La comisaria europea de Migración, Ylva Johansson, informó que la Unión Europea (UE) experimentó en 2022 un aumento en las llegadas de migrantes irregulares de Cuba.
En declaraciones a EFE, la funcionaria indicó que la UE ya ha visto cambios recientes en los arribos de migrantes de la Isla después que la Comisión Europea y los países de la eurozona pidieran a las naciones de los Balcanes Occidentales, y en particular a Serbia, alinear su política de visados con la Unión, algo a lo que "han respondido positivamente".
"Ya hemos visto el efecto", aseguró, sin ofrecer otros detalles ni informar la cantidad de cubanos interceptados por las autoridades migratorias europeas.
Junto con los migrantes de la Isla, los únicos latinoamericanos en la lista, Europa recibió mayor cantidad de migrantes irregulares de Turquía, India, Georgia, Egipto, Túnez, Marruecos, Bangladesh y Pakistán en el año anterior.
En total, según Johansson, fueron 330.000 los migrantes irregulares que llegaron en 2022 a la UE.
Con ello, la comisaria reconoció el impacto del éxodo que vive la Isla, el mayor y más rápido de su historia, en territorio de la Unión. Los cubanos suelen tratar de llegar a países como España e Italia a través de Rusia, Serbia o Macedonia, entre otros de la región.
En octubre pasado, el sitio SchengenVisaInfo.com reportó que "Serbia ha sido testigo de un aumento en el número de refugiados cubanos, de 36 a 339."
La ruta de los Balcanes Occidentales experimentó a su vez un aumento de refugiados de Turquía, Túnez, India y Cuba. En 2021, los nacionales de estos cuatro países, junto a los de Burundi, representaron el 2,5% de los cruces fronterizos ilegales registrados en dicha ruta.
Serbia no es el único país que experimenta un aumento de la migración ilegal por parte de cubanos. Bélgica ha informado de un aumento de los solicitantes de asilo de Cuba y Burundi.
De acuerdo con Johansson, la llegada de migrantes irregulares a suelo europeo, que en 2015 desató una de las mayores crisis que ha vivido la UE en las últimas décadas, pasó de dividir a los países a unirlos frente a los retos comunes, aunque persisten las diferencias.
En un encuentro con las agencias que forman parte de la Redacción Europea, la política sueca confió en que ese acercamiento entre los Estados miembros de la UE permita aprobar en esta legislatura, que termina en 2024, el Pacto Europeo de Migración y Asilo.
A una semana de la cumbre europea del 9 y 10 de febrero, en la que la gestión migratoria será el principal tema de agenda, la comisaria recordó que "en 2015 (cuando se produjo la crisis de los refugiados) era un tema muy tóxico y dividía tanto a los Estados miembros como a las instituciones".
Ahora, sin embargo, la política migratoria es un ámbito donde hay un trabajo conjunto que permite un progreso constante, "con buen ambiente casi siempre", pese a que persisten las "diferentes posiciones", añadió.
Entre los asuntos sobre los que hay discrepancias figura la idea de destinar financiación europea a la construcción de vallas o muros en las fronteras exteriores de la UE, algo a lo que países como Austria son favorables, en el contexto del aumento de las llegadas de migrantes irregulares.
"Construir muros y alambradas alrededor de la UE no es una buena solución por muchas razones", dijo Johansson, que no cree que esa posición de Bruselas sobre las vallas fronterizas vaya a cambiar.
Reconoció no obstante que los Veintisiete deben proteger sus fronteras y precisó que ya se destinan fondos comunitarios, por ejemplo, para labores de vigilancia.
Johansson habló también del mecanismo de solidaridad para el reparto de demandantes de asilo y los costes, otro elemento ya acordado por los países de la UE pero que tarda en despegar.
Aunque los Estados plantearon más de 8.000 ofertas para reubicar en sus territorios a migrantes, el pasado noviembre solo se habían producido algo más de un centenar de traslados.
"Las cifras se están acelerando, cada vez más están siendo trasladados. No tengo los números (...) pero ocurre todas las semanas", dijo la comisaria.
Precisó también que Francia, que amenazó con salir de ese mecanismo después de una disputa con Italia, cuando Roma se negó a dejar entrar en puerto un buque de una ONG con migrantes a bordo, sigue participando cada semana en este mecanismo.
La comisaria habló también de las devoluciones de migrantes que no tienen derecho a pedir protección en la Unión. Según datos recientes de Eurostat, de 340.500 órdenes de retorno emitidas en 2021 en la UE, solo el 21% se cumplieron efectivamente.
Bruselas se ha propuesto impulsar esas cifras, entre otras medidas a través de un proyecto piloto para acelerar los procedimientos en frontera.
Por otra parte, Johansson confió en que los Veintisiete comiencen a debatir pronto la idea de crear listas comunes de países seguros, para facilitar los retornos.
La comisaria puntualizó que aunque el pacto de Migración y Asilo salga adelante en el plazo que se han dado las instituciones, "se tardará años" hasta que toda la nueva legislación pueda ser aplicada y que entre tanto habrá que "abordar las crisis".
Una de las más recientes, la desatada con la llegada de más de cuatro millones de refugiados desde Ucrania huyendo de la invasión rusa, ha sido "el mayor reto desde la Segunda Guerra Mundial" y "hemos sido capaces de gestionarla bastante bien", consideró.
"Cuando trabajamos juntos, la Comisión y los países como 'equipo Europa' para afrontar estas cuestiones, somos capaces de gestionar una situación de forma más precisa", dijo Johansson.