Una demanda judicial presentada el miércoles en Argentina pone en jaque el probable viaje de Miguel Díaz-Canel a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que arranca en Buenos Aires el próximo martes, y a la que el gobernante cubano aún no ha anunciado que asistirá.
Según un reporte del diario argentino Clarín, la denuncia, encabezada por el diputado Waldo Wolff, de la coalición opositora Cambiemos, incluye además a Nicolás Maduro y Daniel Ortega, a quienes se acusa de "graves delitos de lesa humanidad, así reconocidos por el derecho internacional de los derechos humanos".
La demanda hace referencia a la jurisdicción universal conforme al derecho internacional y cita la Convención contra la Tortura, en virtud de la cual el exdictador chileno Augusto Pinochet perdió su inmunidad en el Reino Unido, una decisión que marcó la jurisprudencia global sobre los crímenes de lesa humanidad.
"La Ley 26.200 de Argentina, que implementa el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, establece que los tribunales argentinos podrán ejercer la jurisdicción respecto de ciudadanos extranjeros que cometan delitos en el extranjero, siempre que así se establezca en los tratados y convenciones internacionales de los que sea parte Argentina", subraya el documento.
La petición es apoyada por políticos y artistas de Argentina, así como por dirigentes de la oposición venezolana, reunidos en torno al Foro Argentino por la Democracia en la Región (FADER).
La denuncia "se sustenta en numerosos informes de prestigiosos organismos internacionales de derechos humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o Human Rights Watch, que dan cuenta de la persecución política a organizaciones civiles y personas físicas", dice el reporte.
"Más de siete millones de venezolanos han tenido que abandonar su país desde que irrumpió la dictadura chavista; muchos de ellos han sido presos políticos y han sufrido vejaciones y torturas", dice la demanda, y prosigue: "Lo mismo ha ocurrido en Cuba, país donde además nunca se celebraron elecciones libres desde que la dictadura castrista tomó el poder en 1959".
Sobre las "graves violaciones al derecho internacional de los derechos humanos en Cuba", cita que la CIDH tomó conocimiento de las persistentes restricciones a los derechos políticos, de reunión y asociación, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, y de la represión de las manifestaciones del 11J.
"Las detenciones masivas dieron lugar a informes generalizados de malos tratos, infligidos también a mujeres", señala, y recuerda que el régimen sometió a mujeres periodistas y activistas a arresto domiciliario, vigilancia y hostigamiento.
Pese a ello, recuerda, el régimen negó "que se hubieran cometido violaciones de derechos humanos como consecuencia de la represión y, utilizando su monopolio de los medios de comunicación, emitieron una selección de imágenes de los incidentes de violencia ocurridos durante las protestas para hacer ver que estas habían sido violentas en general".
"FADER quiere expresar su profunda preocupación por la invitación que el presidente Alberto Fernández hiciera a estos tres dictadores, afirmando que es una provocación para toda la sociedad argentina que respeta, valora y desea vivir en democracia", dicen los firmantes.
Hace solo horas Clarín informó que Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro pidieron garantías de que los aviones de sus respectivas delegaciones no serán embargados si EEUU pide a los tribunales de ese país ejercer las sanciones de Washington contra la empresa Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), como ocurriera con la aeronave venezolana-iraní retenida allí junto a su tripulación en el pasado verano.
Sin embargo, pese a la alianza entre el Gobierno de Alberto Fernández y los regímenes de Cuba y Venezuela, Buenos Aires no aseguró tales garantías, si bien "un sector del Gobierno afirma que todas las aeronaves que vengan con delegación oficial gozan de inmunidad, como también las tendrán los jefes de Estado", indicó el reporte.
Pese a todo lo anterior, ni Díaz-Canel ni su aliado venezolano han confirmado que asistirán a la cumbre, para la que se espera a delegaciones de 33 países, incluyendo una veintena de jefes de Estado y de Gobierno.
Clarín señaló que el embajador de La Habana en Buenos Aires, Pedro Pablo Prada Quintero, anunció que Díaz-Canel sí quiere viajar a Buenos Aires para la reunión, aunque "tiene un problema logístico".
En el caso de Daniel Ortega, este ya indicó que no viajará a Argentina, por lo que enviará a su canciller.
A ver, si son guapos los tres. Que hagan la visita. Son guapos, bajo la protección de los fusiles de sus militares.
Lo mejor que haría Argentina es incautarle el avión a Díaz Canel. Él nada tiene que hacer en Argentina.