El proyecto del nuevo Código Penal cubano contiene algunos avances, en materia de violencia de género, como el hecho de que esta constituya un elemento de cualificación o una circunstancia agravante para varios delitos. Pero, ¿la aprobación de esta norma hará innecesaria la Ley integral contra la violencia de género que demandan plataformas feministas, y que la Asamblea Nacional, de mayoría femenina, no incluye en su cronograma legislativo hasta 2028? Al respecto opinan Sara Cuba Delgado y Marthadela Tamayo González, integrantes de la Asociación Cubana por la Inclusión (ACI) y la feminista y comunicadora Marta María Ramírez.
"La necesidad de una ley integral contra la violencia de género es imperativa", sostiene Cuba Delgado.
"Aunque el proyecto de Código Penal hace referencia a la violencia intrafamiliar, no es suficiente para toda la vulnerabilidad a la que estamos expuestas las mujeres cubanas, ante el desamparo legal con relación a otros tipos o formas de violencia".
"Para quienes abogamos por la eliminación de todas las formas de violencia de género, resulta vital una ley específica que proteja a las mujeres de un flagelo que está en cualquier ámbito, sea público o privado".
"Además, pese a los destellos de avance en materia de violencia de género que se perciben dentro del proyecto, aún no se reconoce el feminicidio y su existencia en Cuba".
"Entonces, debemos continuar exigiendo y solicitando una ley específica para la protección de las mujeres contra el machismo, sus conductas y consecuencias", subraya la activista.
Marthadela Tamayo González resalta también la falta de tipificación del delito de feminicidio en el proyecto, pese al aumento de los asesinatos de mujeres en Cuba.
"Desde observatorios como los de Alas Tensas, la Red Femenina y la Alianza Cubana por la Inclusión, los números que se tienen con relación a los feminicidios en la Isla muestran un aumento en 2021 con respecto a 2020 y a 2019. En 2020 fueron 32 y en 2021, al menos 36 las víctimas de la violencia machista. En 2022 ya van cinco", señala Tamayo González
"Tampoco hay casas de acogida para las mujeres que son maltratadas. Pensamos que en esta reforma se podía haber sido un poco más específico y haber colocado el feminicidio tipificándolo. Es una de las exigencias que hemos hecho en la Alianza Cubana por la Inclusión y en la Red Femenina (de Cuba) durante toda esta campaña que se inició con #UnidasPorNuestrosDerechos", recuerda.
"Otro punto es que el Estado cubano no transparenta los datos y esas han sido las tres exigencias que hemos colocado los grupos feministas: la Ley integral contra la violencia de género, la tipificación del feminicidio dentro del Código Penal cubano y que el Estado sea capaz de transparentar todos estos datos de violencia y de feminicidio. Los últimos datos son de 2016".
Por su parte, Marta María Ramírez reconoce como elemento positivo dentro del proyecto de Código Penal la salida de la peligrosidad predelictiva, que influye en la violencia contra las mujeres transexuales cubanas, y que ella considera "una de las violencias machistas de Estado más frecuentes e invisibilizadas".
La activista señala que el motivo real por el que la Policía amenaza a las mujeres transexuales con encarcelarlas por peligrosidad predelictiva es que su identidad no está acorde con sus genitales y documentos de identidad.
"Las autoridades esgrimen que se están prostituyendo, pero la prostitución no está penalizada en Cuba. En Cuba lo que está penalizado es el proxenetismo. Para entender que alguien se está prostituyendo hay que demostrarlo en el acto, durante la transacción. Esto demuestra que hay toda una doble moral, porque los clientes siguen su camino. Nadie los mira ni los penaliza, cuando son los clientes y los proxenetas los que deberían estar penalizados, en cualquier caso".
"Por otra parte, el (proyecto de) código no está transversalizado con género. Es una de las demandas que nosotras hemos hecho, no solo poner acápites relacionados con la violencia, que yo llamo machista, sino que esté transversalizado con el hecho de que existen diferencias entre ser mujer y ser hombre en Cuba y de ser una mujer con una identidad de género no acorde a tu genitalidad, y también con la orientación sexual. Hay acápites que sí mencionan la violencia de género y la violencia intrafamiliar y las condenan, pero no sé cómo se hará esto operativo".
Su escepticismo se basa, por ejemplo, en el caso del músico Fernando Bécquer, acusado por varias cubanas de presuntos abusos sexuales.
"Al menos cinco mujeres han denunciado ante la justicia y ha sido un proceso, por lo que hemos visto, bastante desestimulante. Es muy difícil denunciar la violencia machista. Si además te encuentras en el camino que atacan a tus redes de apoyo, dan información falsa desde los medios de comunicación y las instituciones que deben atender esos procesos, si hay irregularidades dentro del proceso penal y revictimización, todo esto redunda en cosas aleccionadoras para la sociedad".
Ramírez recuerda que la cantante la Diosa de Cuba presentó una denuncia formal contra el músico José Luis Cortés, "con la que no ha pasado nada. El juicio está postergado, cuando hay otros juicios expeditos en Cuba".
"El código puede decir lo que sea. Si no hay operadores del derecho, desde médicos legistas, la Federación de Mujeres Cubanas, si está activa en el barrio, todo ese entramado, de prevención, si las redes de apoyo no están fortalecidas, es imposible, y una de las cosas que hace este (proyecto de) Código Penal es criminalizar, aún más, el activismo no estatal, que serían las redes de apoyo que tendrían estas mujeres con sus criaturas. Esto no es solo un tema de mujeres".
"Muchas mujeres que he acompañado no reciben una atención acorde a las necesidades de una mujer en situación de violencia machista. Les dicen que vayan para sus casas, que traten de arreglarse con el maltratador; no levantan las denuncias formales, no entienden el miedo como una razón para investigar lo que pasa detrás. Usan medidas como la mediación, que llega un momento en que no resuelve el problema, y el careo. O sea, enfrentarte a tu victimario".
"Con la criminalización de las organizaciones de la sociedad civil que podrían acompañar a estas mujeres veo un gran entuerto. El Estado y sus instituciones han demostrado que no son capaces de resolver esto".
Al igual que Cuba Delgado y Tamayo González, subraya que en el proyecto no aparece el feminicidio, "ni siquiera el femicidio, como ellos lo intentan nombrar. Puedes ver en los distintos observatorios el subregistro de feminicidios confirmados por la sociedad civil".
En un país donde reina la violencia y donde las organizaciones femeninas legales no se ocupan de los problemas de las mujeres, era de esperarse que no se incluyeran los feminicidios. Eso ha sido objeto de denuncias --recientes-- por parte de organizaciones feministas independientes sin reconocimiento legal.
Primero legalizaron organizaciones protectoras de animales.
Don José___ Todo lo que usted quiera, pero en los pantanos también crecen flores como el pimpollo de la foto. Esa mujer merece ser evacuada en el primer puente aéreo.
La foto fue tomada en uno de los sitios más cochinos de La Habana. Ahí, como diría un vecino de Omoa (calle colindante) "Le arrancan la herradura a un caballo corriendo" o "abren los candaos de un grito". Es la Calle Matadero al lado del Mercado Unico.
Lo único que no ha podido ni el embargo, ni la hambruna castrista es quitarle las curvas a las cubana. Oh my god!!
Toda la razón Mr. Amadeus...