Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro tienen miedo de sufrir consecuencias en caso de viajar a la capital de Argentina para asistir a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que organiza el Gobierno de Alberto Fernández.
En concreto, ambos regímenes habrían pedido garantías a Buenos Aires de que los aviones de sus respectivas delegaciones no serán embargados si EEUU pide a los tribunales de ese país ejercer las sanciones de Washington contra la empresa Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), como ocurriera con la aeronave venezolana-iraní retenida en ese país junto a su tripulación en el pasado verano.
De acuerdo con el diario argentino Clarín, Pedro Pablo Prada Quintero, embajador cubano en Argentina, al igual que la embajadora de Caracas, Stella Lugo, pidieron garantías a la Casa Rosada de que ello no ocurrirá.
Sin embargo, pese a la alianza entre el Gobierno de Alberto Fernández y los regímenes de Cuba y Venezuela, Buenos Aires no aseguró tales garantías, si bien "un sector del Gobierno afirma que todas las aeronaves que vengan con delegación oficial gozan de inmunidades, como también las tendrán los jefes de Estado", indicó el reporte.
No obstante, otro sector del Gobierno argentino señala que en ese país hay independencia de poderes. Ello, en referencia a la aún vigente recompensa de Washington de 15 millones de dólares para quien entregue a Maduro.
Pese a todo lo anterior, ni Díaz-Canel ni su amigo venezolano han confirmado que asistirán a la cumbre, que tendrá lugar a partir del lunes 23 de enero, y para la que se espera a delegaciones de 33 países, incluyendo una veintena de jefes de Estado y de Gobierno.
Clarín señaló que el embajador de La Habana anunció que Díaz-Canel sí quiere viajar a Buenos Aires para la reunión, aunque "tiene un problema logístico".
Tal y como hiciera en noviembre pasado en su gira por Rusia, China, Turquía y Argelia, todos aliados de La Habana, el gobernante cubano usaría, a falta de avión propio, los servicios de los aparatos de la empresa de Caracas. En concreto, en esa ocasión Díaz-Canel usó el Airbus YV3535 de Conviasa, comprado por el régimen chavista a la aerolínea iraní Mahan Air, también sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU (OFAC, por sus siglas en inglés).
Conviasa está sancionada por ser utilizada para el presunto esquema de la corrupción del régimen chavista, mientras que Mahan Air está bajo castigo por prestarse para su uso en actividades terroristas de grupos radicales islámicos apoyadas por Teherán.
Se desconoce cuánto paga La Habana por rentar esas aeronaves.
A diferencia de ese recorrido de miles de kilómetros, Díaz-Canel utiliza para sus visitas a México y naciones del área caribeña aliadas un pequeño y lujoso jet privado Falcon 900EX, de los dos que Hugo Chávez habría regalado a Raúl Castro.
El gobernante cubano no realiza viajes a países que no sean seguros para su régimen, sobre todo después de que ordenara ante la televisión nacional la represión violenta de los cubanos que se manifestaron el 11J, lo que generó un amplio repudio internacional.
El Boeing 747-300 de Emtrasur que en junio pasado fue retenido en Buenos Aires por presuntamente trasladar una carga fruto de negocios turbios entre Caracas y Teherán, permanece en un hangar del aeropuerto de Ezeiza. Su tripulación, que estuvo dos meses retenida en Buenos Aires, salió en libertad.
Según Clarín, a inicios de enero llegó a Buenos Aires un avión de Conviasa con seis funcionarios chavistas. El Gobierno argentino aseguró que se trataba de "una avanzada presidencial, con inmunidades diplomáticas", así como que la aeronave contaba con protección "oficial". Pese a ello, a las tres horas de divulgarse ese suceso, el avión abandonó el país sin siquiera cargar combustible.
Y chi che chale..?
Que regrese nadando con Lis a su letrina.
Q manera de hacer novela con la KK como protagonista ...
En Ezeiza hay un par de carriolas por si les embargan el avión, una para Maduro y otra para su compay Díaz-Canelo S.