales y tienen diferente sexo.
Se sabe que el feminismo radical está detrás de toda esta parafernalia más por el marcado odio hacia los hombres (misandria) que por hacer justicia a las mujeres víctimas de una agresión de estos.
Para qué tanto invento, lo que hay es que abogar por el establecimiento de leyes más rígidas en las que se castigue según el delito cometido sin tener que hacer distinción de sexo.
Que la ley sea integral, que la violencia no tiene adjetivos.
Totalmente de acuerdo. El homicidio no aparece en el código penal y es castigado independientemente del género de la víctima o el agresor, entonces que puede agregar una ley que analice la violencia dependiendo del género de los involucrados.
Así es HG.
Saludos.
En la Cuba de hoy, como en Arabia Saudí, Irán y demás dictaduras musulmanas, la mujer es cosificada como fábrica de esclavos y carne de cañón. Es más delito gritar "Díaz Canel singao" que asesinar a una mujer.